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Claridades de Raffaele

El artista italo-cubano durante una entrevista en la sede de su muestra, en Ciego de Avila (Foto:PB)

Integrante del círculo de humoristas gráficos de la Unión de Periodistas de Cuba en la provincia de Las Tunas, el artista obrero italiano y cubano Raffaele Testagrossa vuelve a acaparar el interés de público y especialistas en Ciego de Ávila, por intermedio de la exposición Claridades, basada, como otras, en el impresionante efecto que provoca la luz sobre obras revestidas en vidrio y retocadas con pigmentos refractarios.

Encabeza la muestra una imagen del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a tamaño completo, con casco de constructor y llave en mano, pieza que abrió el desfile por el Primero de Mayo en la central provincia cubana.

Otros temas giran en torno a la errada política que la actual administración norteamericana se empecina en aplicar contra Cuba y la necesidad de que esa nación ponga fin al bloqueo económico, financiero y comercial contra la Mayor de las Antillas.

Honran el espacio, además, obras con la imagen de Ernesto Che Guevara, la hermandad entre Fidel y Hugo Rafael Chávez Frías, así como una maleta alusiva al retorno de los Cinco Héroes antiterroristas cubanos.

No es la primera vez que Raffaele desanda los más de 200 kilómetros que median entre Las Tunas y Ciego de Ávila para exponer su arte. En septiembre de 2013 atrajo a miles de personas, mediante la muestra Ruta de la verdad, en el contexto del clamor mundial a favor de la liberación de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando Hernández y René González.

Acerca de ese tema, Raffaele generó gran cantidad de obras, presentadas en diversas galerías, sobre todo el oriente cubano, así como en pintadas por la paz y otros eventos organizados por la Upec tunera.

Claridades es, por tanto, no solo continuidad de su permanente capacidad creadora, sino también expresión de la transparencia humana, política y artística con que filtra, por la porosidad del vidrio, las luces y las sombras de una realidad que lo atrapa desde hace casi tres décadas, cuando vino por vez primera a Cuba y decidió vivir aquí hasta el final de sus días.

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