SOLDADO Y PERIODISTA. Manuel Antonio Sanguily Garrite (La Habana, 1848–1925) suele ser más reconocido por su actividad patriótica, política y militar que por su hacer como intelectual y periodista, y no pocas veces se le confunde con su hermano Julio, mayor general mambí. Dentro de su trayectoria destaca por haber combatido a las órdenes de Ignacio Agramonte, Antonio Maceo y Máximo Gómez, y ganar el grado de coronel del Ejército Libertador en la Guerra de los Diez Años. La lucha por la independencia le permitió adquirir experiencia política, y desarrollar el talento como narrador, escritor y brillante orador, combinándolo con su desempeño de patriota en el campo de batalla y fuera de este; tanto es así que se considera como uno de los más importantes intelectuales de finales del siglo XIX y principios del XX. Los criterios plasmados en su prosa se tienen entre lo mejor de la crítica y opinión de la época, y mereció ser fundador de la Academia de Historia de Cuba en 1910, junto a Enrique José Varona, Juan Gualberto Gómez, Fernando Ortiz, José Miró Argenter, Juan Miguel Dihigo, Enrique Collazo y Ramón Roa.
MENTE SIN MIEDO NI PAZ. Manuel Sanguily se licenció en Derecho en su juventud, y tempranamente fue redactor y colaborador de la Revista Cubana, publicación literaria (La Habana 1893-94), de la cual fue también director. La palabra y la pluma del hombre a quien el intelectual Juan Marinello definió como una “mente que no conoció ni el miedo ni la paz” impulsaron los intereses independentistas desde medios como La Estrella Solitaria o La Independencia. Con el tiempo, escribió en Cuba Contemporánea, Revista Bimestre Cubana, y Revista de la Facultad de Letras y Ciencias, de la Universidad de La Habana; sobre su estilo, Luis Sexto, Premio Nacional de Periodismo José Martí, lo define como escritor de carácter apasionado, con prosa erguida y bien estructurada, rasgos identificados también en su oratoria. En Manuel Sanguily prevaleció el compromiso valiente y honrado con su país, con el ideal independentista, contrario abiertamente a la subordinación al gobierno yanqui; al enterarse del arribo de la flota yanqui a la provincia más oriental de Cuba, comentó profético: “Han visto a Guantánamo, ya no lo dejarán nunca”.
Imagen de portada: Apasionado en su prosa y oratoria, Manuel Sanguily Garrite, el intelectual que Juan Marinello definió como una “mente que no conoció ni el miedo ni la paz”. Diseño: Sophie Torres Quintana .