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El dolor de perder a una gran compañera

Se sabía, pero es muy difícil interiorizar la idea de que alguna persona querida —familiar o amiga—, con quien compartimos años de trabajo y hermandad, se nos haya convertido en una pérdida irreparable, luego de sufrir esa enfermedad que por mucho que ocultemos su nombre, sigue siendo el cáncer.

Falleció este lunes en La Habana, Elsa Páez Hernández, una trabajadora incansable que, en la Unión de Periodistas de Cuba, deja una huella por su profesionalidad, buen trato, donde repartió siempre: respeto y cariño para con sus colegas.

Fueron varias las direcciones de la UPEC con las que Elsa trabajó, y no pocos los periodistas y colaboradores de la prensa, que nos sentimos identificados con ella y a la vez agradecidos de sus enseñanzas de mujer eficiente, revolucionaria cabal, militante del Partido por décadas y siempre atenta a quienes, o trabajaron junto a ella o requirieron de su colaboración.

No le hizo falta la condición de periodista, para dominar el devenir de un gremio en constante ebullición, en transformación y permanente búsqueda de acercarse al país en que vivimos y el proyecto que construimos.

Su bondad y su talento la hicieron imprescindible, desde 2001, al lado de quienes como Tubal Páez, Antonio Moltó y Ricardo Ronquillo, han ocupado la presidencia de la UPEC.

Fue también la mujer diligente al tanto del quehacer de la organización, de las inquietudes de las delegaciones provinciales y de base, y de los trabajadores de la sede nacional, donde se le veía no solo como la secretaria ejecutiva, sino como la compañera atenta al menor de los detalles.

En la Unión de Periodistas de Cuba, tus compañeros de trabajo y todos los que recibimos tus atenciones y preocupaciones por este gremio te recordaremos como la incansable trabajadora y amiga siempre presente.

 

Foto de portada: La última foto que conservamos de Elsa Páez (acompañada por Lisandra Díaz, económica de la UPEC). Ese día, Elsa, quien militó por 60 años en las filas del Partido Comunista de Cuba, entregó a Lisandra el carné de ingreso a la organización.

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Elson Concepción Pérez
Periodista cubano y analista de temas internacionales. Forma parte de la redacción del diario Granma.

8 thoughts on “El dolor de perder a una gran compañera

  1. Mi hermana mayor, le dije siempre, por ser el puntal afectivo-laboral-humano que nos unió desde ingreso en la UPEC para “ayudarles una semanas” en la Presidencia de entonces, camino a un Congreso. Las semanas se convirtieron en años, muchos fructíferos años, en los que supo timonear complejas situaciones, caracteres y personalidades diversas y un día a día intenso. Es –y seguirá siendo- de las personas mas íntegras, altruistas y atentas con las que me he relacionado en mi vida. Siempre la tendré presente, en las buenas y en las malas, como el aire vivificanete que anima a seguir… hasta siempre hermana

  2. Imposible pasar por alto este momento de dolor para quienes conocimos a Elsa. Una mujer de talla extra, entregada al trabajo, a su familia de la que se ufanaba siempre, en particular de su mami casi centenaria, de su enorme amor por Armando, sus dos hijos y sus nietos, que le llenaron el alma de dulzura, nostalgia y de muchas pequeñas alegrías. La quiero como a una hermana mayor porque así se conducía conmigo: me alertaba, me enseñó a dominar mi elocuencia cuando no era el momento de cantar las verdades, me dio aliento en las tristezas y celebró siempre mis éxitos y los de mis hijas y nietos. A la hora del almuerzo, era muy variado el repertorio que ocupaba nuestra charla, nunca tenebrosa, siempre optimista, dando de sí para que otros aprendieran de su amplia experiencia laboral y de vida. Duele aquí, y me señalo con el dedo índice el centro de mi pecho como lo hiciera Úrsula Iguarán en su lejano Macondo. No estuve a su lado, desde hace tres años no la vi más, pero nunca dejé de quererla y ella lo sabía. Lo siento mucho por todos, por Armando, hijos, nietos, nueras, madre, hermanos, cuñadas, sobrinos, y por la gran familia que hemos perdido su risa y sus cuentos de Jaruco, terruño que le vio nacer.

  3. Muy dolorosa ha sido para mí saber está triste noticia. Conocí a Elsa durante 11 años, tiempo de n que trabaje en la Upec y después seguimos la amistad. Una mujer especial y gran persona. Mi más sentido pésame a su familia y amigos.

  4. La recordaré siempre por la amabilidad y el cariño conque siempre me trato, por sus amenas conversaciones y su elegancia. Mis condolencias a la familia y amistades. Gracias por el texto Elson.

  5. Elsa, cuántas generaciones de periodistas tuvimos en ella a esa persona especial que nunca dilató una respuesta, que siempre tuvo para todos una sonrisa. Cuando comencé a trabajar, ella fue una de las primeras personas en aportar consejos, de ahí surgió una linda amistad. Pérdida que duele.

  6. Te extrañaré un montón, Elsa querida. Ya la sede de la Upec no será la misma sin ti. Esa terrible enfermedad nos sigue arrebatando valiosas vidas… ¡Hasta siempre, amiga!

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