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Se viene el comunismo en la Argentina: el TikTok de Bruno Lonatti

Bruno Lonatti comenzó casi por accidente haciendo TikTok y terminó siendo el joven argentino -y comunista- que lo introdujo al actual presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, en esa red donde importan más que nada los jóvenes del mundo. Con él grabó en dos ocasiones en que visitó la Isla, donde ya es famoso y le piden fotos por la calle.

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez abraza a Bruno Lonatti durante la clausura del Segundo Coloquio Internacional Patria, celebrado en marzo de este año. Foto: Estanislao Santos.

Este joven cordobes milita activamente en la Federación Juvenil Comunista, y su principal desafío por estos días pasa por armar videos desde donde intervenir para “ser como el Che”.

Agencia Paco Urondo: ¿Cómo es que un joven comunista termina armando videos para TikTok, es algo -al menos- raro? 

Bruno Lonatti: Sí, totalmente. De hecho, yo considero que fue un accidente, la militancia en lo comunicativo. Fue producto de la pandemia, del encierro, de la falta de una regularidad en las actividades militantes. En esos tiempos, que ya aparecen tan lejanos pero fueron hace tres años prácticamente, la militancia era la olla en el barrio y hasta ahí. Después, lo propio de lo estudiantil ya eran las redes sociales, los grupos de whatsapp. Entonces en ese ámbito yo empiezo a incursionar en las redes sociales con ganas de aportar en otro aspecto y llegó a TikTok que era una aplicación nueva.

Es algo muy reciente en la Argentina. No tanto desde lo legal porque ya tenía una presencia hacía un par de años con otro nombre que se dedicaba más a la música, a los vídeos bailados, que es un poco lo que se nos recrimina a nosotros de decir que nos sumamos a eso, pero no, hacemos otra cosa. Ya le habían dado una vuelta, ya era TikTok, ya tenía un millón de miembros en Argentina. En ese momento me di cuenta que había un nicho ahí de gente que le interesaba la política, que quería un contenido político de análisis de la realidad nacional, de análisis de realidad internacional y que tenía que empezar a comunicar ahí, en TikTok.

Empecé, como quien dice, a conocer un poco las dinámicas de la aplicación aprendí a filmar y poco a poco mediante el hacer comunicativo, mientras hacía los vídeos  fui agarrándole cada vez más la mano hasta que entendí a la perfección la lógica y pude explotarla al máximo. A través de eso, ya llevo tres años aproximadamente haciendo vídeos.

APU: Me imagino, que el primer contratiempo, dolor de cabeza, fue el tema del tiempo tan corto…¿Cómo hacer para trasmitir las ideas militantes? 

Una de las cosas que más se nos critica es eso. Se nos dice que caemos en consignismos o que no profundizamos en las críticas. Más que nada, nosotros lo que hacemos es comunicar pero entendiendo que tenemos tres batallas. Primero la batalla de la información. Si la información no existe, si la información no llega, no vamos a poder pasar a la segunda batalla, que es la batalla de las ideas. Esta ya tiene que ver mucho más con lo que son las ideas, lo que es la batalla ideológica per se, lo que traemos nosotros con las mochilas hace años y años. Después tenemos la batalla de las emociones, que es como conmovemos a la gente y como los motivamos a través de esas herramientas teóricas conceptuales que construimos.

Estamos en la batalla de la información todavía, estamos muy lejos de llegar, siquiera al terreno de la batalla de las ideas, a mi parecer. Por lo tanto, al no tener la información, ni siquiera nuestra gente, nuestra propia militancia, entonces mucho menos la gente. Lo primero que tenemos que abordar es la batalla de la información. Es hacer que la información llegue a la gente.

En eso, desarrolle este proyecto que es individual, pero que he tenido muchos compañeros y compañeras, que me han apoyado en diversos momentos y que lo que busca es combatir la desinformación, es darle la vuelta de tuerca al discurso mediático y es mostrar lo que justamente no nos están mostrando, lo que no nos están enseñando.

Entonces va desde ese lado el trabajo en redes, en TikTok particularmente, va entendiendo que tenemos una batalla por la información en la actualidad.

APU: Tus videos tienen mucha reproducciones, muchas vistas, en Latinoamérica, de hecho te hiciste muy conocido en Cuba. ¿Se da por esta historia en común?

En primer término nuestra lucha es claramente internacional. Cuando pienso la batalla de la información la pienso en ese ámbito desde un punto de vista en primer medida regional, porque en todo Latinoamérica tenemos algo muy particular de nuestros países que son las grandes corporaciones mediáticas que concentran en sus manos, alrededor de los 80 por ciento de la difusión tanto de papel de tirada de diario como de radiodifusión, como audiovisual. Algo que pasa en Argentina, Perú, Chile por lo tanto tenemos una circunstancia muy similar en todo y también tenemos que se está utilizando las redes sociales como herramienta de difusión ya de los pueblos. Por lo tanto ha habido experiencias muy particulares como por ejemplo durante el paro general en Colombia que fueron las redes sociales, la herramienta de difusión del pueblo colombiano no fueron los medios de comunicación, fueron las plataformas independientes que se conformaron en redes sociales y fue la misma gente teniendo presencia en estas redes y difundiendo, por ejemplo, cómo se daba la represión en TikTok, que es algo que sucedió mucho.

En Ecuador sucedió lo mismo, un país que normalmente cuando existen grandes movilizaciones y grandes represiones no llega a nada. Y, nos llega a través de los videos que se difunden por TikTok.

Por lo tanto, a mi me pareció muy importante darle voz, compartir, difundir lo que sucede en otros países y a través de ese trabajo fui comunicandome, teniendo muy buenas relaciones con compañeros de toda latinoamérica, fuimos tejiendo esas relaciones y a partir de eso, yo tambien comunique si se quiere para sus países en muchos casos. Porque inclusive, cuando uno piensa los videos, por ejemplo sobre Colombia, es impresionante el recibimiento que tiene en el pueblo colombiano. Los videos tienen un cincuenta por ciento de vistas en Argentina y un cincuenta por ciento en Colombia. Cuando estas hablando de Colombia para los argentinos pero al público colombiano también le interesa ese video, resulta informativo muchas veces ver como un compañero de otro país analiza, con las perspectivas y las nociones propias de Argentina, la realidad de lo que puede estar pasando en Colombia. Por lo tanto, el público termina siendo regional.

Algo puntual que pasó fue con Cuba, donde tienen bloqueado el acceso digital. No tienen acceso a las grandes plataformas de redes sociales. El acceso a Twitter está limitado, hace tres meses no pueden hacerse cuenta. El acceso a Instagram también es muy limitado. TikTok está bloqueado por asuntos legales según la aplicación de Tik Tok así como otras más. No tienen acceso a páginas de consumo, que inclusive pagándolas no se las darían y que para nosotros resultan de vida cotidiana, como puede ser Tik Tok pero hay muchos ejemplos más.

Por lo tanto, lo que terminamos haciendo fue comunicar lo que el propio pueblo cubano no puede hacer por el bloqueo digital. Es decir, la realidad de Cuba que nos llega es la que se dicta en Miami. Miami termina siendo la capital cubana para nosotros porque es el contenido y es la cultura que nos llega pero en cambio la comunicación cubana llega poco y nada de nuestro país entonces intentamos darle voz a eso, tejimos una relación muy buena y ese contenido llegó a gran parte de Latinoamérica.

APU: Fuiste quien introdujiste al presidente cubano Díaz Canel en el mundo del Tick Tock: ¿Cómo fueron esos encuentros?

BL: Eso sucedió el año pasado, fue el primer encuentro que tuvimos con el presidente Díaz Canel, fue muy interesante porque nosotros llegamos al Palacio de la Revolución sin imaginarnos nada, estábamos en la primera edición del Coloquio Internacional Patria. Hace poco más de dos semanas fue la segunda edición.

Éramos alrededor de 15 comunicadores de Latinoamérica y en un determinado momento nos dicen, el presidente quiere hablar con ustedes. Estábamos completamente anonadados, no cabía en nuestra cabeza la idea de tener una reunión con el Presidente. Fuimos al Palacio de la Revolución y hablamos como con cualquier persona como si compartiéramos una comida, un café.

Tuvimos una charla muy extensa, de varias horas y posterior a esa charla dijimos, tenemos que grabar un TikTok, tenemos que comunicar esto mismo que estuvimos hablando. Lo resumimos todo en una pregunta que fue, ¿Por qué le parece necesario tener esta relación con el pueblo? Es algo muy puntual de él, que una vez a la semana visita determinados barrios y se forma prácticamente una asamblea barrial con el presidente, por lo tanto nos pareció muy interesante esa práctica por parte del presidente de Cuba, ni más ni menos que de Cuba que tan presente está en las corporaciones mediáticas, como el mal ejemplo de Latinoamérica de lo que implica para ellos un autoritarismo de izquierda.

APU: ¿Pudiste transmitirle la importancia de estar en las redes, generar contenido?

BL: Sí, totalmente. De hecho esa fue la reunión de trabajo que tuvimos. Nos escucharon con mucha humildad y nosotros por supuesto también. Fuimos a hablar con mucha humildad y de nuestro punto de vista y experiencia en redes sociales, también como jóvenes comunicadores, nuestra visión del mundo y de lo que nosotros consideramos justo o injusto. Fue una reunión muy interesante que tuvimos el año pasado y un congreso muy interesante también. Que dio pie a todo lo que sucedió este año que fue muy particular y muy distinto al año pasado. Tuvimos, por ejemplo, un acto de cierre que tuvo una presencia de 70.000 personas en las escalinatas de la Universidad de La Habana. Un acto que rompió todos los esquemas de la comunicación política latinoamericana.

Fue un acto en donde se vivió una proyección en vivo para 70.000 personas sobre el edificio de la universidad de la Habana. Proyecciones del discurso de Fidel, pero también de ,la situación con las vacunas cubanas, lo que fue el Covid, fue todo un recuento que se hizo a través de proyecciones muy lindas. Tuvimos seis oradores que no hablamos más de cinco minutos, porque también me tocó hablar.

Fue un acto que rompió absolutamente todos los esquemas porque unió el arte con lo que podríamos llamar la tecnopolítica, porque la unión de la tecnología con la política es lo que parió este acto. Fue una experiencia impresionante y más aún poder hacerlo en Cuba que no es cualquier país. Por un lado tiene la autoridad moral para guiar, si se quiere, los procesos y a los pueblos en su camino a la liberación y por otro lado a guiar a la política tradicional latinoamericana a este concepto de la tecnopolítica y de la comunicación política moderna que es muy distinta a la anterior, y que hay muchos choques ahí.

Hubo mucha discusión, por ejemplo con el protocolo, muchas veces termina siendo negativo para este tipo de actos porque es muy distinto un acto en el que se lee un documento, hay un orador y se habla durante dos horas, que un acto en el que hay seis, siete, ocho oradores que es intercalado por música, pero no solo música porque no era solamente un trovador cantando, sino que era un DJ tocando dos tres temas entonces y al mismo tiempo teniendo proyecciones en toda la Universidad de La Habana que es algo histórico que sea en Cuba porque es última tecnología. Es algo que realmente rompe todos los esquemas y es un ejemplo de lo que puede ser la comunicación política moderna latinoamericana.

APU: ¿Cómo te encontraste a Cuba en tus recientes visitas? 

BL: La situación en Cuba es muy difícil particularmente por los estragos de la pandemia, por los estragos de la falta de una de las industrias particularmente importantes que es el turismo y además el impacto que tienen las 243 medidas que dejó la administración Trump y que ha sostenido la administración Biden en los últimos tres años que son muy difíciles, que se expresan desde la falta de combustible, hasta la escasez de muchos productos que son necesarios tanto para la salud, como para la educación, por lo tanto una realidad que es muy difícil. Una economía que es completamente acechada acosada y cercada por parte de los Estados Unidos y quienes lo avalan finalmente con su neutralidad y con su sometimiento.

Siempre tenemos este tipo de conversaciones, nos comentan que una de las cosas más difíciles son por ejemplo, los fletes navales, o sea, llevar los productos a la isla implica una gran cantidad de fletes, esos fletes por un lado terminan siendo sancionados por que no pueden ingresar a Estados Unidos por lo tanto hace falta conseguir fletes en el Caribe que estén dispuestos a llevar productos a Cuba entendiendo que después no van a poder ingresar a los puertos de Estados Unidos. Que son claramente los puertos principales importadores del Caribe, por lo tanto, es muy difícil la cuestión de los fletes y los que se encuentran terminan con un sobreprecio impresionante, es muy difícil la situación en Cuba aún así lo que pudimos ver y lo que pudimos constatar es la gran voluntad de resistencia por un lado y por el otro el alto nivel de conciencia que se sostiene en la isla, que se expresó también en las últimas elecciones, que tuvieron una participación del 75%, y en el 72% de los casos se votó activamente por los candidatos propuestos.

Las elecciones cubanas son algo muy particular que tiene Cuba y un ejemplo que a mí me parece paradigmático que es como construir una democracia desde abajo, justamente con los delegados de base, con las elecciones municipales y cómo constituir desde eso la infraestructura de un Estado y la infraestructura legislativa en este caso de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que es la Asamblea Legislativa cubana.

Considero que Cuba es un paradigma en la región, desde un punto de vista, es un milagro de las sociedades, es un milagro de la humanidad tener ese faro civilizatorio a 100 millas de los Estados Unidos que ha sostenido su Revolución contra viento y marea contra los más difíciles embates. Y que los sostiene hoy en día con plena conciencia de lo que significa para Latinoamérica como ejemplo paradigmático de revolución social y de liberación nacional.

APU: ¿Continúa en vos, en tus compañeros, el faro para la militancia que significó el CHE en otros tiempos?

BL: Desde que empecé a militar siempre se nos enseñó en las distintas escuelas, en los distintos momentos de formación, el ejemplo de Marcelo Feito que para la militancia comunista Argentina es muy importante. Era un brigadista del café que después termina en la guerra civil salvadoreña, quien es asesinado en la guerrilla por parte de la fuerzas del gobierno Salvadoreño aliadas con los Estados Unidos, por lo tanto, el ejemplo de Marcelo Feito, se ve en una frase que tiene él partiendo de la Argentina cuando dice ´ahora vamos a ver si seremos como el Che´, esa es la frase paradigmática: ¿Por qué? Porque nosotros cotidianamente decimos seremos como el Che, incluso en Cuba los pioneros que son la organización de la UJC dice: seremos como el Che pioneros por el comunismo, seremos como el Che. Esa es la frase de los pioneros, por lo tanto seremos como el Che como ejemplo paradigmático de Hombre Nuevo, de humano nuevo, atraviesa transversalmente nuestra militancia y nuestra vida cotidiana porque se como el Che, a mi modo de ver, no se expresa simplemente en la militancia o en nuestro compromiso, sino más en el hacer cotidiano, en nuestras prácticas cotidianas.

Más desde el punto de vista de entender que somos profundamente humanistas que es algo que nosotros tenemos que reclamarnos más, porque nosotros siempre en nuestro discurso, en nuestro ser comunicativo solemos caer en la denuncia, caer en el lenguaje -muchas veces- negativo. No digo que esté mal, para mí está perfecto y es nuestro rol.

Ahora nosotros tenemos también que reclamar y tenemos que decir que somos profundamente humanistas ante todo y que todo lo que proponemos nace de que somos profundamente humanistas y que sentimos como dijo el Che  ´cualquier injusticia contra cualquier persona en cualquier lugar del mundo´. En eso nos atraviesa más que nada el Che Guevara: su figura, su trascendencia histórica y su figura, tanto simbólica, como ideológicamente, porque estoy completamente seguro de que el Che es uno de los grandes teóricos de la Revolución en Latinoamérica.

Tomado de la Agencia Paco Urondo

Foto de portada: Estanislao Santos

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