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Frank Frichard, el periodista que lo sabía todo

Durante el Match del Siglo entre Fischer y Spasski surgió en 1972 una estrella…

Eso lo recordarán los abuelos amantes del ajedrez que leyeron sus estremecedoras crónicas y audaces comentarios. Pero resulta que Frank Frichard no era Frank Frichard sino Frank Guiral, un periodista que escribía desde la agencia Prensa Latina en La Habana.

Hace cosa de un decenio Danilo Buela Valdespino, quien conduce la sección de ajedrez en el programa Deportivamente de Radio Rebelde, viajaba al extranjero y habló con Frank y conmigo para que le supliéramos, haciendo la larga historia de las olimpíadas de ajedrez, pues se avecinaba una nueva edición.

Sucedía así: a la hora establecida el director del programa ya nos tenía a ambos en línea (cada uno en su casa)  y entonces me daba la señal para que yo condujera. Cuando inicié la historia de las olimpíadas femeninas, que se incorporaron a las “masculinas” en 1976 y agregué que Buenos Aires acogió ambas citas en 1978, le tocó el turno a Frank y con su singular sentido del humor dijo:

-Yo estuve allí, pero no vi a mujeres jugando ajedrez por ningún lado.

Tuve que aguantar la risa, porque estábamos al aire. Expliqué que la capital argentina acogió las dos, pero es el único caso que no han sido de forma simultánea, como está reglamentado ahora, sino que organizaron una primero y la otra después.

En el inicial, o en los dos primeros de esos programas, entrevisté a Frank. No tengo la grabación, de modo que voy a exprimir los recuerdos:

-¿Cuándo empezaste a escribir de ajedrez?

-Mi primer evento fue la Olimpíada de La Habana en 1966. Me acreditaron junto con otros periodistas por dos razones: porque me gustaba el ajedrez, aunque entonces yo escribía de temas económicos, y para que tomara experiencia en grandes eventos, ya que la sede, el Habana Libre, estaba a pocas cuadras de la agencia.

-Vamos a avanzar seis años. ¿Por qué surge Frank Frichard en 1972?

-Porque no pudimos enviar a alguien a Reykjavik, Islandia, y teníamos que cubrir el espectacular duelo entre Fischer y Spasski. Entonces surgió la idea de hacerlo desde aquí pero como si tuviéramos un enviado allí.

-¿Cómo hizo Frank Frichard para saberlo todo y llegar a ser el más célebre periodista del mundo del ajedrez?

-Frichard tenía la desventaja de no estar allí y la ventaja de estar en todas partes, porque lo que no sabe uno, lo sabe otro, y con los cables de todas las agencias era el periodista mejor informado.

-¿Nunca más usaste tal seudónimo?

-Frank Frichard se dio a conocer en el Match del Siglo e hizo como Fischer, que se retiró cuando se acabó.

-¿Y cuántos matches por el campeonato del mundo cubrió Frank Guiral?

-Casi todos los que disputaron Anatoli Karpov y Garri Kasparov. El que jugaron en Sevilla, en 1987, lo cubrió Ricardo Agacino.

-¿Te acreditaban por tu “experiencia” en el duelo de Reykjavik?

-No, para el primero la dirección de la agencia dijo que había que enviar a uno y que nos pusiéramos de acuerdo Agacino y yo. Nos pusimos de acuerdo en jugar una partida y el ganador iba. Yo gané la partida.

-Me regalaste un folleto con la firma de Kasparov. ¿Llegaste a tener amistad con los dos K?

-Existió cierta familiaridad. Nos saludábamos dentro y fuera de los escenarios de competencia.

-Eres el único periodista cubano que ha jugado en una “olimpíada” de ajedrez. ¿Cómo fue eso?

-En 1976 se efectuó en Trípoli la llamada “contraolimpíada”, porque la Fide otorgó a Haifa, Israel, la sede oficial. A la agencia llegó una invitación y acudí a Libia. Como eran pocos los países participantes, a los organizadores se les ocurrió formar un equipo mixto y jugué algunas partidas con esa selección.

-¿Por qué no has escrito un libro de ajedrez? ¿Tienes alguno de otro tema?

-Lo he pensado, pero de ahí no ha pasado. Publiqué en 1986 “María Caridad Colón. La jabalina de oro”.

-¿Cuál es tu mayor orgullo en ajedrez?

-Haber estado cerca de los mejores ajedrecistas de mi época y haber escrito sobre ellos.

En oficina PL de Moscú 80. Foto: Archivo del autor.

TORNEO XX ANIVERSARIO DE PL

En 1979, al cumplir 20 años Prensa Latina, la agencia de noticias organizo dos eventos ajedrecísticos: un match Cuba-América por teletipo, en un solo día, y un torneo “internacional” de periodistas, con la participación de cubanos y corresponsales acreditados en La Habana.

Se jugó en el Club Capablanca y concluyó con un empate en primer lugar (8 de 9) entre Ricardo Agacino y este redactor. Me premiaron  como ganador en el acto clausura, aunque el sistema de desempate le favorecía al Chaveo, como le decíamos sus colegas y amigos,.

El tercer lugar fue para Frank Guiral con 6,5 puntos. El corresponsal de agencia extranjera mejor clasificado resultó Víctor Mirabal, de la AFP, con 3,5. Agacino fue el único invicto, solo cedió empates ante Frank y Enrique Montesinos. Yo gané 8 partidas y perdí con Agacino. Frank solo perdió conmigo pero entabló tres partidas.

Además, disputamos varios matches de ajedrez PL-JR. Solo una vez me tocó enfrentar a Agacino y tomé desquite. Mi habitual contrincante era Frank Guiral. No publico ninguna de las dos partidas que conservo, porque en ambas me sonrió el resultado. Pero como además de a Frank, quiero rendir homenaje al también querido Agacino, esta es la partida que me ganó:

Blancas: Ricardo Agacino  — Negras: Jesús G. Bayolo

Torneo XX Aniversario de PL (Mayo de 1979)

1.e4 c5  2.Cc3 Cc6  3.Cf3 d6  4.h6 Cf6  5.d4 cxd4  6.Cxd4 Ad7  7.Ae2 g6  8.Dd3 Ag7  9.0-0 0-0  10.a3 Tc8  11.Ae3 a6  12.f4 e5  13.Cf3 De7 14.f5 b5  15.Tad1 Ce8  16.Ab6 b4 17.Cd5 1-0.

SEGUNDAS PARTES DE DOS HISTORIAS

La primera segunda parte es que cuando Danilo regresó del exterior quiso darnos el importe recibido por nuestros programas hablando de olimpíadas de ajedrez en Radio Rebelde. Nos negamos Frank y yo… y también Danilo a no entregarlo.

Entonces vi una jugada en esa posición para forzar el empate. Danilo estuvo de acuerdo y con ese dinero pasamos una tarde en casa de Frank, en el Vedado, entre anécdotas, saladitos y cervezas.

Cuando publiqué a Carlos A. Palacio en esta serie, conté del homenaje que nos hizo Mas Martín en la clausura del Radio Rebelde de 1984, con diplomas “personalizados”.

La segunda parte de esa historia es que a mi lado en el teatro estaba sentado Frank Guiral y cuando retorné con aquel diploma que me había puesto en las manos Eleazar Jiménez, me sentí avergonzado al ver las manos de Frank vacías. Le dije: -Tú mereces otro igual.

El expuso: -Es que el trabajo de los periodistas de PL donde menos se ve es en Cuba.

EL CIGARRO Y LA LLUVIA

Con la Maestra Internacional Ana Luisa Carvajal. Foto: Archivo del Autor.

Frank fumaba muchísimo… y yo también. Mi especialidad eran los tabacos y la suya los cigarros suaves. Como generalmente nos veíamos de evento en evento. En uno de esos me percaté que no fumaba y me explicó:

-Una noche estaba en casa, desesperado porque quería fumar y no tenía cigarros. El problema era que estaba cayendo tremendo aguacero. Cogí la capa, el paraguas y me fui a comprarlos. Cuando regresé me vi tan mojado que me molesté conmigo mismo y me dije “no fumo más”. Boté la cajetilla con 19 cigarrillos.

EPÍLOGO

Francisco José Guiral Martí es el nombre completo del protagonista de estas líneas, nacido en La Habana el 18 de diciembre de 1940.

Tal vez por ser bajito gustaba de achicar los nombres, y no solo el suyo: Jaime Caminada era un colega gigante, con más de seis pies de estatura y 300 libras de peso. Laboró inicialmente en PL pero casi toda su vida transcurrió en la revisita LPV. Todos le llamábamos Caminada al reportero inmenso, y solo a Frank se le ocurría llamarle invariablemente “Jaimito”.

Pasamos algún tiempo jugando ajedrez, reportando memoriales Capablanca y eventos internacionales de otros deportes en Cuba. También algunos en el extranjero. Una vez le dije: -Ahora sí te la pusieron en China. Acababa de regresar luego de dos años como corresponsal en el gigante asiático. A veces fungía como editor en la agencia.

Se llevó el ajedrez a la cama. Foto: Archivo del autor.

Al periodista Frank Guiral lo caracterizó la disciplina, la capacidad de trabajo, la rapidez, en fin, la profesionalidad. No tengo dudas de que dejó muchísimos amigos. A mí me toca por periodista y por ajedrecista. Somos una familia es el lema de la Fide, y sé que la familia del ajedrez siente mucho su pérdida.

Fue Roberto Molina, a quien conocí en 1984 por medio de Frank en Moscú y actual corresponsal de PL en Belgrado, quien hace unos días me dio la noticia de su fallecimiento, ocurrido el 5 de julio de 2020.

Me comuniqué con Ernesto Guiral, quien labora en el Canal Habana y es además el hijo de Frank. Tuvo la gentileza de facilitarme las fotos y de contarme, porque yo desde 2014 vivo en cama. Así supe que fue perdiendo la razón en los últimos cuatro o cinco años, hasta llegar a la demencia. Ya no era la misma persona. Pero yo siempre voy a recordar al excelente periodista y amigo, tal y como lo conocí.

Le pedí a Ernesto alguna anécdota relacionada con su papá y el tema que estamos tratando. Me narró esta:

-Cuando tenía siete u ocho años me invitaba a jugar ajedrez en la casa, pero de pronto se sentaba a ver televisión y desde allí seguía la partida, sin mirar el tablero. Así y todo me ganaba.

Una de las notas de Frank Frichard en 1972.
Foto del avatar
Jesús G. Bayolo
Es periodista e historiador del ajedrez, toda una autoridad del tema en Cuba.

7 thoughts on “Frank Frichard, el periodista que lo sabía todo

  1. Conocí a Frank Guiral Martí y con orgullo siempre me hablaba del periodísmos que hacía y el ajedrez, donde en cada álbum de sus fotos tenía una anécdota para contar . Gracias por el artículo escrito para él, que aunque oculto fue un gran periodísta de PL.
    Muchas Gracias.

  2. Frank Guiral era todo un personaje, buen periodista, buen ajedrecista, sincero, modesto, con gran sentido del humor, siempre lo recuerdo con una sonrisa de oreja a oreja. EPD. Me enorgullece haberlo conocido.

  3. Excelente Bayo. Guiral de las mejores personas que conocí. Siempre atento y una enciclopedia. Abrazos en la distancia, Osvaldo Cardosa.

  4. Amigo Bayolo, A ti y a Frank Guiral, agradeceré siempre el gesto que tuvieron por cubrir el espacio de Radio Rebelde que referiste en el texto, las conversaciones que tenían acerca de sus experiencias como periodistas – y que escuchaba como quien asiste a un curso- y la amistad franca. Gracias hermano.

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