“Hay que tratar de cabalgar con los tiempos, de leer el mundo para alfabetizarnos sobre dónde vivimos. En la historia de la humanidad ha estado siempre la inconformidad de la juventud. La primera lucha es entre nosotros, porque el principal escenario de ella es la cabeza de las personas”, dijo Tubal Páez, Presidente de Honor de la UPEC, en el retrato más definitorio de lo que fue el encuentro en la Casa de la Prensa de parte del liderazgo nacional de la organización con jóvenes que ya están en los medios o se forman para entrar a ellos.

Se esperaba -y la hubo- polémica en el diálogo encabezado por Bolivia Tamara Cruz, vice presidenta primera de la UPEC; Francisco Rodríguez Cruz, vicepresidente, y Yuniel Labacena Romero, miembro no profesional de la presidencia, con estos invitados especiales que tuvieron además el honor de conocer a Alba Márquez, la hija del héroe revolucionario Juan Manuel Márquez, una de las figuras que inspira la actual Jornada de la Prensa.
Al frente de una parte del grupo -11 de los jóvenes que pasan actualmente el Servicio Militar como preámbulo a la carrera de periodismo-, vino el teniente coronel Díaz, de la Dirección Política de las FAR, quien también intervino para abordar algunos de los puntos discutidos.
Además de estos, participaron muchachas graduadas en escuelas de periodismo de provincias distantes que llegaron hace más de un año a La Habana para fortalecer redacciones de medios nacionales, así como periodistas profesionales, también noveles, de prensa escrita, radio y televisión.
En la apertura, Yuniel Labacena, destacado colega de Juventud Rebelde que además está a cargo, en la presidencia de la UPEC, de coordinar la atención a los jóvenes colegas y estudiantes, les informó acerca de las motivaciones de la jornada en este año de recordación de los 130 años de la caída en combate de José Martí. Bajo la idea “Cambiar con la fuerza inspiradora del periodismo martiano”, y con el aniversario 133 de la fundación del periódico Patria por José Martí, el programa rinde un homenaje especial a Juan Manuel Márquez, por el aniversario 110 de su natalicio.
Periodista y revolucionario, fue escogido por Fidel como segundo jefe de la expedición del Granma, una distinción que Márquez había cimentado desde mucho antes, cuando muy joven aún, en su periódico Catapulta, escribió: “No abandonaremos nuestra pluma mientras no obtengamos la realización del programa revolucionario que nos impusimos al principio de la lucha”. Por eso fue particularmente hermoso escuchar en el salón de la UPEC a su hija Alba Márquez.
“Es fácil tener un padre, pero un padre héroe no lo es tanto”, dijo Alba en la apertura de su intervención. Después relató que su casa siempre estaba llena de gente que apoyaban a Juan Manuel: “Se suele decir que unos tienen duende, ángel… desde mi niñez, yo sentía que él tenía magia”, dijo.

La invitada, que contaba apenas ocho años cuando su padre cayó, recuerda que no tenían una vida familiar estable por las actividades revolucionarias de él, pero acotó que, cuando estaba, su presencia se hacía notar. Su padre fue, con 16 años, el preso más joven del machadato en la entonces Isla de Pinos. Juan Manuel Márquez fue concejal de Marianao en dos ocasiones y desde esa responsabilidad gestionó ayudas para los humildes, como una biblioteca y el pasaje estudiantil.
Alba contó a los jóvenes que lo vio por última vez en junio de 1956, en Estados Unidos. Desde allí, él partiría a México, a reunirse con Fidel. Después vino en el Granma, en la expedición por la libertad, y luego cayó. “Más que un político, era un revolucionario. Es tan grande el orgullo que a veces pienso que no puedo con él”, afirmó emocionada.
Durante el encuentro, los jóvenes apreciaron los vídeos de dos proyectos triunfadores en el más reciente Festival Nacional de la Prensa: “Es mi barrio”, del periódico Escambray, y “La IA en la convergencia editorial de Radio Sancti Spíritus”, ambos de esa provincia.

Tras mostrarlos, Yuniel Labacena comentó a los invitados que son los jóvenes los principales encargados de conseguir la transformación del sistema de prensa cubano, empeñado en implementar nuevos mecanismos de gestión integral que ayuden a recapitalizar los medios y además incrementar los ingresos de sus profesionales y demás trabajadores.
En el diálogo afloraron tempranamente las coincidencias sobre la pasión por la profesión, la necesidad del conocimiento y la importancia de considerar los tiempos que vive la patria, pero también quedó claro que no se entiende lo suficiente el requisito, ya firme y en pleno desarrollo, de que las muchachas cumplan su servicio militar antes de entrar a la carrera de periodismo.
Jóvenes profesionales en ejercicio mostraron preocupaciones al respecto, tanto como lo hicieron muchachas que se forman en otras tareas en unidades de la FAR hasta tanto les llegue la hora de la academia.
Otras de las presentes contaron sus experiencias positivas en el servicio militar voluntario femenino, un paso que dieron mucho antes de que se estableciera el mencionado requisito.
En cualquier caso, lo sin dudas provechoso es la constatación de que los mandos de las unidades entienden cuán “especiales” son estos reclutas de ambos sexos y refuerzan para ellos espacios de superación cultural y política, les dan pleno acceso a los noticieros principales del país y les ofrecen oportunidades a afilar sus herramientas en radio bases propias.
La UPEC, empeñada con las FAR en perfeccionar el proceso, les hace visitas frecuentes y les obsequia, como hizo esta vez al final del encuentro, los mejores proyectiles que conoce el gremio: buenos libros para que crezcan, algunos de ellos escritos por destacados periodistas cubanos. El propio teniente coronel Díaz reconoció el respaldo de la UPEC y certificó, una vez más, la decisión de las Fuerzas Armadas de atender cada vez mejor a estos jóvenes.
Sobre la necesidad de la práctica del servicio militar obligatorio para las muchachas que ingresarán a la carrera de periodismo, Francisco Rodríguez Cruz, vicepresidente nacional de la UPEC, invitó a las involucradas a considerar que responde a una necesidad del país, en pleno decrecimiento demográfico. “Los periodistas pasamos todas las experiencias por el tamiz del trabajo. Cuando lleguen a los medios se darán cuenta de cuánta falta hacen allí. La UPEC seguirá acompañándolas”, dijo.

En breves “autorretratos”, varios periodistas jóvenes sugirieron a los invitados no desanimarse nunca, pero sobre todo estudiar constantemente para acceder exitosamente a una profesión que les retará –“el periodismo es una guerrilla permanente”, les dijo uno- cada mañana.
Al cierre del encuentro, la vice presidenta primera de la UPEC, Bolivia Tamara Cruz, recordó la historia de Yodeni Masó y Leslie Alonso, jóvenes periodistas que reportaron, al filo de la muerte, desde el agredido Líbano, y comentó cuánta diferencia puede hacer a veces estar preparado para todo.

“En el incendio en la base de supertanqueros en Matanzas hubo periodistas lesionados, pero en algún momento, a finales de los ’90, Fidel encargó a periodistas profesionales guiar a jóvenes estudiantes en misiones de cobertura a programas de salud en África y Latinoamérica. ¡Tania… Tania la Guerrillera, era graduada de periodismo!”, dijo Bolivia Tamara dibujando a su manera el retrato del miliciano que en el cargador de ataque lleva también… un bolígrafo.
