COVID-19

El Gobierno de Brasil mantendrá la prescripción de hidroxicloroquina a pesar de las orientaciones de la OMS

Para el Gobierno de Brasil, las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud parecen ser irrelevantes. El hecho lo confirma su posición de mantener la hidroxicloroquina como tratamiento a pacientes con la COVID-19, sin tener evidencias científicas que demuestren su eficacia.

El organismo internacional decretó, este lunes, una pausa temporal en los ensayos clínicos para revisar los datos de seguridad del medicamento, luego de que un estudio publicado en la revista médica The Lancet indicara que el fármaco provoca una mayor frecuencia de arritmias ventriculares y reduce notablemente las posibilidades de supervivencia en personas con la enfermedad.

Desde la semana pasada, el Ministerio de Salud de Brasil amplió el protocolo sanitario de enfrentamiento a la pandemia con la prescripción de hidroxicloroquina y cloroquina a casos leves de SARS-CoV-2, como resultado de una presión directa del mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro cuya gestión gubernamental frente al virus ha sido desastrosa.

Ante la orientación de la OMS, la Secretaria de Gestión del Trabajo en Salud de Brasil, Mayra Pinheiro, quien coordinó la reformulación del protocolo, aseguró en rueda de prensa que el estudio científico carece de una metodología “aceptable” para “servir de referencia a otros países y menos a Brasil” y agregó que no se trata de un ensayo clínico, sino de una base de datos recogida en varias naciones, publica Rusia Today.

En este sentido, la funcionaria expresó: “Estamos muy tranquilos a pesar de que cualquier entidad internacional cancele sus estudios con la medicación (…) no habrá ninguna modificación en el anuncio realizado”.

Según el formulario de consentimiento que los pacientes deben firmar “no hay garantías de resultados absolutos” con la aplicación del fármaco y se pueden presentar efectos colaterales como “reducción de glóbulos blancos, disfunción del hígado, disfunción cardíaca y arritmias, alteraciones visuales por daños en la retina, estadía prolongada en el hospital, discapacidad temporal o permanente e incluso la muerte”.

La polémica alrededor de la inclusión del medicamento en el protocolo del sector también estuvo en el centro de las discusiones entre Bolsonaro y los dos últimos ministros de Salud, Luis Henrique Mandetta y Nelson Teich, ambos fuera del gobierno por discrepancias con el mandatario.

Brasil registra alrededor de 374 898 infectados y 23 473 fallecidos, cifras que confirman al gigante latinoamericano en el segundo lugar, a nivel mundial, con mayor cantidad de casos, solo detrás de Estados Unidos.

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