“La rebeldía de la sangre palestina y cubana se hizo esencia del patriota, combatiente y colega que honra con su vida esta distinción”, dijo la periodista Arlín Alberty Loforte dibujando en la Casa del ALBA Cultural no solo el retrato heroico de Félix Elmusa, sino también la estampa cotidiana de los centenares de colegas que, como ella este jueves, han merecido ese reconocimiento en todo el país a lo largo de los años.
En tiempos preñados de símbolos, a menudo turbios, es uno muy bueno que, con una presidencia muy nutrida, se deje el postre del acto, el gusto final que todos suelen llamar “las conclusiones”, a una colega muy joven aún que sin embargo reúne esos 15 años –mínimos- de consagrada entrega al periodismo que se precisan para recibir el agasajo más alto del sector.

Arlín hizo ejemplar uso de un mensaje final que muy bien pudieron haber planteado Maridé Fernández López, vicejefa del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido; Túbal Páez o Ricardo Ronquillo, Presidente de Honor y líder en activo de la UPEC, respectivamente; Edda Diz, reciente Premio José Martí por la Obra de la Vida o Katia María Rodríguez, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de la Cultura. Como el resto, ellos escucharon y aplaudieron las reflexiones de la periodista de Granma Internacional.

Una vez que el vicepresidente de la UPEC Juan Carlos Ramírez leyó la resolución que ampara el otorgamiento de la Distinción Félix Elmusa a 11 colegas de medios nacionales y cinco de publicaciones provinciales, a 13 personalidades de diversos sectores que han respaldado ejemplarmente a la prensa y a cinco directivos y trabajadores de la organización, Maridé Fernández y Ronquillo colocaron la pieza dorada en cada pecho como antesala del cierre de crónica o perfil colectivo (d)escrito con pulso de editora por Arlín.

Honrando a Elmusa, la colega, tripulante ella misma de un yate de comunicación, dijo que los periodistas cubanos “…navegamos por aguas procelosas y sorteamos más de un escollo en tiempos que necesitan del valor y la luz de esta profesión y de la verdad, esa que se construye día a día…”.

Ante compañeros de profesión, directivos de medios y de otras personalidades, la muchacha repitió con Martí: “Solo quien sabe de periodismo, y de lo costoso del desinterés, puede estimar de veras la energía, la tenacidad, los sacrificios, la prudencia, la fuerza de carácter que revela la aparición de un diario honrado y libre”.

Unos cuantos pudimos reportarlo: fue en la Casa del ALBA Cultural; a nombre de los suyos, dejando el claro regusto de la continuidad, una joven periodista nos sumergió en lo profundo con la mayor sencillez: “Celebremos —dijo— la memoria de Félix Elmusa y a los colegas reconocidos y por reconocer con esta medalla que se pone a la izquierda, cerca del corazón”. Ahí les laten, el héroe y su ejemplo, desde este 13 de marzo.
Imagen de portada: Iván Gutiérrez/Cubaperiodistas.