COVID-19

José Sarukhán: “Mil 415 patógenos causan enfermedades humanas”

“La destrucción de sistemas ecológicos, tiene una relación directa con la transmisión de patógenos que anteriormente vivían en animales. Hasta la fecha se conocen mil 415 patógenos que causan enfermedades humanas, de los cuales dos tercios en hospederos no humanos”, dijo, mediante la videoconferencia Biodiversidad y salud humana, José Sarukhán Kermez, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México[i].

La mayor parte de ellos —añadió el biólogo— vienen de otras especies; es decir, es enorme la cantidad de virus, bacterias, etcétera, que vienen de otros organismos que nos afectan porque hemos invadido esos sistemas y no hemos sabido manejar esos ecosistemas de forma sensata y razonable.

Como especialista en el estudio de la ecología vegetal de poblaciones y sistemas, biodiversidad y darwinismo, el científico asegura que el 75 por ciento de las enfermedades infecciosas han vivido antes en otras especies y que la destrucción de los ecosistemas, como selvas o bosques, aumenta la transmisión de patógenos animales a los seres humanos.

“No son bichos que encontraron una especie llamada Homo sapiens, sino que vienen de otra cantidad de especies que habitan en los ecosistemas que hemos destruido”, informó cronica.com.mx.

Al subrayar la importancia de los ecosistemas para la sobrevivencia, bienestar y salud del ser humano, el también coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), detalló cómo estas unidades de vegetación soportan una extensa cantidad de vidas con las que estamos relacionados.

“Son estables cuando funcionan naturalmente sin ninguna perturbación ajena como la humana, sin embargo, nosotros las hemos modificado profundamente a lo largo de los últimos 250 años, a partir de la Revolución Industrial”.

La aniquilación de ecosistemas desequilibra a las especies que lo habitan y afecta mayormente a los depredadores, por lo que las presas, frecuentemente hospederos de enfermedades, tienen un aumento explosivo de sus poblaciones, afirmó Sarukhán.

“Fragmentar las selvas genera mayores zonas de contacto entre animales conductores —tal es el caso de los roedores, mosquitos, moluscos, entre otros—, con poblaciones humanas, lo que aumenta las posibilidades de contagio”.

Sucede entonces, advierte el científico, que “cuando los roedores ya no pueden vivir en el hábitat en que deberían porque ya no les es suficiente, sus poblaciones aumentan de forma intensa y empiezan a moverse a zonas pobladas por la gente. “Las selvas y los bosques contienen numerosas especies responsables de la transmisión de enfermedades infecciosas”.

Acerca de los murciélagos, uno de los dos animales más responsabilizados hasta el momento como hospederos “primarios” del SARS-CoV-2, o de su “antecesor”, el científico confirma que constituye un grupo muy notable de contagio, pues se mueven con mucha facilidad y se traslada de zonas selváticas a huertos urbanos en busca de alimentación. “Llegan, comen y defecan, ahí comienza una serie de contaminación, por ejemplo, en los cerdos”.

Los murciélagos, así como un gran número de animales silvestres deberían ser dejados en paz y se debería recurrir a otra fuente de proteína animal, apuntó Sarukhán . “El SARS y el Ébola fueron transmitidos por murciélagos”.

Por otra parte, alerta que a todo lo anterior se añade el fenómeno del cambio climático, lo cual propicia condiciones severas para las epidemias. “Ante este escenario se debería actuar con información adecuada; aplicar el conocimiento local del manejo sustentable de ecosistemas y desarrollar nuevas técnicas y atender problemas de salud sin que el motor sea económico”.

Las interacciones entre patógenos, vectores y hospederos son complejas —señaló—, pero se requiere conocerlas y estudiarlas para saber cómo manejar la situación. “Se deben investigar todos estos organismos y hacer una evaluación real que derive en prevenir las enfermedades. No podemos entender, utilizar o manejar lo que no conocemos”. (Publicado en CubaenResumen)

 

[i] José Sarukhán ocupó este cargo entre los años 1989 y 1997.

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Flor de Paz
Periodista.

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