“Para varias generaciones de periodistas, esta Casa ha sido guía en el complejo laberinto de la profesión”, afirmó Juan Carlos Ramírez Heras, vicepresidente nacional de la UPEC, a propósito de los 40 años de la Editorial Pablo de la Torriente, sello de la organización de los reporteros cubanos, durante el acto compartido este jueves en la intimidad patriótica del Memorial José Martí, de la Plaza de la Revolución.
Tras evocar atributos humanos y profesionales del periodista revolucionario Pablo de la Torriente Brau, Ramírez Heras definió la creación de esta editorial, hace cuatro décadas, como materialización de un sueño colectivo, respuesta necesaria y compromiso con el futuro; además, destacó el cumplimiento de su tarea titánica de “hacer libros en tiempos (entonces, como ahora) en que la escasez era palabra cotidiana pero la voluntad (ayer, como hoy) era más fuerte que el papel que faltaba”.

Ante Maridé Fernández López, vicejefa del Departamento Ideológico del Comité Central; Ricardo Ronquillo, presidente nacional de la UPEC; Katia Ramos, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, y directores de medios de prensa, trabajadores de la Pablo y de la UPEC y autores del sello editorial, Juan Carlos Ramírez presentó un resumen impresionante de la obra del colectivo, desde el primer libro impreso: El médico de la familia en la Sierra Maestra, de la Maestra inmortal Marta Rojas.
La Pablo atesora en su catálogo 1361 títulos cuyos autores, en un 90 por ciento, son cubanos, incluidos 25 ganadores del Premio Nacional de Periodismo José Martí por la Obra de la Vida, el más alto reconocimiento que se concede en el país a profesionales de la prensa.
En sus palabras de elogio a todos los trabajadores, el vicepresidente de la UPEC reconoció en particular el papel de Ernesto Vera, quien fundó la editorial en calidad de presidente nacional de la UPEC -liderazgo que asumió entre 1966 y 1986-, y de las dos únicas directoras: Irma Armas, primero, y desde 2009 Esther Pozo.
De Irma a Esther, el colectivo de la Pablo de la Torriente sostiene una obra valiosa, refrendada en el acto con la entrega de la obra El Maestro, que a nombre de la UPEC entregaron a la actual directora Maridé Fernández y Ricardo Ronquillo.
“¿Qué significa llevar el nombre de esta editorial?”, preguntó finalmente Juan Carlos Ramírez para responder en seguida: “Recuerda que con Pablo la Revolución -y con ella, la prensa- siempre debe llegar a tiempo”.
En la ceremonia, también la Pablo de la Torriente entregó reconocimientos: a instituciones (el Instituto Cubano del Libro, la Casa del Alba Cultural y el Instituto Internacional de Periodismo José Martí) y a autores destacados (Carmen R. Alfonso y Ángel Velazco); en tanto la UPEC otorgó diplomas a Osvaldo Pérez y a la propia Esther.

Como agasajo adicional, los asistentes disfrutaron del virtuosismo del muy juvenil Conjunto de guitarras Isaac Nicola, del Conservatorio de Música Amadeo Roldán, dirigido por la maestra Mabel González.

“Ah… ¿quién pudiera escribir esa alegría?”, pensó algún periodista al escucharlos. Tal vez un día, rumbo a otros 40 años, la Pablo lo haga.





