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Hay que tomar tanto las calles como las redes sin renunciar a la sensibilidad

Fotos: Sergei Montalvo

De derroteros para la comunicación política en América Latina, y sobre el nuevo escenario de la convergencia mediática, se dialogó en la IV Conferencia Internacional “Por el equilibrio del mundo”, que tuvo lugar del 28 al 31 de enero en el Palacio de las Convenciones

Por: Yoandry Avila y Aylin Herrera Reyes, estudiante de Periodismo

La comunicación como expresión del pensamiento humano ha causado en los últimos años, de conjunto con el desarrollo vertiginoso de la tecnología, una acelerada transformación en las sociedades humanas durante la pasada década; así afirmó Tristán Bauer durante el Panel “Comunicación digital, política y tecnologías en América Latina” como parte de la IV Conferencia Internacional “Por el equilibrio del mundo”.

En el encuentro auspiciado por el Movimiento “Mueve América Latina” y la Red de Redes en Defensa de la Humanidad, este 30 de enero en el Palacio de Convenciones, para comprender el nuevo mundo el cineasta argentino explicó el por qué de esos cambios, a través de la mixtura que estableció entre política, comunicación y tecnología.

Sus criterios, unidos a los de panelistas de la talla de Fernando Buen Abad (México), César Hernández Paredes (México), María Fernanda Ruiz (Argentina) y Renato Rovai (Brasil), moderado por la  vicepresidenta primera de la Unión de Periodistas de Cuba, giraron en torno al cambio dramático sociotecnológico de la sociedad en curso, los nuevos paradigmas comunicativos y la ciencia y la tecnología puestas en función de la política.

El mundo que nos toca vivir

Tristán Bauer, también director del documental El camino de Santiago. Desaparición y muerte de Santiago Maldonado añadió que “desde la llegada de Internet y la aparición de las redes sociales y las gigantescas empresas poseedoras de un volumen global de información unido a la malla de fibras ópticas, la comunicación se mueve a la velocidad de la luz y circula en todos los flujos financieros”.

Tristán Bauer durante el panel Comunicación digital, política y tecnologías en América Latina

Estas empresas tienen en sus manos un aparato de resignificación calificado por Bauer como “monstruoso” pues, transforma la representación de la realidad en el mundo actual y en América Latina pero, a la postre, conforman “el mundo que nos toca vivir”.

A no tener miedo de habitar en un orbe donde coexisten medios analógicos y digitales, y en el que se respira un nuevo ecosistema del cual debemos ser partícipes, convidó Bauer.

Big data, segmentación e inteligencia artificial fueron las palabras imprescindibles de su glosario en este panel, cuyos significados “hablan de un nuevo paradigma que debemos enfrentar” y de los que se ha apropiado el imperialismo norteamericano a través de empresas encargadas de administrar enormes bases de datos como ha sucedido en Argentina, Brasil y, actualmente, en Venezuela.

Sobre los teléfonos móviles o smartphones Bauer alertó que han pasado a ser un equipo de espionaje infinito pues brindan información de dónde estamos, de nuestro consumo y hábitos culturales, siendo procesada con una celeridad asombrosa para trabajar en la ideología y la sicología de cada uno de los usuarios.

Asimismo, añadió que en el nuevo contexto tecnológico internacional circulan numerosos volúmenes de videos en Youtube y dichos contenidos se manipulan y se orientan hacia nuestros pueblos y sociedades.

“Vivimos en un mundo capitalista, donde el interés de todos estos contenidos radica en borrar nuestra memoria e historia; pero, sabemos que en las ideas de unidad y solidaridad del pensamiento de Martí radican nuestras fuerzas”, sentenció.

Por ello, incitó a comprender esta realidad, a analizarla y ser parte de ella como espectadores activos preparados para librar sus batallas.

Internet: el nuevo tejido de nuestras vidas

Renato Rovai, periodista y editor de la revista brasileña FórumOutro Mundo em Debate subrayó la rapidez con que circula la información en la actualidad respecto a décadas anteriores, motivo por el cual aseguró que “Internet es el nuevo tejido de nuestras vidas y se ha vuelto imprescindible, como el agua”.

De izquierda a derecha Renato Rovai y Tristán Bauer

Aunque confesó su asombro tras la irrupción de la red de redes, reconoció que está disputada por todos los sectores de la sociedad, díganse hackers, medios de comunicación, los sociólogos, filósofos y hombres de negocios, comportamiento que lo condujo a enunciar que nos hallamos en la era de los controles.

Rovai propuso algunos puntos claves para salir de esta situación, en la cual se encuentra su país, desde la llegada al poder de Jair Bolsonaro  y, en ese sentido, señaló la necesidad de articular redes humanas para formar e informar a la gente que enfrenta dichos fenómenos, aprendiendo de las metodologías del enemigo para formar a las personas, y a través de la internacionalización para expandir nuestras luchas fuera de los horizontes locales, como lo exige un mundo globalizado por la información.

Cultivar la semiótica, un campo casi virgen en la izquierda

De la necesidad de una corriente de la comunicación emancipadora, con una capacidad narrativa a la altura de la dinámica de guerra simbólica que acontece en estos momentos en América Latina, habló el filósofo mexicano Fernando Buen Abad.

De izquierda a derecha: María Fernanda Ruiz y Fernando Buen Abad.

En el escenario actual, que pudiera asemejar un partido de fútbol con abultado marcador de goles en contra de la izquierda regional, Buen Abad refirió que para remontarlo se necesita un diagnóstico desde la autocrítica, como prerrogativa y necesidad metodológica en la lucha, para llenar los vacíos que “hemos dejado por no estar preparados o porque nos agarraron por sorpresa”.

Citando al vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, expresó que se están “dando respuestas artesanales ante una batalla altamente industrial”.

Asimismo, afirmó que las fuerzas políticas del continente se enfrentan en una disputa fundamentalmente simbólica; y que en ella el análisis de lo tecnófilo no debe quedar desprovisto del análisis ideólogo, pues esta no es una actividad desconectada de interés y de prácticas concretas, guiadas por un programa.

“Cuando uso la palabra ideología, lo hago con el sentido de la falsa conciencia, de la ideología de la clase dominante sobre los pueblos o contra los pueblos. Creo importante realizar planteamientos en algunos ámbitos que nos urgen subsanar; en términos generales, existen antecedentes o bastiones de pensamiento pero, siguen siendo campos vírgenes. En la lucha simbólica no hemos sido capaces de desarrollar una semiótica emancipadora.

“No solamente debemos desmontar el discurso dominante, sino también reconstruir el propio diccionario, los sistemas epistemológicos, la metodología del conocimiento y la metodología de la enunciación. Esta dialéctica nos sigue siendo un terreno muy ajeno y distante”.

Un ejemplo de ello, compartió, es el enunciado “caravana centroamericana”, escuchado a diario en los medios de comunicación. El esfuerzo de los medios internacionales se centra en eludir el desgarramiento y el dolor de estos pueblos que huyen del hambre, la violencia y la muerte; no van de excursión a ganar unos dólares como sugiere esta construcción gramatical.

“No se puede informar y reproducir con la misma sintaxis. Con el mismo modelo narrativo de sujeto verbo y predicado que nos enseñaron en la escuelita. Con el diccionario con el que jugamos todos los días a más o menos hacernos entender. Todo eso en el sustrato cultural de la región implica impedimento semántico para organizarnos; a eso se dedica el capitalismo en su lógica, estética y moral, a frenar toda praxis de lucha transformadora a favor de los pueblos.

“En el proceso cognitivo que se da a través de la producción simbólica no basta quedar enterado, hay que mover la conciencia y crear un piso desde el cual se analice la realidad. Conseguir que ese conocimiento y esa conciencia se conviertan en movilización.

“La palabra comunicación no solamente significa herramienta para comunicar, también significa construcción de  comunidad, admite en su semántica ese concepto. A mi entender es el más caro para nosotros y el más importante. Si esa construcción de comunidad no tiene proclividad a la organización de los pueblos como instrumental ante la guerra simbólica, estamos paralizando nuestros propios mensajes”.

Para Buen Abad, cómo pasar estas experiencias a la praxis, en términos concretos, es la asignatura pendiente más urgente; para ello, resaltó, se necesita una revisión integral de nuestras tradiciones culturales, hábitos, usos y costumbres, “que por serlo no son intocables. Tenemos una larga lista de ellos tóxicos, como el microfeminicidio, la violencia familiar y el alcoholismo”.

Las redes sociales o el aterrizaje de Satanás

Hablar de nuevas tecnologías en el mundo contemporáneo implica también a la política y los procesos electorales y, justamente, ese fue el tema defendido por  César Hernández Paredes, periodista y presidente de la consultoría mexicana Neurona.

De izquierda a derecha: César Hernández Paredes y María Fernanda Ruiz

Aseguró Hernández Paredes que, aunque no tiene la certeza de que alguna elección se haya ganado únicamente por la vía de las redes sociales, existen pruebas de muchos comicios perdidos por no haber empleado tales plataformas.

“Las redes sociales son la epidermis de un tema que está comprendido en un contexto histórico llamado la sociedad red, la cual va más allá del Twitter, del Instagram, del Facebook o el Snapchat”, añadió.

No dudó en afirmar que el imperialismo ha empleado la inteligencia artificial para hacernos pedazos y como prueba de ello mencionó ejemplos de posibles derrotas de gobiernos progresistas latinoamericanos en batallas electorales: Argentina con la llegada de Macri y Brasil con la victoria de Bolsonaro han sido el resultado de la manipulación de la inteligencia artificial.

“Vivimos la aterrizada de Satanás que trabaja desde la inteligencia artificial como sucede con los jóvenes suscritos a Snapchat, quienes han regalado sus rostros al adversario para luego ser vigilados“, sentenció.

Paralelamente, colocó al caso de Venezuela del cual aseveró que es como la sofisticación de la inteligencia artificial operando en un proceso aberrante.

Hernández Paredes consideró que los medios tradicionales –que no han desaparecido para él– tienen como tarea “lavar” aquellas noticias falsas, operantes  a través de los nanosegmentos, y convencer a la sociedad.

Su mensaje final: “construir discursos que no engañen sino que conecten con las mayorías”.

De personas comunes y responsabilidades importantes

Como una alternativa desde el campo comunicacional  popular para comprender el escenario mediático de la convergencia,  y usarlo con las fortalezas de la región en la construcción de una resistencia cultural que evite el encierro en el mundo simbólico erigido por los emporios hegemónicos de la comunicación, surgió Mueve América Latina.

María Fernanda Ruiz.

María Fernanda Ruiz, integrante del proyecto, compartió que resultantes de un proceso de auto reflexión sobre las aspiraciones políticas emancipadores de los nueve países pertenecientes a esta red, se pueden esbozar cuatro problemáticas fundamentales: en principio, la subestimación de la dimensión comunicativa en el universo digital y de los procesos de subjetivación presentes en Internet: “De esa infravaloración pasamos a otro extremo, tan paralizante como aquel, el de la sobreestimación”.

Segundo, creer  que solo bastan las ideas, la razón y los conceptos. Le hemos restado importancia a la dimensión estética de la comunicación –afirmó-, sin dedicarle el suficiente esmero a la creatividad, al arte y a la estética como parte sustantiva de la política.

“Un tercer problema es que hemos dado la batalla por separado. Ninguno de nuestros países se va a salvar solo de un Bolsonaro. La única alternativa que tenemos es la de articular nuestras estrategias”.

Como cuarta problemática de la izquierda latinoamericana señaló a la minimización de la comunicación y la tecnología como ejes apuntadores del discurso político: “Entonces queda subsumida la tecnología a la comunicación, y la comunicación a la política. Esto no quiere decir que la subestimemos. Necesitamos una política fortalecida en su fraternidad con el escenario comunicacional y con el desarrollo tecnológico”.

Asimismo, explicó que el germen de Mueve América Latina intenta hacerle frente a estos problemas, aun cuando el escenario comunicativo internacional no le sea favorable, por estar dominado por los emporios mediáticos que imponen una cultura simbólica marginadora de lo anti hegemónico y plural.

Cincos ejes de trabajo transversalizan la  acción del proyecto: la escucha como referente de la semiosis social; porque –apuntó-, “desarrollar una estrategia comunicacional implica primero escuchar para poder construir la cantidad de discurso,  fuera del ego, que nos permita contactar quienes han votado contra sí mismas”.

La formación es otro de los elementos indispensables en su proyección. Uno encaminado a organizar a los pueblos que tienen palabra propia y puedan disputar también la victoria en la batalla de iconos dada en la territorialidad, la mayor fábrica de subjetividades de esta etapa histórica contemporánea.

Asimismo, consideró a la producción de tecnologías propias como un as ganador de soberanía en las zonas de guerra cultural en que se han convertido las plataformas de mercado digital.

En torno a este constructo, explicó que se impone una reflexión conceptual, apuntalaba por Fenomenología del fin. Sensibilidad y mutación conectiva, del filósofo italiano Franco “Bifo” Berardi, quien expone que “vivimos una mutación antropológica de una magnitud nunca antes vista.  Vamos de lo conjuntivo (visto como conjunto de subjetividades dialógicas poniendo en juego toda su experiencia e historia) a lo conectivo (entendido como una red donde puede haber personas, aparatos tecnológicos o ambos, conectados entre sí)”.

“Ese tipo de estructura fenomenológica del siglo nos dice que esta transformación es inexorable. El gran desafío por delante es que en esa trasformación no se pierda la sensibilidad. Debemos habitar esa red con nuestras convicciones, nuestra fuerza y creyéndonos capaces de afrontar la batalla, porque es nuestra responsabilidad histórica. Tenemos que salirnos de la inmovilidad ante la violencia simbólica tan descomunal que nos imponen. Somos personas comunes con responsabilidades muy importantes”.

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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