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La disyuntiva de “PATRIA O MUERTE”

El 4 de marzo de 1960 estalló en los muelles de la Pan American, del puerto de La Habana, el buque francés “La Coubre”, que proveniente del puerto de Amberes, Bélgica, transportaba armas y municiones adquiridas por Cuba para su defensa.

La primea explosión se produjo a bordo, y cuando obreros, soldados, bomberos y policías acudían a socorrer a las víctimas, un segundo estallido provocó un número  mayor de muertos y heridos, y destruyó completamente las bodegas donde se realizaban los trabajos. 75 muertos y más de 200 heridos, entre ellos numerosos mutilados, fue el saldo de aquel hecho.

Julio García Luis, quien reseñó en su libro “40 Momentos de la Revolución Cubana” aquel hecho, a todas luces un sabotaje, afirmaba que las pruebas realizadas  después por Cuba, que incluyeron el lanzamiento desde aviones de algunas de las cajas de granadas para fusiles FAL, “las mismas que estaban siendo descargadas cuando se produjo el desastre, demostraron que era imposible un accidente fortuito”.

“La convicción firme resultante de las investigaciones fue que el acto de sabotaje realizado en el lugar de embarque, fue planeado de forma tal que al ser movidas las cajas se produjera la explosión”.

En el sepelio de las víctimas el día 5 de marzo “a  las puertas de la necrópolis de Colón, Fidel se dirigió a la enardecida multitud,  ofreciéndole a los cubanos la nueva consigna de “¡Patria o Muerte!”. Era de noche cuando concluyó: “Y no solo que sabremos resistir cualquier agresión,  y que nuevamente   no tendríamos otra alternativa que aquella con que iniciamos la lucha revolucionaria: la de la libertad o la muerte. Solo que ahora libertad quiere decir algo más todavía.: Libertad quiere decir Patria, y la disyuntiva nuestra será: ¡Patria o Muerte!”.

Solo referiremos algunos momentos de la sexta década, en que por ocasión esa disyuntiva fue expresada en la plaza pública.

Con OEA o sin OEA le ganamos la pelea

El Viernes 2 septiembre de 1960, una gigantesca concentración reunida junto a la imagen y el recuerdo de José Martí en la Plaza de la Revolución que lleva su nombre, escuchó y votó con los brazos en alto el documento  conocido como la Primera Declaración de La Habana, respuesta a la Declaración de San José, documento dictado por Estados Unidos  a la Séptima Reunión de Consulta de Cancilleres de la OEA reunida en el Teatro Nacional de San José, Cosa Rica,  días antes, el 22 de agosto, y que buscaba en esa, su Departamento de Colonia ,como la había calificado nuestro Canciller de la Dignidad, Raúl Roa, la cobertura para aislar y agredir a gobiernos que no eran de su agrado. Pero el Secretario de Estado norteamericano, Mr. Herter, no pudo obtener una condena directa contra el Gobierno cubano. Fidel leyó nuestra declaración y concluyó: “La Asamblea Nacional del Pueblo de Cuba le responde: ¡Presente, Cuba no fallará! Aquí está hoy Cuba para ratificar ante América Latina, y ante el mundo, como un compromiso histórico, su lema irrenunciable: ¡Patria o Muerte!”.

El 16 de abril de 1961, en el escenario de 23 y 12, con los fusiles levantados por los brazos vigorosos de obreros en el sepelio de los milicianos muertos en el ataque aéreo de los mercenarios al aeropuerto de Ciudad Libertad, y la proximidad de la entrada en combate contra los invasores, Fidel exhortaba: “Gritemos con más ardor y firmeza que nunca, cuando ya hay cubanos inmolándose en combate: ¡Viva Cubalibre!¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!“.

En diciembre  de 1961, tras cabildeos de la Administración norteamericana y a cambio de pedazos de la cuota azucarera arrebatada a Cuba y de algunos fondos de la  llamada Alianza para el Progreso, la mayoría de los gobiernos latinoamericanos, con la honrosa excepción del mexicano y el brasileño, fue aprobada la convocatoria para celebrar en el hotel-casino San Rafael, en el balneario de Punta del Este, Uruguay, la Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA.

En enero de 1962, el gobierno de EE.UU. circuló una propuesta de adoptar “sanciones automáticas” contra la isla si el gobierno cubano no rompía sus lazos con los países comunistas en un plazo de 60 días. La delegación cubana a Punta del Este estuvo encabezada por el presidente de la República Osvaldo Dorticós Torrado; con él iba el Canciller de la Dignidad Raúl Roa.

El 30, después de intensos cabildeos, dinero y presiones de todo tipo, la  resolución sobre la “Exclusión del actual gobierno de Cuba de su participación en el Sistema Interamericano” fue aprobada por 14 votos a favor, uno en contra y 6 abstenciones. Antes que el Consejo de la OEA hiciera efectiva la exclusión de Cuba de esa organización, La Habana se mudó para la Plaza de la  Revolución José Martí y protagonizó una de las más grandes concentraciones que recuerda la historia del país. Como siempre, la disyuntiva de ¡Patria o  Muerte!

La crisis de octubre

 A las 19:00 horas del lunes 22 de octubre de 1962, John Kennedy se dirigió a toda la nación para “revelar” la presencia de amas estratégicas en Cuba y dictar el bloqueo naval a nuestras costas. Una hora y veinticinco minutos antes de que hablara Kennedy, Fidel había ordenado Alarma de Combate y se movilizaba en pie de guerra todo el país con su consigna de “Patria o Muerte, Venceremos”.

Supo el gobierno cubano que soviéticos y norteamericanos sostenían conversaciones secretas y que ya habían acordado la retirada del armamento nuclear.  El presidente Dorticós pidió el 26 de octubre confirmación al embajador soviético en La Habana y este, que tampoco sabía nada, se comunicó con Moscú. Dos horas después, Fidel recibió un mensaje de Nikita Jrushov explicando que las conversaciones habían tenido como objetivos principales “defender a Cuba de la invasión“ y añadía: ”ayer ustedes derribaron uno de ellos (de los aviones), tal paso sería aprovechado por los agresores para sus fines… Por lo tanto quisiéramos aconsejarle amistosamente: mucha paciencia, firmeza y una vez más, firmeza. Desde luego, si hay invasión, será necesario rechazarla por todos los medios. Pero no hay que dejarse llevar por las provocaciones. Le pediríamos no dar el pretexto.  La Revolución Cubana, consciente de que se había ignorado a Cuba y de que las promesas de Washington no constituían garantía alguna, decidió lanzar los Cinco Puntos:

Primero: Cese del bloqueo. Segundo: Cese de todas las actividades subversivas desde EE.UU y  de  algunos países cómplices. Tercero: Cese de los ataques piratas desde bases existentes en Estados Unidos y en Puerto Rico. Cuarto: Cese de toda violación de nuestro  espacio aéreo por aviones y navíos norteamericanos. Quinto: Retirada de la Base Naval de Guantánamo y devolver el territorio ocupado por Estados Unidos.

Ahora la guerra tecnológica comunicacional

Es la primera arma del imperialismo, reacomodo táctico para derrotar a nuestro Gobierno, como la ha definido concisamente la académica Rosa Miriam Elizalde, vicepresidenta primera de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). A través de medios de prensa privados y de los sitios que han sido diseñados para llegar al pueblo directamente a través de las redes sociales, se pretende deslegitimar la Revolución. “La idea es fragmentar a la población y que ocurra un enorme flujo de  fake news que, en el caso de Cuba, es una gran guerra contra la población”,  concluye  Rosa Miriam.

Entre las falsedades  y campañas de odio-miedo divulgadas en las redes digitales por la maquinaria tóxica montada con cargo al presupuesto de EE. UU. , está la que impugna la validez de nuestra consigna de Patria o Muerte, que tiene tan rico historial movilizador, y pretenden hacer simpática la de Patria o Vida, la suya, identificada con la república neocolonial instaurada por la ocupación militar de Estados Unidos,  que trajo todos sus vicios, que se sumaron a los heredados de la España colonial, y lo que es peor, su ideología contrarrevolucionaria. No se conformarían con aquella república que no llegó a la tercera edad,  sino con algo así como la democracia representativa de Perú, donde gobierna la oligarquía con golpes de estado,  la represión policiaca asesina por centenares a la población que protesta y la asesora de ese régimen de terror es la embajadora de Estado Unidos.

Libertad o muerte

Momentos antes de partir  hacia el cuartel Moncada, Fidel dijo: “Compañeros: Podrán vencer dentro de unas horas, o ser vencidos, pero de todas maneras, ¡oiganlo bien, compañeros!, de todas maneras este movimiento triunfará. Si vencen mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí.  Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la Isla. ¡Jóvenes del centenario del Apóstol, como en el 68 y en el 95, aquí en Oriente damos el primer grito de LIBERTAD O MUERTE!”

A los cinco años, cinco meses y cinco días del asalto al Moncada triunfó la Revolución en Cuba. Libertad o Muerte fue también disyuntiva de la guerra revolucionaria que derrocó a  la tiranía el primero de enero de 1959.

“Como Martí al frente del Partido Revolucionario Cubano, Fidel, a la cabeza del Ejército Rebelde, primero, y de nuestro Partido, después, ha sido el alma de la unidad del pueblo y de todos los revolucionarios, que es la obra más alta y emocionante que puede exhibir nuestra patria”, sintetizaba el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez en el acto de inauguración del  Memorial Granma el 2 de diciembre de 1976.

El concepto internacionalista no excluye el de patriotismo

Precisamente el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz  reflexionaba el 10 de Octubre de 1968, en la velada conmemorativa de los Cien años de Lucha, en lo que fue el ingenio La Demajagua, Monumento Nacional, que “la conciencia y el concepto internacionalista no excluyen el concepto de patriotismo. El pueblo revolucionario, unido y armado de las concepciones más revolucionarias, del patriotismo más profundo, del patriotismo revolucionario,  será invencible”.

Viene a la mente la sentencia martiana de que “patria es humanidad, la unión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas”.

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Eduardo Yasells
Periodista e investigador cubano, Premio Nacional de Periodismo "José Martí". Fundador de la revista Verde Olivo y del Instituto Internacional de Periodismo. Fundador de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Corresponsal de guerra en Girón, la lucha contra bandidos y la Crisis de Octubre.
https://www.cubaperiodistas.cu

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