Rotativa del tiempo

Diario de la Marina

CON DIOS Y CON EL DIABLO. El domingo tres de septiembre de 1844, en La Habana, salió el primer número del Diario de la Marina de franca postura conservadora, cerrado por la Revolución el 10 de mayo de 1961. Desde su nacimiento estuvo vinculado al poder colonial, el comercio peninsular y los gobernantes de turno; autodenominado “El decano de la prensa cubana”, fue sucesor de El Noticioso y Lucero de La Habana, y el español Isidoro Araujo de Lira lo fundó y devino primer director. Para ilustrar su postura reaccionaria basta recordar que publicaron con beneplácito las muertes de Ignacio Agramonte, Carlos Manuel de Céspedes y Antonio Maceo, y el fusilamiento de los estudiantes de Medicina. Tras la derrota colonial española y la invasión yanqui, Nicolás Rivero Muñiz, entonces director del diario, sorteó la situación repartiendo dulces para todo el mundo, al decir que las “fuerzas vivas” podían quedar tranquilas con los editoriales y artículos, mientras sus lectores podían vivir pendiente de la crónica social, la página católica, las reseñas de espectáculos, modas y deportes.

PERIODICO DE LA OLIGARQUÍA. El Diario de la Marina se acogió a la modernización a partir del modelo de prensa norteamericano que propendía a mayores tiradas, renovación del proceso de impresión, diversificación de la publicación y expansión de su alcance. El periódico tuvo 30 páginas para acoger las secciones Charlas políticas, Editorial, Cartas al director, Caricaturas, Crónica habanera, Síntesis mundial, Modas, Noticias católicas, Policía, Tribunales y Carteleras. Dispuso de un suplemento literario que abrió espacio a la vanguardia intelectual de la Isla y donde publicaron Alejo Carpentier, Manuel Navarro Luna, Ramiro Guerra y extranjeros como Jorge Luis Borges y José Carlos Mariátegui; también se divulgó la primera edición de los Motivos de son, de Nicolás Guillén. El Diario de la Marina durante su centenaria existencia se pronunció contra la independencia, fue aliado de la oligarquía cubana vinculada con el azúcar y el latifundio, y apoyó los intereses yanquis y las dictaduras de Gerardo Machado y Fulgencio Batista; tras el triunfo de la Revolución devino tenaz opositor hasta su cierre en medio de una enconada lucha ideológica.

Imagen de portada: El Diario de la Marina mantuvo desde sus inicios una franca postura conservadora; fue cerrado por la Revolución el 10 de mayo de 1961. Diseño: Sophie Torres Quintana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *