La proclamación de un manifiesto de la Presidencia de la UPEC en denuncia al despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe y de sus amenazas de intervención armada, especialmente dirigidas contra la República Bolivariana de Venezuela, selló el V Pleno del Comité Nacional de la organización, compartido por el sistema de videoconferencias desde el teatro de ETECSA en el edificio Beijing, del Centro de Negocios de Miramar, en la capital.
Mientras en Caracas intelectuales, activistas, organizaciones y movimientos sociales —incluida una delegación cubana que cuenta con representantes de la UPEC— celebran la Cumbre de los Pueblos en respaldo a la Revolución Bolivariana, la declaración de principios del gremio reporteril expuso en La Habana la intención imperial de buscar un “cambio de régimen” para apoderarse de los cuantiosos recursos venezolanos, lo cual presupone una feroz ofensiva comunicacional que se empeña en deslegitimar a los líderes de aquella nación.

Al cierre del intercambio, seguido a distancia por los líderes de la UPEC y los medios en todas las provincias y en la Isla de la Juventud, Maridé Fernández López, vicejefa del Departamento Ideológico del Comité Central, reiteró a los periodistas el reconocimiento de las principales autoridades del país por la extraordinaria labor informativa en los días difíciles del paso y tras los daños del huracán Melissa en la zona oriental de la nación.
Al inicio de ese punto del Pleno —encabezado, como todos los otros, por el presidente nacional, Ricardo Ronquillo, y sus colegas profesionales y no profesionales de ese equipo, así como relevantes invitados— el presidente de la UPEC en Granma, Daniel García Zayas, explicó el procedimiento para distribuir entre colegas orientales que sufrieron pérdidas por el ciclón la ayuda solidaria de 215 300 pesos aportada voluntariamente por 191 afiliados de la UPEC de toda Cuba.
Aunque cabía esperar más respaldo —y esto no es un pronunciamiento del pleno sino personalísima opinión del autor de esta nota— considerando que la UPEC tiene 3511 miembros y que tanto los históricos valores del gremio como la alta probabilidad de cada uno de sufrir un ciclón en cualquier temporada pudieran llevar a cambiar los roles en esta historia, lo relevante es que este proceso continúa el fomento de una tradición de respaldo de la organización a sus integrantes a partir de lazos horizontales.

Como contaron los miembros del Comité Nacional, el huracán Melissa dejó enseñanzas: la necesidad de fortalecer la infraestructura de los medios, la conectividad y la logística, asuntos que deben ser analizados también en los consejos de defensa a todos los niveles. De igual modo, “del lado de acá” deben ser actualizadas las estrategias de comunicación.
Los colegas celebraron la articulación entre equipos de enviados especiales y reporteros locales, y entre medios y canales de comunicación aparentemente “distantes” por su perfil. El rol de la prensa comunitaria y de los líderes políticos de municipios y provincias —fueron elogiados sobremanera los de Granma, Holguín y Santiago de Cuba— fue referido con auténtico ardor.
Son útiles los aprendizajes. La Agencia Cubana de Noticias (ACN), por ejemplo, decidió que en el futuro no les será tan sencillo a equipos extranjeros imponer desde temprano su narrativa visual de un ciclón: el colectivo dirigido por Norland Rosendo ya se proyecta en la garantía de recursos y equipos básicos para “desembarcar” con anticipación -como hicieron medios internacionales- a sus mejores foto/reporteros allí donde se espera el peligro.
En el Pleno, la joven fotógrafa del periódico Granma Nieves Molina expuso con toda madurez su experiencia y lecciones: cada medio puede gestionar su logística y sustento en el lugar, para no erigirse en carga adicional del territorio afectado, y a la par deben mostrar respeto y cuidado ético a la hora de mostrar a las personas lastimadas y relacionarse con colegas locales.
El V Pleno había iniciado con el análisis de la marcha del experimento para el cambio de los modelos de gestión de la prensa, explicada en primer lugar por Ronquillo. Desde el primero de agosto de 2023 a la fecha, el proceso merece una primera autocrítica asumida por el presidente de la UPEC: no ha avanzado lo suficiente a pesar de los alentadores resultados que muestran los involucrados.

Ronquillo ofreció varios elementos: cambios de equipos de dirección en los medios, lo cual ralentizó la marcha, apoyo irregular de las mismas autoridades territoriales creadas para impulsar la iniciativa, la UPEC no siempre supo comunicar a los liderazgos locales el alcance del proyecto, a pesar de que —¡vaya paradoja!— tanto el Secretariado del Comité Central como su Buró Político lo han seguido desde el comienzo.
Como se ha reconocido otras veces, Ideas Multimedios, Escambray, Cubavisión Internacional y ACN destacan por avanzar con calidad en el experimento y demuestran en sus plantillas otra de las consideraciones del informe: donde se aplica con rigor, se frena la emigración de profesionales o, al menos, se compensa esta con los que se motivan a entrar y permanecer.
Los casos ejemplares han logrado fidelizar equipos de jóvenes profesionales que entienden la primera misión del proceso: cambiar la gestión editorial y pelear por audiencias que se van “a marcha forzada” a consumir mensajes a otros terrenos de la batalla simbólica.
“El experimento estimula a salir de la zona de confort y pensar la producción editorial desde otra perspectiva, sin depender tanto del presupuesto del Estado”, reiteró el líder de la UPEC, quien considera que, como pidieron algunos compañeros, se puede hacer más para explicar la naturaleza, acceso, mecanismos y alcances del proceso.
Durante el punto, Randy Alonso explicó que se requiere intercambios con los gobernadores y dirigentes políticos de las provincias donde estén enclavados los medios por involucrarse en el experimento, demanda que vale igual para con funcionarios de las delegaciones de los ministerios que avalan desde la base las inclusiones.

Con un trecho muy bien andado en este camino, Ideas Multimedios dedicó este año a reorganizar su arquitectura funcional de acuerdo con las exigencias que se hace a sí mismo. “Precisamos las habilidades requeridas para cada cargo a tenor de las nuevas exigencias que plantea un multimedio”, señaló Randy Alonso.
Desde Las Tunas, el colega Itsván Ojeda demandó que la voluntad política se exprese más en acciones y agregó que falta conocimiento de la institucionalidad en los territorios para que los medios sean vistos y respetados como prestadores de servicios de comunicación. A su juicio, hay demasiada discrecionalidad en la aplicación de las normas, sobre todo en el área económica del experimento, y ello multiplica las trabas y frena la autonomía.
En tanto, Adalys Ray, la presidenta tunera, llamó a crear garantías de que los deseos de cambio en la gestión de los medios lleguen a las emisoras municipales. Estas últimas, por cierto, y no solo en Las Tunas, viven una penosa situación energética que atenta directamente contra la realización creativa y salarial de una obra (noticieros y programas de otro perfil) que se prepara con esmero pero apenas sale al aire.
Llamados a convertir a su provincia en capital cubana de la transformación de la prensa, los espirituanos, con Humberto Concepción al frente, ya consiguieron para sus tres medios centrales la condición de unidad presupuestada con tratamiento especial, pero ahora tienen el reto de fortalecer ese tejido de avanzada justo en emisoras municipales francamente desaprovechadas por carencias ajenas al espíritu de sus colectivos.
Otro propósito singular que “reapareció” en el diálogo fue la idea de crear radiotelevisoras locales a partir de la integración humana y material de los recursos de una emisora y un canal de televisión. El potencial de Sandino, en Pinar del Río, constatado en el sitio por el presidente Ronquillo, fue comentado de nuevo.

La Doctora Rosa Miriam Elizalde apuntó que el país de hoy no es el mismo del que teníamos en los días de inicio de este experimento y coincidió en la importancia de esas plantas radiales locales para hacer contrapeso a los ataques externos. “Hay que estar lo más cercano posible a la gente y mirar el sistema de medios públicos justamente como eso: un sistema”, concluyó la destacada investigadora.
A Víctor Hugo Leyva, presidente en Santiago de Cuba, también le preocupa la “situación paupérrima” de las emisoras municipales, que a menudo no tienen ni con qué “arrancar”. En su criterio, hay que crear un sistema de comprobación de tareas porque lo que no se entienda con conciencia hay que buscarlo con indicaciones. Se requiere —agregó— un paquete metodológico y una institucionalidad que resuelva, por ejemplo, la carencia de una fuerza vinculante a lo que dice la UPEC.
Entre los escollos mencionados, Maridé Fernández colocó un aporte a la balanza: de los 14 medios que iniciaron el experimento no solo ninguno ha salido, sino que todos tienen buenos resultados. Y ya sumamos 14 más.
“Hace falta —acotó— cambio de mentalidad, pero los primeros que deben cambiarla son los directores de los medios de comunicación”.
Otro punto significativo de la reunión fue la presentación, por Bolivia Tamara Cruz, vice presidenta primera de la UPEC, de la marcha del plan de actividades de la organización por el centenario del natalicio del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.
Como cierre del V Pleno del Comité Nacional de la UPEC, la Presidencia rindió cuenta de su gestión entre octubre de 2024 y septiembre de 2025, una etapa, como la que ahora se inicia, en que la terca realidad coincide con la idea de Maridé: “Los medios tienen que reinventarse”.
Imagen de portada: Foto de Nieves Molina.

