PRENSA Y DEPORTE

Ricardo Quiza, el decano de nuestros periodistas deportivos

Sus palabras surcan el aire desde los micrófonos de Radio Marianao o son publicadas en el periódico El Sol, al reportar y profundizar sobre el ámbito del músculo: es el joven periodista Ricardo Quiza Callejas. Nacido en Quivicán el 18 de mayo de 1936, lleno de sueños y esperanza, se mudó para La Habana en busca de horizontes mejores. Durante 57 años laborará en la citada emisora. También pasará a ser parte de la nómina de la Dirección General Nacional de Deportes, fundada en 1938.

En la última sede de este organismo, la Ciudad Deportiva, lo encuentra como periodista de la Dirección General de Deportes (Dgd) en 1959 -el capitán del Ejército Rebelde Felipe Guerra Matos al frente-, que no solo trae algún cambio en el nombre: llega con batallas y conceptos nuevos para elevar la cultura física al lugar que le corresponde en un país donde ha triunfado la libertad. El reportero había convertido su repudio al batistato en apoyo a la oposición contra la tiranía, y se incorporó sin dudas al proceso.

Fundador del Batallón de los Artistas de las Milicias Nacionales Revolucionarias, combate en Girón contra los mercenarios, es uno de los primeros integrantes de la Unión de Periodistas de Cuba y le canta al desarrollo de nuestra cultura física. Primero, desde la Dgd; después en cargos y publicaciones del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder). Sus textos aparecen en las revistas LPV, Deporte, Derecho del Pueblo, Jaque Mate y en el diario El Mundo.

Formó parte de los veteranos que apuntalaron, sin pedir nada cambio, a la nueva generación de periodistas. Si en cada línea ponía el corazón, hizo lo mismo para consolidar nuestros conocimientos. Fortificó su intelecto: estudió y se graduó como Licenciado en el centro universitario de las Ciencias de la Cultura Física, Comandante Manuel Fajardo, algo imposible en la etapa anterior donde tuvo que edificarse a machetazos. Revolucionario ante todo, se dio entero con la calidad que podía en la forma y el contenido.

Terminó su fase laboral en Juventud Rebelde. De la edición de este rotativo correspondiente al 13 de marzo de 2001, extraje para mi libro de técnica periodística aplicada al deporte, un buen ejemplo de su creatividad,  porque supo jugar y atraer en un escrito al ligarlo con la cubanía de los Matamoros:

Voleibolistas cantan en llano. “Sí señor, cómo no. Van a la loma, pero esta semana juegan en el llano los integrantes de la selección nacional masculina de voleibol, al posponerse para el sábado próximo su partida al entrenamiento de altura en Ecuador, por razones de capacidad en la línea aérea…”. En el resto se refería a la realización de los dos programas restantes de la I Serie Especial, con el coliseo de la Ciudad Deportiva como escenario- ese era el llano-, para saludar el Día de la Prensa Cubana y el aniversario 40 del Inder.

Tampoco olvido como puso los pies sobre la tierra al opinar, en coincidencia con el entrenador Perdomo, con objetividad y visión dialéctica, lo que hoy llamamos remuneración y la necesaria  existencia de los contratos en el exterior, estos realizados  de manera legal, con la justa participación del Inder.

Debió enfrentar la censura de los dogmáticos que ignoraban, o querían ignorar, que, por ejemplo, un pintor, un bailarín, un escritor, un actor, un músico… cobran por su labor y actúan de alguna manera en escenarios extranjeros. Lo que no significa dejarse ganar por Don Dinero. Pierre de Coubertin siempre se preocupó por la espectacularidad, el negocio extremo pero nunca fue un santón del amateurismo. De ello pienso tratar en próximas ediciones.

No pueden confundirse el lucro, el comercio del profesionalismo con el rigor, la abnegación de la profesionalidad. En la fase actual, el deporte de alto rendimiento exige a su practicante la entrega plena.  Ah, hay que preparar a los atletas para convivir en un ambiente tan infestado. La pudrición suele golpear a quien carezca de anticuerpos. El entrenador  debe formar a sus discípulos más allá de las habilidades técnicas, la fuerza, la resistencia, la rapidez…; la virtud siempre por encima del talento.

Ricardo Quiza Callejas, el actual decano de los periodistas deportivos cubanos, tenía en mente muchas de estas reflexiones desde entonces. Las defendió con argumentos sólidos y la vida le dio la razón. Ahora…,   ¡felicidades en tu mayo número 85!

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