PARA ALIMENTAR EL CHOTEO CUBANO. La salida de La Política Cómica, el 30 de diciembre de 1905, devino acontecimiento periodístico al presentarse a sus lectores como semanario satírico ilustrado; se mantuvo como la preferida del pueblo cubano durante más de dos décadas. El precio era de cinco centavos y generalmente contaba con ocho páginas en que se alternaban las caricaturas con escritos de corte humorístico, denuncias de actos de corrupción y críticas a los políticos de turno. Su fundador, Ricardo de la Torriente, dibujante y caricaturista, dijo que la política al ser tratada sin seriedad podía ser criticada sin compasión, observación que vista desde la perspectiva del “choteo cubano”, permitía a los editores despacharse a sus anchas. Generalmente, cada semana los dibujos de Torriente ocupaban la portada como una suerte de editorial gráfico, marcando así el tema central del semanario; asimismo, caricaturas políticas de su autoría ocuparon espacios interiores como ilustraciones humorísticas acompañando comentarios de temas sociales y políticos, también aparecieron caricaturas de otros autores.
LIBORIO. La Política Cómica llegó a proclamarse “Semanario Satírico Ilustrado. Órgano Oficial De Liborio”, es decir, la criatura humorística nacida del talento de Ricardo de la Torriente devino eje central de la publicación. En 1900 nació el personaje, pero no apareció en La Política Cómica hasta años después, con apariencia de guajiro socarrón, sombrero de yarey, guayabera blanca y machete al cinto, presto a sacarlo para acabar con quienes hacían fortuna con la política; polémica figura, unos hablan que sobrevino símbolo del pueblo cubano, en tantos otros no le adjudican tanta preeminencia. Lo acompañaban imágenes de apoyo contextual: islas con cocoteros, la Florida dispuesta a saltar sobre su presa, buques de guerra yanquis, centrales azucareros, garrotes, cadenas, figuras del régimen y hechos que delineaban el acontecer del país. Aún cuando los estudiosos señalan que adoleció de un alto grado de estereotipación, el repertorio icónico de La Política Cómica también evidenció su eficacia, al identificarse con la norma visual estilística de Ricardo de la Torriente y con la de una parte significativa de la caricatura republicana.
Imagen de portada: La Política Cómica se mantuvo como la preferida del pueblo cubano durante más de dos décadas; en la publicación, el personaje de Liborio devino eje central. Diseño: Sophie Torres Quintana.