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“Ciberpolítica” en Bolivia: la campaña electoral en redes

Selfie de Evo Morales y sus ministros en el Palacio Quemados. Foto: ShareBolivia.com
El territorio digital ocupa un lugar determinante en la campaña electoral del país andino.

Por Sebastián Furlong y Yair Cybel

En un contexto de creciente tensión y polarización política, las elecciones generales del año 2019 estarán marcadas por la novedad de la utilización plena del marketing político a través de las redes sociales, cuestión que había tenido pocos avances en el país andino hasta el momento y que podría convertirse en un elemento significativo de la campaña electoral en marcha.

A lo largo del año pasado, los principales aspirantes al sillón presidencial en Bolivia –Evo Morales Ayma, por el oficialismo y Carlos Mesa Gisbert, por la oposición– dieron por primera vez sobradas muestras de la importancia asignada a plataformas virtuales como Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

En enero y marzo del año 2018, respectivamente, Evo Morales inauguró sus cuentas oficiales de Facebook e Instagram. El Presidente, que ya estaba activo en Twitter desde abril de 2016[1], tomó esta decisión una vez confirmada la posibilidad de aspirar a un cuarto mandato.

Por su parte, el opositor Carlos Mesa, quien se posiciona en segundo lugar de cara a las elecciones de 2019[2], decidió abrir un canal de YouTube y una fanpage en Facebook –hasta ese momento sólo interactuaba en Twitter (desde marzo de 2011)– con el propósito de “llegar tanto a jóvenes y adultos de distintos sectores sociales, puesto que estas personas interactúan de manera muy frecuente mediante estas plataformas digitales y además se informan por medio de ellas”, dando lugar a una nueva “era de la ciberpolítica en Bolivia”, según las palabras pronunciadas por el propio asesor político de Mesa, Ricardo Paz Ballivián[3] (boliviano, de profesión sociólogo, que ha participado en decenas de elecciones locales en Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú, Paraguay, México y Colombia).

Este artículo pretende avizorar las nuevas estrategias comunicacionales que comenzaron a adoptar los dos principales contendientes políticos de Bolivia a partir de la reciente expansión del acceso y uso de Internet, tardía y aún mediocre en relación con los estándares regionales.

Para ello es preciso dar a conocer los últimos datos disponibles acerca de los niveles y formas de utilización de las redes sociales en el país andino, así como también el tipo de mensajes e imágenes que están circulando actualmente en los perfiles virtuales de Evo Morales y Carlos Mesa con vistas a las próximas elecciones presidenciales.

La brecha digital se achica en Bolivia

Debido a la gran diferencia de conectividad y las disparidades en la capacidad educativa y cultural de utilizar Internet, el porcentaje de acceso general a la red en Bolivia se caracterizó por ser bajo en términos cuantitativos durante el período 2001–2010.

El Informe de Desarrollo Humano de Bolivia (PNUD, 2004)[4] daba cuenta de este problema consistente en una relación entre la brecha digital y los rasgos de desigualdad preexistentes, puesto que indicaba que el uso de Internet era significativamente más reducido entre los ciudadanos pobres, rurales o que habitaban zonas periurbanas, indígenas y de mayor edad en el país andino. El perfil del internauta boliviano de ese entonces era “joven, masculino, de nivel socioeconómico alto y medio-alto, urbano y habitante del eje La Paz — Cochabamba — Santa Cruz” (Ortuño, 2016: 158)[5].

Sin embargo, durante el último decenio, Bolivia experimentó significativos avances que le permitieron disminuir su rezago histórico en términos de infraestructuras básicas, indicadores sociales y niveles de complejidad de la economía, los cuales se habían traducido anteriormente en bajos niveles de modernización tecnológica y serios obstáculos para expandir el desarrollo de la conectividad inclusive hacia todo el territorio urbano.

De acuerdo con la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), el acceso a Internet en Bolivia alcanzó hacia el final del primer trimestre del año 2018 más de 9,4 millones de conexiones fijas y móviles[6]. Cabe destacar que los smartphones representan el 95% de las conexiones de Internet en Bolivia y que, según se desprende del citado análisis, los departamentos de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba acaparan el 75% de este servicio, dato que tiene una relación estrecha con la concentración poblacional y económica de este país.

Armando Ortuño plantea que la modernización infraestructural-tecnológica es un fenómeno relativamente reciente en Bolivia: “el gran salto se habría dado en el bienio 2013–2015, en el que las conexiones pasaron rápidamente de alrededor de dos millones a algo más de seis y medio millones”[7]. Este autor completa el diagnóstico al aseverar que la expansión de las tecnologías móviles está fuertemente asociada con “la coyuntura de alto crecimiento económico, fuerte movilidad social y elevada inversión en infraestructura de comunicación”[8].

La última Encuesta TIC, efectuada en diciembre de 2016 por la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AGETIC), ya daba cuenta que las redes sociales más utilizadas son Facebook con un 94% y WhatsApp con un 91%, mientras que corren por detrás el uso de las plataformas YouTube (40%), Twitter (17%) e Instagram (15%).

Entre los más jóvenes comprendidos en la Generación Z (nacidos a partir del año 2001) y los mayores de 50 años, la penetración de Facebook y Whatsapp es similar y ronda el 90–95% de uso.

En cuanto a los niveles de apropiación de YouTube e Instagram, allí aparecen diferencias significativas según los grupos etarios: el 45% de los usuarios que tienen entre 18 y 35 años utiliza el servicio de alojamiento de videos -un 20% por encima de la población más envejecida-, mientras que la red favorita a nivel mundial para subir fotos es apenas utilizada en un 7 u 8% de los internautas mayores de 40 años, según los últimos datos recopilados por AGETIC a finales del año 2016.

El Instagram también presenta en Bolivia una presencia mayoritariamente femenina, dado que Hootsuite contabilizó en 2018 un 52% de mujeres frente a un 48% de varones, sobre un total de 920 mil usuarios registrados. Si se observa por zonas geográficas, Santa Cruz de la Sierra da cuenta que los índices de utilización de las redes sociales descienden a medida que avanza la edad: por ejemplo, la red Facebook cuenta con bajos niveles de aceptación entre los mayores de 61 años, mientras que el Instagram atraviesa un proceso similar con un casi nulo uso entre la población que supera los 46 años[9].

Guerra digital y lucha política. Perfil en redes sociales de Evo Morales y Carlos Mesa

Si bien las elecciones presidenciales de 2014 fueron las primeras en incluir un componente digital, recién a partir de la campaña por el referéndum de febrero de 2016[11] el partido gobernante MAS empezó a reconocer a las redes sociales como un espacio público en disputa (y de carácter también político).

La situación de suma inferioridad en las redes sociales se hizo harto evidente desde aquel acontecimiento político-electoral -que culminó en derrota del SI- y dio origen a la utilización recurrente del concepto de guerra digital por parte de las usinas oficialistas.

La firme decisión de promover una disputa en el campo informacional, frente a la presencia de Internet como nuevo espacio de lucha política, dio lugar a que el Gobierno boliviano aprobara, en abril de 2016 mediante el Decreto Supremo 2731, la creación de la Dirección General de Redes Sociales, dependiente del Ministerio de Comunicación, cuyo objetivo es el de “desarrollar estrategias de difusión, consulta e interacción del Gobierno con las ¨cibercomunidades¨ (…), mejorar las plataformas de comunicación del Órgano Ejecutivo y promover el uso de las redes sociales en la sociedad civil”[12].

Al momento de comenzar a utilizar la red Facebook en enero del año pasado, Evo Morales planteó que ésta fue pensada como “canal para construir, para compartir y también para defender los derechos de los pueblos del mundo”[13].

Precisamente, la funcionalidad que el mandatario asignó a la plataforma creada por Mark Zuckerberg plantea la apertura de una ventana al mundo a partir de la exhibición de logros y avances en el plano social, económico y militar, en la protección de la paz y el respeto a la Madre Tierra conquistados en la última década bajo la gestión gubernamental del Movimiento Al Socialismo (MAS).

En segundo lugar, el presidente busca posicionarse en Facebook como un líder político con ascendencia sobre el resto de los pueblos del continente. La vasta presencia de videos en su página oficial –por lo general ninguno superior a 1 minuto de duración– tiene la finalidad de resaltar la conexión político-ideológica con otros líderes latinoamericanos y de invocar los principales valores de la identidad boliviana a partir de las acciones del Gobierno en materia ejecutiva y legislativa.

FB: Evo Morales Ayma

A diferencia de lo que ocurre en Facebook, la cuenta de Twitter del mandatario boliviano –la más antigua de sus redes sociales– cumple un rol destinado principalmente a efectuar reportes cotidianos de la gestión con fuerte preponderancia de texto, fotografías e ilustraciones. También cuenta con una fuerte impronta política al dar cuenta de sus posicionamientos en temas de coyuntura local e internacional y, asimismo, funciona como tribuna para defenderse de ataques de los “opositores de derecha”. Por esta razón, dicha red social presenta niveles de actualización y uso muy superiores a los que se destina en la plataforma anteriormente analizada.

Por último, el Instagram de Morales fue creado en marzo de 2018 y presenta un formato novedoso marcado por la utilización de diferentes series de mosaicos de video-imágenes, que poseen la virtud de embellecer visualmente el perfil y otorgar mayores niveles de coherencia a los actos de comunicación política encarnados en esta nueva faceta.

Junto a esta interesante versatilidad, siempre acompañada por la búsqueda de instalación de hashtags, aparecen las principales debilidades marcadas por la baja frecuencia en la subida de videos o imágenes y en la escasa utilización de stories, donde el presidente podría sacar a relucir con mayor intensidad los rastros que deja su actividad política cotidiana.

MOSAICO IG: evomoralesayma

Las redes sociales de Carlos Mesa muestran, en cambio, una dinámica más fuertemente atravesada por la carrera a las elecciones presidenciales en Bolivia.

De hecho, el candidato opositor realizó el lanzamiento de su candidatura el sábado 6 de octubre por medio del video “Por un gobierno de ciudadanos”[14], de siete minutos de duración, donde deja en claro las líneas que funcionarán como ejes rectores de su campaña:

“Hay un viejo tiempo que se está agotando y que ha cumplido su ciclo. El presidente Morales no es parte del presente, ya no, y mucho menos del futuro, es parte del pasado”, sostuvo Mesa en su mensaje.

El vídeo se funda en una apelación directa a valores democrático-liberales, como el institucionalismo y el rol de la ciudadanía. Además, enfatiza la necesidad de “terminar con un continuismo inaceptable” para dar inicio a una etapa de cambio.

You Tube: carlosdmesatube

Esta impronta estratégica en términos comunicacionales se acentúa en su caso, porque actualmente no ejerce ningún cargo ejecutivo o legislativo, con lo cual no debe dar cuenta de actos de gobierno.

La cuenta oficial de Facebook del candidato inscripto bajo el sello Frente Revolucionario de Izquierda (FRI) –inaugurada en septiembre pasado– combina imágenes con recuadro de texto identificado por los colores de la alianza Comunidad Ciudadana, transmisiones en vivo, artículos periodísticos que destacan en tono positivo su rol de principal opositor y textos breves sin sostén fotográfico, en las que el expresidente boliviano (2003–2005) despunta sus virtudes de intelectual y escritor en relación a diferentes temáticas.

Las otras redes sociales utilizadas por Mesa no presentan una modalidad diferenciada en demasía con la estrategia adoptada en Facebook, aunque se destacan dos particularidades que lo distinguen del uso que realizan las cuentas de su competidor Evo Morales: el líder opositor prescinde casi por completo en Twitter de la utilización de videos y da lugar a menciones constantes por su fanatismo futbolero, mientras que Instagram se erige en su red social más descuidada, dado que allí cuenta con apenas 3500 seguidores y no subió ninguna fotografía a lo largo del primer mes del año 2019.

Sin embargo, allí no pierde la oportunidad de aprovechar en mejor medida que Morales –aunque aún en forma parcial– la herramienta de las stories (comunes y destacadas).

FB: Carlos D. Mesa Gisbert

Tendencias e “influencers”

La ciberpolítica del Altiplano tiene su reflejo más concreto en la red social Twitter. Así como entre los primeros 30 hashtags de Instagram no aparece ninguna mención a la realidad política, ni entre los 10 canales de YouTube más populares destaca algún influencer en temas de actualidad (recién en el séptimo lugar se ubica el matutino El Deber), en Twitter se plasma de manera particular el escenario político boliviano.

La cuenta personal más seguida de Bolivia es @evoespueblo con 487 mil seguidores. Morales superó en 2018 a su contendiente Carlos Mesa, histórico líder de la red, que en la actualidad tiene 435 mil.

Entre los primeros diez influenciadores de esta red social aparece en tercer lugar el periodista Carlos Valverde (189 K) -quien diera a conocer a comienzos del año 2016 el “caso Zapata”-, el empresario y dirigente opositor Samuel Doria Medina (162 K), el expresidente Tuto Quiroga (47,5 K) y el gobernador de Santa Cruz de la Sierra, Rubén Costas (38,7 K). El peso de los medios de comunicación también se hace notar: El Deber (418 K) lidera el segmento, seguido por La Razón (408 K), Unitel (376 K), ATB (344 K) y Página Siete (321 K).

Al mismo tiempo, Morales también lidera por amplia diferencia la pulseada con Mesa en cuanto a interacción y alcance de sus productos en esta red. Mientras que el lanzamiento de la campaña presidencial de Carlos Mesa por redes sociales significó su momento de mayor alcance en los últimos cuatro meses (1900 retweets), la cuenta de Evo obtuvo solamente en enero 22 mil réplicas a partir de su declaración de solidaridad con Venezuela y un promedio de 7 mil en sus intervenciones posteriores en relación a la injerencia estadounidense en la región, así como cosechó más de 6 mil retweets en su saludo a la dirigente argentina Milagro Sala, detenida en la provincia de Jujuy.

Más allá de la abultada diferencia en la cantidad de trinos por semana y, a pesar de contar con un número relativamente similar de seguidores (apenas un 10% de diferencia), la cuenta de Morales supera ampliamente en alcance, réplicas e interacción a la de su principal competidor.

Así como en YouTube priman los videos musicales, los gammers o los tutoriales de salud y belleza, y mientras en Instagram se fortalecen las etiquetas de fotografía o turismo, el Facebook -a pesar de los recientes cambios en sus algoritmos- sigue siendo un campo más ligado a la arena política.

Los periodistas Carlos Valverde, Juan Pastén y Asbel Valenzuela son los principales referentes del área en esta red. Por otro lado, el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz es el organismo público con mayor cantidad de seguidores (182 mil), secundado de lejos por su par de Santa Cruz (26 mil).

En esta plataforma la diferencia entre los principales aspirantes a la Presidencia es aplastante: mientras Evo supera el medio millón de seguidores, Mesa apenas ronda los 50 mil.

A modo de conclusión: los otros niveles de la disputa en redes sociales

El Ejecutivo boliviano destinó la cifra de más de Bs. 8 millones entre abril de 2016 y junio de 2018 para el funcionamiento de la Dirección General de Redes Sociales[15]; sin embargo, continúa afrontando una batalla desigual en este ámbito.

La joven presidenta de la Cámara de Senadores, Adriana Salvatierra (MAS), analiza que “la comunicación se disputa hoy desde otros niveles, ya no solamente la hace una persona: entraron en el juego las aplicaciones, las máquinas que disputan, desde un punto de vista corporativizado, el imaginario colectivo”[16].

Es decir, si bien Evo Morales supera en número de seguidores y en cantidad de interacciones al precandidato del FRI a partir de una millonaria inversión en publicidad en redes sociales que se ha profundizado a lo largo del último año, es preciso atender desde el inicio de esta nueva campaña electoral al comportamiento de las páginas de Facebook vinculadas a Carlos Mesa[17], que en algunos casos duplican, triplican y hasta cuadruplican la cantidad de fans de la cuenta oficial.

Allí reaparecen con fuerza varios elementos de continuidad ya observados en las vísperas de la celebración del referéndum de febrero de 2016: publicaciones y comentarios de usuarios donde se busca exacerbar el odio contra el presidente y tildarlo de “corrupto”, con la finalidad de polarizar la contienda electoral, falsas acusaciones dando cuenta de un supuesto “autoritarismo de su régimen” y continuos llamados a defender el voto popular expresado en el 21F, donde “Bolivia ya dijo No”.

Por último, cabe destacar que la bautizada guerra digital se juega también en WhatsApp: al interior de estas páginas opositoras (la más popular en Facebook es “No a la Reelección de Evo Morales”), se destacan posteos donde se invita a los seguidores a unirse y “trolear” grupos creados para respaldar la postulación del binomio Evo Morales–Álvaro García Linera.

Tal como sostiene Fernando Mayorga Ugarte, el predominio de una radicalización discursiva en el rechazo hacia Evo Morales tiene lugar “debido al contenido de los mensajes cuya viralización fue mayor mientras más denigrantes eran las palabras y las imágenes -sobre todo en los memes- dirigidas contra la figura presidencial”[18].

La reducción de la brecha digital, la conectividad creciente y la expansión del uso de las redes sociales en Bolivia dan cuenta del lugar determinante que ocupan las campañas digitales y la comunicación política en el plano virtual. La creación de la Dirección General de Redes Sociales por parte del oficialismo y el lanzamiento de la campaña de Mesa por medio de su canal de YouTube evidencian la importancia que los principales contendientes otorgan a esta novedosa arena de disputa política y comunicacional.

La microsegmentación, los grupos anidados y las redes de mensajería instantánea aparecen como algunas de las claves que deben ser tenidas en cuenta a la hora de analizar el proceso electoral que tendrá lugar en octubre de este año.

Mientras la agenda oficialista se centra en la exposición de los logros de gestión y las metas alcanzadas durante los tres períodos de gobierno del MAS, el candidato opositor busca capitalizar el rechazo generado en los entornos virtuales hacia la figura del presidente, que tuvo su piedra fundacional en el caso Zapata y encontró sus réplicas en otros casos de corrupción.

La estrategia de construcción de un enunciador basado en el desprestigio de la figura de Morales y el intento por socavar su imagen pública y su aprobación, tienen como objetivo sintetizar en la figura de Mesa la bandera del “rechazo” a la gestión de Evo y el MAS. Este hecho marca un parteaguas que tendrá su próximo capítulo en esta campaña electoral.


Referencias

[1] https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/la-estrategia-de-evo-morales-en-redes-sociales-articulo-735111

[2] http://www.cambio.bo/?q=node/54337

[3] https://www.urgentebo.com/noticia/carlos-mesa-apuesta-por-las-redes-sociales-y-da-inicio-la-ciberpol%C3%ADtica-en-bolivia .

Ricardo Paz Ballivián es sociólogo boliviano graduado en la Universidad Nacional Autónoma de México, especializado en Reformas Políticas, Master en Elaboración y Evaluación de Proyectos y Planificación Estratégica. Ex Diputado Nacional. Participó en el proceso de la Reforma Constitucional Ecuatoriana, como asesor de la Asamblea Constituyente en 1998, y trabajó para PNUD y el BID. Fue el Coordinador General del Programa de Reformas Constitucionales de Bolivia en 2001 y Coordinador Nacional para la Asamblea Constituyente entre 2003 y 2005. Escribe columnas de opinión en los más importantes periódicos bolivianos y tiene una importante producción bibliográfica. Fue Coordinador Nacional del Referéndum Nacional Vinculante de la República de Bolivia en julio del año 2004 y Asesor Político del Presidente de la República Carlos Mesa, hasta la finalización de su mandato en junio de 2005. Actualmente es Profesor Investigador de la Universidad Andina Simón Bolívar y de la Universidad Privada de Bolivia, Consultor Internacional y representante en Bolivia del Centro Interamericano de Gerencia Política con sede en Miami, FL. y Presidente Ejecutivo del Centro Boliviano de Gerencia Política. Entre 1989 y 2013 ha dirigido 32 campañas electorales presidenciales y locales en Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú, Paraguay, México y Colombia con un récord de éxito a octubre de 2012 del 88%.

[4] http://hdr.undp.org/sites/default/files/bolivia_2004_sp.pdf

[5] Ortuño, Armando. El acceso y el uso de Internet en Bolivia: antiguas y nuevas desigualdades. En: Bolivia digital, 15 miradas acerca de Internet y sociedad en Bolivia / Quiroz, Eliana (coord.) © Vicepresidencia del Estado / Centro de Investigaciones Sociales © Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo La Paz, Bolivia. Diciembre, 2016. Pp. 149–186

[6] https://att.gob.bo/content/la-att-reporta-que-existen-m%C3%A1s-de-11-millones-de-l%C3%ADneas-m%C3%B3viles-registradas

[7] Ibíd.3

[8] Ibíd.3

[9] https://cecalizaya.com/redes-sociales-en-bolivia/

[10] Datos de Hootsuite 2018. Twitter dato estimado en base a datos de AGETIC, no ofrece estadísticas específicas por país.

[11] http://www.cambio.bo/?q=node/1154

[12] https://www.eldia.com.bo/index.php?cat=1&pla=3&id_articulo=196710

[13] https://www.24horas.cl/internacional/evo-morales-abre-cuenta-en-facebook-dos-dias-despues-de-anunciar-que-buscara-la-reeleccion–2622835

[14] https://www.youtube.com/watch?v=PRDdmRJReQU

[15] http://www.lostiempos.com/actualidad/pais/20180612/gobierno-gasto-bs-82-millones-direccion-rrss-2016

[16] Ibíd.23

[17] La página Carlos D. Mesa Gisbert Presidente 2020 cuenta con más de 85 mil seguidores, mientras que No a la Reelección de Evo Morales reúne más de 250 mil adeptos.

[18] https://blogs.elpais.com/contrapuntos/2016/02/bolivia-ni-polarizacion-ni-division.html


Publicado originalmente en Celag

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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