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Ecuador: fake news, un arma contra el correísmo

El 8 de marzo de 2018, la prestigiosa revista Science publicó un artículo sobre las distintas velocidades en que circulaban la información verificada y las fake news en la ex Twitter, hoy X. La conclusión fue que las noticias falsas llegaban “más lejos, más rápido, más profundo y más ampliamente que la verdad”. Con casi un 70 por ciento de diferencia. Ecuador es hoy un eslabón más de esa dinámica planetaria donde lo inverosímil se transforma en verosímil. Y cada sociedad, como una esponja, lo absorbe con mayor celeridad.

Una semana antes de las elecciones, como parte de la campaña sucia para que Revolución Ciudadana no regresara al gobierno con Luisa González como candidata, se difundió un video de un minuto que pretendía vincular a Rafael Correa con el narcotráfico.

Publicado en Facebook y tuiteado el 13 de agosto por el periodista Christian Zurita que reemplazó al asesinado Fernando Villavicencio como aspirante a la presidencia, se comprobó que los presuntos criminales eran integrantes de una banda musical.

En la imagen se ve cómo hacen una broma pesada con dólares de utilería y alusiones a un aporte millonario para la campaña de la Lista 5 del correísmo. Aunque el líder del grupo declaró que la cinta era auténtica pero que se había tergiversado su contenido, ya era tarde. Se volvió viral y la aclaración posterior de semejante engaño fue inocua. Solo en la red X, el video posteado por Zurita había sido reenviado 4 469 veces.

Andrés Sal Lari es un periodista y documentalista argentino que cubrió las elecciones desde Quito. Hizo un envío con el video para la cadena Hispan TV y dejó en evidencia lo que le pareció “una fake extremadamente burda”. Consultado por Página 12, agregó que vio “mucha contaminación en las redes y noticias manipuladas como en todas nuestras sociedades, aunque no se llegó a un laboratorio promotor de noticias falsas como en Brasil”.

Autor del documental El odio sobre el proceso político que llevó a Jair Bolsonaro al gobierno y a la Lula a la cárcel, Sal Lari pudo confrontar las realidades de los dos países sobre el terreno.

Zurita escribió en su posteo sobre el clip musical: “Video que habla por sí mismo. Véanlo completo”. El líder de la banda, el abogado David Londoño, le respondió en otro mensaje subido a TikTok: “Politiqueros que han utilizado el video del tema musical y han desnaturalizado su esencia como tal. En los estrados nos vemos, ahí los voy a mear”.

El clima enrarecido y violento que vive Ecuador provocado por los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación asociados a grupos mafiosos locales como Los choneros y Los lobos, más la mafia albanesa del cártel de los Balcanes, convirtió al país en lo que el expresidente Correa llama “un estado fallido”.

En ese paisaje donde los homicidios subieron entre 2021 y 2022 de 2 464 a 4 450 casos, la política está demasiado familiarizada con las fake news. Ya en las elecciones de febrero de 2021, que llevaron al banquero Guillermo Lasso a la presidencia, sucedió lo mismo. El actual mandatario que disolvió la Asamblea Nacional para evitar un juicio político y adelantó su retirada del Palacio Carandolet, rivalizaba sobre quién promovía más la desinformación con el candidato que pasó junto a él al balotaje: el economista Andrés Arauz cercano a Correa y ahora postulante a vice junto a Luisa González.

Arauz había ganado la primera vuelta con el 32,72 por ciento y culpó a Lasso de inventar y hacer virales mentiras contra él. El actual presidente, que había salido segundo con el 19,74 por ciento de apoyo y después ganó el balotaje, se quejaba de campañas sucias para socavar su candidatura.

En aquel momento, la Coalición Ecuador Verifica —una entidad formada por medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil y universidades— identificó varios contenidos en las redes sociales que acusaban a Arauz de tener causas por peculado, títulos universitarios fraudulentos, de intentar replicar el modelo del gobierno de Venezuela y de aceptar dinero del narcotráfico para su campaña. Pero todos resultaron falsos.

Hoy, dos años y medio después, la realidad ecuatoriana cruzada por las noticias falsas no se modificó. Continúan utilizándose como herramienta para dañar reputaciones y fuerzas políticas. Una de las que más circuló y Ecuador Verifica chequeó para desmontarla, es que el Chapo Guzmán hizo campaña por la Lista 5.

Otra mencionaba que se había encontrado un call center correísta en México. “Esto explica tanto apoyo a estas ratas”, decía el posteo. Una más mencionaba que Luisa González ganaba en las cárceles. Y otra que Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, apoyaba a la misma candidata. Todas, como quedó comprobado, eran falsas. La mayoría de las fake news iban dirigidas hacia Revolución Ciudadana.

El video del grupo musical que ventilaba una donación para el correísmo de 10 millones de dólares, que mostraba billetes de utilería termosellados y hasta un helicóptero para trasladarlos, continuó circulando pese a que se tergiversó su contenido.

Estas prácticas remiten al escándalo de Cambridge Analytica cuando se apropió de datos de 50 millones de usuarios de Facebook en Estados Unidos para manipular las elecciones que ganó Donald Trump. Steve Bannon, su ex asesor presidencial, fue miembro del directorio de la empresa que tiempo después sería desmontada.

Un consorcio de periodistas descubrió que en la saga de Cambridge Analytica había sido clave una organización israelí que también manipulaba información asociada a aquella. El diario británico The Guardian participó de la investigación y señaló que esa pata de la red delictiva estaba a cargo de un ex agente de las fuerzas especiales llamado Tal Hanan, que respondía al nombre ficticio de Jorge y había interferido en elecciones en más de un continente. Alexander Nix, el británico y ex director ejecutivo de Cambridge Analytica, se refería a él por esa identidad falsa.

Ecuador y su debilitada democracia atraviesan la peor crisis de criminalidad de su historia. La evidencia del daño que causan las noticias falsas quedó a la vista. Pero hay políticos que tienen su propia interpretación de lo que pasa en cada rincón del país, en sus ciudades, en sus pueblos. Aquiles Álvarez, el alcalde de Guayaquil, una de las dos ciudades más importantes, es un exdirigente futbolístico del club Barcelona y empresario ligado al sector de hidrocarburos.

Referente joven de Revolución Ciudadana dijo en un acto reciente: “Las redes son el tres por ciento de la población, el voto está en la calle”. Los candidatos salieron a buscarlo en un clima electoral tenso, violento y donde las fake news tienen un poder de fuego semejante a las armas que utilizaron los sicarios que mataron a Fernando Villavicencio.

Foto de portada: Simpatizantes de Luisa González, del partido de Correa (EFE)

Tomado de Página 12

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Gustavo Veiga
Periodista y docente. Autor de "Deporte, desaparecidos y dictadura", "Fútbol [sic] limpio, negocios turbios" y "Donde manda la patota: barrabravas, poder y política".

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