Evolución Humana

La vigencia de Darwin

Cada 12 de febrero se celebra el Día de Darwin para conmemorar el aniversario del nacimiento de Charles Darwin, autor del libro El origen de las especies. Han pasado muchos años, pero sin duda, la validez de su visión sobre la evolución es indiscutible y la selección natural sigue siendo la espina dorsal de la teoría de la evolución.

Sus estudios en este ámbito han tenido gran trascendencia porque Darwin explicó el engranaje fundamental de la evolución y lo resumió en la más importante teoría científica que aún sirve de base a todas las concepciones evolucionistas.

¿Pero qué es la selección natural? De forma resumida, es la base del cambio evolutivo de los organismos vivos. A través de la selección natural, los especímenes más adaptados sustituyen a los menos eficientes, de modo que la acumulación de lentes cambios genéticos beneficiosos a lo largo de generaciones produce el éxito de una especie. Es, por tanto, un mecanismo de transformación capaz de facilitar el nacimiento de nuevas especies.

La influencia de Darwin en el conocimiento de la evolución de la humanidad desde la publicación del libro El origen de las especies ha estado creciendo, tanto en los ámbitos científicos como en los sociales. Desde entonces ha habido importantes nuevas formulaciones sobre la teoría de la evolución, sobre todo de la mano de Stephen Jay Gould, quien con su teoría del equilibrio puntuado admite que la evolución tiene momentos de estasis o de pocos cambios, y que en otras ocasiones estos cambios se aceleran y producen transformaciones en cortos períodos de tiempo; así, las nuevas especies aparecen de forma paulatina ya partir de otras preexistentes.

Una aplicación social de las teorías biológicas de la evolución nos llevó al darwinismo social, interpretación que ha servido durante mucho tiempo para justificar formaciones sociales como la que vivimos. Es obvio que Darwin no construyó esa teoría para ser adaptada de forma poco elocuente a las diferencias sociales, para justificarlas; consiguientemente, si se utiliza así, es una manipulación grosera y de bajo perfil científico.

El evolucionismo, según nuestro punto de vista, desempeña un papel muy importante en la concepción del futuro de la especie. La conciencia crítica y la inteligencia operativa son fruto de la selección natural, pero ahora la conciencia debe servir para desplazar al azar evolutivo y sustituirlo por la lógica del conocimiento y del pensamiento humano.

Actualmente, con la socialización de la ciencia y de la tecnología, la selección técnica, iniciada hace 1,5 millones de años con la construcción de las primeras herramientas de piedra, puede modificar la selección natural, porque se usa de forma consciente, no está determinada exclusivamente por factores naturales e interviene modificando las especies, tratando más detalladamente en un próximo post.

En cualquier caso, uno de los méritos de Darwin fue demostrar que el ser humano, como el resto de las especies, evoluciona y, además, procede de un animal y no de una entidad divina, situando al mismo tiempo las raíces de nuestros orígenes en África.

Su visión ha ido cogiendo cada vez más fuerza y muchas ideas de su teoría de la evolución pueden apreciarse también —como hemos constatado— en el comportamiento de las personas y en las estructuras sociales. Hagamos, pues, un esfuerzo por conocer más y evolucionar como humanos hacia la posthumanidad a través del conocimiento de esta teoría. (Tomado de Pensando en la especie).

Imagen de portada: Fotografía de Charles Robert Darwin tomada en su casa, Down House, en 1881. Tomada de Museo de Historia Natural.

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