BIENAL 2021 NOTAS DESTACADAS

Brady Izquierdo, o apuntes para una Bienal

“La trampa”, Segundo premio en Historieta humorística de la XX Bienal (2017).

La de Brady Izquierdo no es una firma ajena en la Bienal Internacional de Humorismo Gráfico cubana. El joven caricaturista pulsa los hilos de la memoria, y comparte con Cubaperiodistas que han sido siete, o tal vez ocho, las ediciones en las que sus obras han formado parte de la muestra del salón competitivo.

Durante la última jornada de varias de esas citas, Isel Chacón, la directora del Museo del Humor de San Antonio de los Baños, ha mencionado su nombre entre los artistas reconocidos por el jurado. Lo que Brady define como el resultado de “años de ir tirando piedras por ahí”, se ha traducido en un segundo premio en la categoría Historieta humorística y en una mención y un premio de los lauros colaterales del encuentro, entregados por instituciones culturales y medios de prensa.

Para este artemiseño raigal, graduado en 2007 de la especialidad de Educación Plástica en el Instituto Superior Pedagógico “Rubén Martínez Villena”, la Bienal es un espacio de intercambio y crecimiento profesional. Entre los momentos que atesora del evento -señaló- se encuentran aquellos que le permitieron conocer a algunos de sus referentes profesionales como John Lent, Marilena Nardi, Ángel Boligán, Nani Mosquera y Antonio Nerilicón.

“Pienso que la Bienal ha servido, en cierta medida, para visibilizar la obra de muchos que empiezan a correr el camino del humor gráfico. Aunque creo que se debe seguir trabajando para que gane un papel más importante, y que se le dé el valor que ella merece por su importancia e historia”.

Mediada por la pandemia de la COVID-19, la vigésima segunda edición de esta  cita competitiva gremial discurrirá en la primera quincena de abril de manera virtual: una evolución catapultada por la necesidad de supervivencia.

Mención del premio colateral que entregó la Asociación Hermanos Saíz en la XVI Bienal (2009).

Respecto a este precedente, Brady considera que el contexto ha servido a los organizadores para darle una nueva visualidad al encuentro en el universo digital: “Soy de los que piensa que desde las redes sociales los eventos como estos se van a quedar un tanto fríos, pero valoro mucho que ante la situación global se lleve a cabo y se apueste por el humor gráfico, a pesar de todo”.

Mientras llegan las sesiones de la presente edición, en la que reincide como expositor y concursante, el caricaturista esboza empeños profesionales concretados que le ponen buena cara a su 2020 pandémico.

“Gané cinco premios internacionales, ilustré tres libros, y realicé dos exposiciones colectivas importantes: una en el Centro de Arte Contemporáneo “Wifredo Lam”;  y otra junto Ares y Boligán en la galería Angerona, en mi provincia de Artemisa.

“Además, en paralelo con mi obra gráfica, me permitió ahondar en otras líneas más plásticas de mi creación. Para los dibujantes “estar en cuarentena” puede ser habitual pues a menudo andamos encerrados, cocinando algo creativo”.

Mientras, el 2021 trae para Brady una expo a dos manos con su amigo el caricaturista Michel Moro, como parte de las actividades del programa de esta XXII Bienal. Luego, en julio, a ellos dos se les unirá Ramiro Zardoyas en una muestra que recoge algunas de las piezas del team de La Ubre, colectivo del que los tres forman parte.

Un libro de historietas que compilan las aventuras de un cosmonauta en cuarentena también integra su agenda de trabajo presente, la que, según las horas dedicadas a cultivar su obra personal, da fe que todavía queda mucho, mucho trazo por dar.

Premio colateral de la XXI Bienal (2019).

 

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