VIACRUCIS DE UNA LEY. Disponer de una caja de retiro que amparara la ancianidad, la inutilización para el trabajo y, en caso de muerte, el futuro de sus familiares, fue una vieja aspiración de los periodistas cubanos canalizada por medio de la Asociación de Prensa de Cuba (APC) y la Asociación de Reporters de La Habana (ARH). Pastor del Río, periodista, escritor y representante a la Cámara, fue quien propuso a ese órgano el proyecto, aprobado más de un año después, en junio de 1927, y enviado al Senado para una ratificación que no ocurrió. Luego, Rafael Angulo, subdirector del Diario de la Marina, hizo otra propuesta en 1934 que, votada por el Consejo de Estado, no llegó al de Secretarios, y después del extravío del documento original, se trató el asunto con una copia mimeográfica. Finalmente, el presidente Carlos Mendieta firmó un decreto sobre salarios mínimos a periodistas y suscribió el Decreto-Ley 172 del retiro, pero el 23 de agosto del 1935, cuando los miembros del Consejo confirmaron el proyecto, dijeron que el documento se aprobó sin leerse, expone en su investigación el colega Ariel Pazos Ortiz.
LA BATALLA SIGUIÓ. El Decreto-Ley, publicado en la Gaceta Oficial del 27 de agosto de 1935, contenía las disposiciones del Consejo de Secretarios de establecer una institución pública, denominada “Retiro de Periodistas”, para amparar a quienes trabajaban como directores, redactores, reporteros, colaboradores, correctores y corresponsales. No obstante, el primer Congreso Nacional de Periodistas, celebrado en La Habana en diciembre de 1941, acordó, entre otros aspectos, que para mayor eficacia era necesario su modificación para garantizar la consolidación económica de la caja de retiro, el derecho de los periodistas en localidades pequeñas y la reorganización del Directorio para dar representación a jubilados y pensionados. El 27 de octubre de 1953, el Decreto-Ley 1151 declaraba que el de 1935 resultaba “anacrónico y deficiente como medida legislativa de previsión social” y que la profesión de periodista “es reconocida oficialmente por el Estado”. Fue a partir de 1959, con la Revolución en el poder, que todos los trabajadores cubanos tuvieron el derecho universal del retiro.
Imagen de portada: “Pastor del Río, periodista, escritor y representante a la Cámara, fue quien propuso a ese órgano el proyecto, aprobado más de un año después, en junio de 1927, y enviado al Senado para una ratificación que no ocurrió”. Diseño: Sophie Torres Quintana .