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Claroscuros de la libertad de expresión según la UNESCO

La libertad de expresión está disminuyendo hoy más rápidamente que en cualquier otro momento de los últimos 12 años, según el recién publicado Informe Mundial sobre las Tendencias de la Libertad de Expresión y el Desarrollo de los Medios de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Una nota en la pagina en español del sitio web oficial de la UNESCO, www.unesco.org/es , sostiene que la libertad de expresión ha caído un 10 por ciento a nivel mundial desde 2012, lo que constituye una erosión no vista desde las guerras mundiales y la Guerra Fría.

Al mismo tiempo, la autocensura ha aumentado un 63 por ciento a causa de que los periodistas evitan cada vez más informar sobre corrupción, derechos humanos y daños ambientales. Ello significa que una práctica que antes era poco frecuente se está convirtiendo norma.

Entre las tendencias que explican ese retroceso se encuentran el deterioro de los derechos humanos, el aumento de los ataques contra periodistas y la crisis que afecta al modelo de negocio de los medios de comunicación.

Según el estudio de la UNESCO, en todo el mundo, quienes alzan la voz enfrentan una hostilidad creciente, las protecciones de los derechos humanos se debilitan y la violencia y el acoso —en particular en línea— se normalizan cada vez más. Una encuesta dispuesta para el estudio arrojó que el 67 por ciento de las personas abordadas declaró haber sufrido discursos de odio en línea, lo que subraya la magnitud del problema.

Las mujeres y los grupos marginados se ven desproporcionadamente afectados. Para muchas personas, la visibilidad tiene un alto costo personal.

La periodista y activista francesa de derechos humanos Rokhaya Diallo, autora de un capítulo del informe, describe cómo la defensa de los derechos humanos la ha expuesto a ataques persistentes que cuestionan su legitimidad y pertenencia.

Si bien las plataformas digitales han permitido que temas históricamente invisibilizados —como la historia colonial, la esclavitud y la violencia policial— ganen visibilidad, también han intensificado el acoso, la intimidación y las amenazas, tanto en línea como fuera de ella. Con demasiada frecuencia, las mujeres que desafían las narrativas dominantes son empujadas al silencio, la exclusión o algo peor.

“Lamentablemente, mis experiencias están lejos de ser aisladas. Demasiadas mujeres en todo el mundo han sido demonizadas, excluidas, silenciadas por la fuerza y, en algunos casos, asesinadas por alzar la voz. Estamos siendo testigos de un ataque contra los derechos duramente conquistados en el último siglo, no solo por las mujeres, sino también por personas negras, racializadas, pueblos indígenas, personas con discapacidad, personas LGBTQI y otros grupos históricamente marginados”, contó Rokhaya Diallo

Dicho clima de hostilidad alimenta una tendencia más amplia: la autocensura. Ante la presión legal, el abuso en línea, la vigilancia y el peligro físico, muchos periodistas evitan por completo los temas sensibles —principalmente la corrupción, los derechos humanos o los daños ambientales—, con lo ual se debilita el debate público y la rendición de cuentas democrática.

Los riesgos son particularmente graves para quienes informan sobre cuestiones ambientales. Periodistas, científicos y activistas que cubren el cambio climático y la destrucción ambiental enfrentan una intimidación cada vez mayor. Desde 2009, cientos han sido atacados y 46 asesinados, con solo seis condenas resultantes a sus agresores.

Kunda Dixit, periodista ambiental, editor y autor del capítulo 4 del informe “Periodismo: proteger el planeta”, afirma que “El mundo solo puede actuar colectivamente si la ciudadanía y los gobiernos conocen la magnitud y el impacto de las calamidades inminentes, y qué hacer para evitar los peores riesgos. Esa información solo puede provenir de medios libres y de un ecosistema digital que no esté instrumentalizado por quienes niegan la realidad”.

Los ataques referidos no solo silencian a personas, sino que además privan a las sociedades de información esencial sobre la crisis climática en un momento en que el debate público informado es crucial. Al mismo tiempo, el periodismo independiente sufre una fuerte presión económica. Las plataformas digitales capturan la mayor parte de los ingresos publicitarios y tres empresas controlan cerca de la mitad del gasto publicitario mundial, evidencia de un desequilibrio económico que amenaza el pluralismo mediático y erosiona aún más la independencia de las redacciones en todo el mundo.

No obstante, el informe de la UNESCO relaciona razones para la esperanza y la acción. Entre 2020 y 2025 -expone- 1500 millones de personas accedieron a redes sociales y plataformas de mensajería, ampliando la participación cívica y las vías de expresión. De igual modo, el periodismo de investigación colaborativo está en aumento, con equipos transfronterizos que revelan irregularidades y refuerzan la rendición de cuentas.

También avanzan los esfuerzos por mejorar la transparencia en el ámbito digital: en 2024, la UNESCO contribuyó al lanzamiento del Foro Mundial de Redes de Organismos Reguladores, que reúne a más de 120 entidades reguladoras de todo el mundo, y hoy casi la mitad de los países reconoce legalmente a los medios comunitarios, lo que ayuda a construir ecosistemas de comunicación más inclusivos y confiables.

“La elección ante nosotros es clara: continuar por un camino de erosión y crisis, o dar pasos decisivos para reconstruir la confianza, proteger la información como un bien público y restablecer el diálogo como base de la paz”, declaró el Foro Mundial para el Desarrollo de los Medios, una de las organizaciones que contribuyeron al informe de la UNESCO.

La nota de www.unesco.org/es señala que la libertad de expresión es la base de todos los demás derechos porque fortalece la democracia, impulsa el desarrollo sostenible y fomenta la paz. Ante ello, alerta que revertir las tendencias peligrosas actuales requerirá una acción colectiva: defender a los periodistas, apoyar a los medios independientes, exigir responsabilidades a las plataformas digitales y defender el derecho a estar informados y a expresarse libremente.

El Informe Mundial sobre las Tendencias de la Libertad de Expresión y el Desarrollo de los Medios es publicado por la UNESCO cada cuatro años. La edición 2022-2025, “Periodismo: forjar un mundo en paz”, se basa en las contribuciones, análisis y datos de más de 100 especialistas en libertad de expresión y desarrollo de los medios y se nutre de cientos de fuentes académicas e institucionales. Es el único informe global que analiza las tendencias de la libertad de expresión y el periodismo a lo largo de un período plurianual. La mayoría de los datos se recopiló entre enero de 2022 y diciembre de 2025.

Imagen de portada: Tomada de unesco.org.

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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