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El costumbrismo y lo vernáculo, ausencias a dirimir

Fotos: Jorge Legañoa

La segunda jornada del Primer Taller Nacional Prensa, Humor e Identidad tuvo como eje principal la sátira social y su representación en nuestros medios de difusión.

Por  Aylin Herrera Reyes, estudiante de Periodismo

La segunda jornada del Primer Taller Nacional Prensa, Humor e identidad tuvo como eje principal la sátira social y su representación en nuestros medios de difusión.

En la sesión final del evento, este 22 de enero en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en El Vedado habanero, la temática se abordó en tres momentos, mediante conferencias y un intercambio con prestigiosos humoristas, intelectuales y realizadores, estudiosos y/o artífices del humorístico cubano contemporáneo.

De Mañach, Secades y estampas costumbristas ausentes

La conferencia La Habana en dos tiempos. De Jorge Mañach a Eladio Secades, de la escritora Laidi Fernández de Juan, inició las actividades de esta segundo jornada de sesiones.

Durante el encuentro, la reconocida intelectual compartió algunas de las crónicas costumbristas de los periodistas Jorge Mañach(1898-1961) -a quien considera una de las figuras más polémicas de la etapa de la República en Cuba- y Eladio Secades (1908-1976), ambos con una vasta obra dedicada al costumbrismo en las páginas de reconocidas publicaciones cubanas del pasado siglo.

Fernández de Juan mostró las diferencias y, a la vez, el paralelismo existente entre las estampas de ambos cronistas, que no pierden vigencia y parecen estar escritas para la actualidad nacional: “La dicotomía entre alegría y tristeza, entre choteo y seriedad de los cubanos, es analizada por Mañach y por Secades con el estilo de cada uno y el momento que consideraron oportuno”.

Panorámicas de La Habana, su mar, el transporte público, sus construcciones y monumentos, las bodegas, reconocidos barrios capitalinos como El Cerro, Luyanó, La Víbora, Miramar y El Vedado y céntricas calles fueron epicentros de las crónicas de estos costumbristas que Fernández de Juan no dejó pasar por alto.

Jorge Alberto Piñero Estrada (Jape), integrante del colectivo del suplemento humorístico Dedeté, del diario Juventud Rebelde, expresó que la conferencia “fue una clase magistral de cómo se habla de la ciudad, de lo que hemos perdido en la prensa, de un lenguaje que es coloquial y humorístico a la vez”.

En este espacio, Laidi Fernández de Juan anunció la presentación de su libro La Habana nuestra de cada día, en la venidera 28 Feria Internacional del Libro, a cargo de Ediciones Boloña.

El teatro vernáculo cubano está ahí

¿Qué es el humor?, fue la pregunta de Luis Enrique Amador Quiñones (Kike Quiñones), director del Centro Promotor del Humor (Cph), que puso el pie forzado a la conferencia Humor Cubano Contemporáneo. La sátira social.

En su exposición, Quiñones demostró la línea única que ha seguido el humor cubano, desde el propio nacimiento del bufo hasta la actualidad, y para ello realizó un recuento de los momentos más significativos de la trayectoria nacional en ese ámbito.

“El teatro vernáculo es la reelaboración del bufo y maneja la sátira a partir de sus personajes: el negrito, el gallego y la mulata; ellos reúnen las características de lo que somos como cubanos”.

Aseveró, además, que luego de 1959 no desapareció la sátira social y para ello mencionó algunos de los espacios esenciales en la potenciación de dicha tradición: el teatro musical del dramaturgo Héctor Quintero; el programa radial “Alegrías de Sobremesa”, de Alberto Luberta Noy; y los guiones de Enrique Núñez Rodríguez para el gustado espacio televisivo “San Nicolás del Peladero”.

En el encuentro también fue reconocido el papel del Cph en la promoción del teatro vernáculo cubano, desde su surgimiento en la década de los noventa, a través de espectáculos como Reír es cosa muy seria, La Divina Moneda y Aquí cualquier@.

Como respuesta a su interrogante inicial y valiéndose de una “lluvia de ideas” colectiva, Kike Quiñones definió al humor como “el arte que se vale de la creatividad y la inteligencia para lograr la salud del ser humano. Expresando su necesidad a partir de la ruptura, la transgresión y la osadía.

Ejerciendo la crítica a través de la comunicación con el talento. Apoyándose en cualquier filo que le permita discernir, en un contexto determinado, su inquietud para dar la alerta a partir de la seriedad y la reflexión”.

Un breve preámbulo ofreció el teatrólogo y escritor Omar Valiño, a propósito de conmemorarse el aniversario 150 de los sucesos del Teatro Villanueva el 22 de enero; y también el siglo y medio de la publicación del poema Abdala ,de José Martí, en las páginas del periódico La Patria Libre, el 23 de enero de 1869.

Valiño señaló a la obra juvenil del Apóstol, como texto en el cual Martí se cuenta a sí mismo. “Se pone como negro. Reacciona frente a lo que venía siendo el bufo”.

Igualmente, se refirió a las raíces teatrales cubana, con creación de los bufos habaneros en mayo de 1868, en los meses previos al inicio de las gestas independentistas.

El humor tiene que parecerse a los días que se viven

El Panel Prensa, Humor e Identidad llegó como colofón del taller, con las intervenciones de la escritora Laidi Fernández de Juan, la cineasta y directora de televisión Magda González Grau, el actor Osvaldo Doimeadiós, la escritora y realizadora de programas radiales Caridad Martínez y el caricaturista, artista de la plástica y vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), Arístides Hernández Guerrero (Ares).

González Grau rememoró algunos de los programas humorísticos insignes de la pantalla cubana: Punto G, ¿Jura decir la verdad?, Detrás de la fachada, San Nicolás del Peladero, Deja que yo te cuente, hasta llegar al “sobreviviente” Vivir del Cuento.

Expresó que en este último nos vemos de alguna manera retratados, o por lo menos representados: “Debemos recuperar esos espacios en la televisión, en la medida en que el cubano se sienta identificado con la situaciones políticas presentadas desde la sátira social, reflexionará sobre lo que somos y sobre lo que deberíamos ser. Ese sería el aporte del humor a esa sociedad que deberíamos ser”.

Por su parte, Caridad Martínez afirmó que “el humor en la radio prácticamente ha desaparecido”, y planteó la necesidad de aunar fuerzas entre el propio Cph y el Instituto Cubano de Radio y Televisión para recuperar el género en un medio tan importante como el radial.

El actor Osvaldo Doimeadiós defendió la participación de los humoristas en el destino político del país; “el humor tiene que parecerse a los días que se viven”, dijo.

También insistió en la necesidad de que el humor refleje y analice a Cuba, con sus luces y sombras; subrayó que no se puede concebir ningún proyecto de país con él ausente, pues no seríamos nosotros.

El caricaturista y vicepresidente de la Uneac, Ares, que como un recurso del periodismo, el humor debe “ser la contrapartida y señalar a través de la sátira social los errores que estamos cometiendo en la sociedad”.

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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