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Sandino: medios chiquitos, Congreso grande

Sin saber, porque no podían saberlas, las propuestas que les llevaría el presidente nacional de la UPEC a su asamblea XI Congreso, los afiliados del pinareño municipio de Sandino ofrecieron a Ricardo Ronquillo Bello un retrato de sí mismos que sintoniza con una de las ideas de la organización: ellos trabajan en la radio y la televisión, conviven en la misma delegación de base y estarían complacidos en concretar una de esas radiotelevisoras que Ronquillo ha enunciado como factible en los cambios del gremio.

«Hemos visto, en municipios, colectivos de las emisoras y de los telecentros separados, incluso sin diálogo profesional, sin encuentros en espacios comunes, y eso no es lo que necesitamos», dijo en la reunión el presidente nacional de la UPEC antes de agregar: «La transformación del modelo lleva tecnología, pero lleva sobre todo cambio en las concepciones». Uno de esos cambios pudiera ser, por ejemplo, que los profesionales de Radio Sandino y de Sandino Visión se fortalezcan en una radiotelevisora.

Ninguno de estos colectivos escapa a la nube de carencia material que nubla el quehacer de nuestra prensa ni al sacudón que produjo un huracán ya desaparecido en los radares, pero no en el alma de la gente; sin embargo, estos periodistas —reorientados desde otras profesiones, en mayoría— demostraron para las transformaciones un entusiasmo que ya quisieran muchos.

Juntos, también, en el informe de balance de los últimos cinco años, les hermana la falta de profesionales, de transporte, computadoras y otros equipos de informática; la tensión de presupuesto incluso para pagar colaboraciones y las complejas relaciones con fuentes que pueden ser (informativamente) muy secas en territorios aguas debajo en la cascada de las orientaciones. En cambio, los colegas «sandinistas» tomaron enseguida la (contra)seña de los cambios dada por la presidencia nacional de la UPEC.

Ronquillo exaltó el espíritu de sus anfitriones, a quienes definió como «creativos, innovadores, ejemplos de los cubanos de buen corazón que quieren hacer cosas nuevas», y la propia jornada certificó sus palabras. No había cerrado la noche y Noemí Balmaseda, una de las reporteras de la emisora, llamaba a Félix Témerez, el presidente de la UPEC en la provincia, para ponerle al tanto de gestiones personales para conseguir cierto equipo, mencionado «por arriba» en el encuentro, en función del… periodismo.

La propia Noemí entiende la factibilidad y conveniencia de que, en Sandino, su radio y la televisión —con el refuerzo de las herramientas digitales— se junten en lo que se llamaría una Unidad Presupuestada con Tratamiento Especial de la Comunicación, uno de los pilares de la transformación del modelo de gestión de la prensa, tanto en lo editorial como en lo económico, que se avecina.

A contracorriente del nutrido lamento en muchas partes, Sandino —que padece como todos los municipios el déficit de periodistas— canta su orgullo porque las jóvenes Neilín Zambrano y Liyanes Rodríguez se graduaron de la carrera y decidieron no solo trabajar allí, sino confirmar su elección con el mejor argumento: levantar familia e hijos.

Junto con el aporte del resto de los colegas, esa apuesta dual ya rinde frutos, como la consolidación de los espacios informativos en el telecentro, aun cuando la pobreza tecnológica —en cinco años no han recibido un tornillo, afirma el director— pone a prueba hasta los sueños de estas jóvenes que no se cansan de sonreír. «Ponemos énfasis en las historias de vida porque somos una televisión comunitaria», señala Nailín, quien dirige el grupo informativo.

Desde el lejano Sandino se solicita apoyo con la tecnología, más «becas» de superación de la UPEC, en particular de su Instituto Internacional José Martí, apoyo de la academia y un rescate de la carrera de periodismo que, por su anhelo en Vueltabajo, parece en la provincia el encargo a un superhéroe.

En cambio, también muestran, a 259 kilómetros de La Habana, valiosas culturas profesionales reconocidas por Ricardo Ronquillo, un gran defensor, desde siempre, de las riquezas humanas que, en los municipios cubanos, encuentra quien los recorre.

«Hagan su diseño de transformación hacia un multimedio, a partir del cambio editorial», les instó el presidente nacional de la UPEC, mientras que Félix Témerez les llamó a establecer qué pueden hacer con lo que tienen a mano y concentrarse en la idea de que, si queremos mejorar nuestra vida, el sendero más recto es la transformación con el aporte de todos.

Esa contribución conjunta debe pasar, como comentó el presidente nacional, por el diálogo creativo entre el personal periodístico y el artístico en los medios audiovisuales, algo que a menudo se extraña.

En la delegación existe la misma inconformidad que en otras en relación con las determinaciones sobre la participación en coberturas de relevancia en el territorio. En una de ellas, trasmitieron la noticia al pueblo apoyados en fotos de ciudadanos comunes que, estando por accidente en el lugar de los hechos —o de los recorridos— pudieron hacer y colocar en redes imágenes que jamás tomaron sus periodistas.

Tal pasaje no menguó, para nada, el aliento optimista de los afiliados de la UPEC de Sandino. Hicieron una asamblea alegre, con una cobertura interna tan rica en cámara, celulares y agendas, que por momentos acorralaron al enviado de Cubaperiodistas pero que siempre hizo evidente la satisfacción por saber que se traían entre manos tremenda noticia: una tan grande que, más que en su tierra o en otra, decidirá el futuro de todo el gremio.

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Enrique Milanés León
Forma partede la redacción de Cubaperiodistas. Recibió el Premio Patria en reconocimiento a sus virtudes y prestigio profesional otorgado por la Sociedad Cultural José Martí. También ha obtenido el Premio Juan Gualberto Gómez, de la UPEC, por la obra del año.

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