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El Colegio en la Casa… de la Prensa

“Esta Casa de la Prensa está abierta para ustedes. Será plenamente suya cuando se gradúen”, dijo la vice presidenta primera de la UPEC, Bolivia Tamara Cruz, a un grupo de estudiantes del Colegio Universitario de periodismo de la Universidad de La Habana que iniciaron el martes tres días de encuentros con el liderazgo del gremio.

La apertura del contacto estuvo a cargo, como anfitriones principales, de Bolivia, Francisco Rodríguez Cruz y Luis Curbelo; estos últimos vicepresidente y vicepresidente de economía y administración, respectivamente. Los tres explicaron a los siete jóvenes visitantes de la cuarta edición del Colegio —que cuenta con 17— la naturaleza, recursos humanos y mecanismos de funcionamiento de la Casa de la Prensa central.

El diálogo giró en torno al estado actual del curso, a punto de culminar, y los pasos subsiguientes, que estarán marcados por el ingreso al Servicio Militar como antesala de la carrera de periodismo.

Parte de la presidencia de la UPEC junto a los estudiantes.

Los jóvenes visitantes comentaron sus impresiones acerca de eventos relevantes como el Coloquio Internacional Patria, que reúne cada año en Cuba a distinguidas figuras de la comunicación política mundial.

Por lo que dijeron, el avance de la inteligencia artificial en el periodismo, sus aplicaciones docentes, el rol del reportero, el caótico panorama internacional y la lucha contra el bloqueo de unas naciones a otras concentran el interés de los futuros colegas.

A su vez, los anfitriones explicaron detalles del presupuesto que respalda la gestión de la UPEC, de los ingresos adicionales que ella gestiona en bien de respaldar sus procesos y plantilla, las actividades que desarrolla, la logística de trabajo y los mecanismos de funcionamiento del grupo de la presidencia.

Ante una pregunta de Francisco Rodríguez, los jóvenes comentaron inconformidades por la alta exigencia académica que, en materia de ciencias, se les hace en el programa docente —alguno dijo que era superior, incluso, a la de la Vocacional Lenin—, sin considerar el perfil más humanístico y de letras que debía prevalecer para ellos.

Tras apreciar el audiovisual “Fidel entre nosotros”, donde el Comandante en Jefe trazó coordenadas de la prensa de avanzada y pronunció su célebre frase de que “Una Revolución solo puede ser hija de la cultura y las ideas”, los adolescentes escucharon la exposición de Esther Pozo, directora de la Editorial Pablo de la Torriente, de la UPEC.

La directora les regaló cuatro valiosos títulos impresos de la Pablo, referidos indistintamente a la dictadura argentina, el destacado fraile dominico y luchador brasileño Frei Betto y crónicas habaneras de Luis Sexto, así como a una compilación de documentos del relevante comunicador Julio García Luis.

Mostraron gran interés por las novedades tecnológicas de la Pablo…

Esther Pozo ofreció detalles sobre el trabajo de expansión, más allá del libro impreso, de la editorial a otros soportes, sobre los cuales dio varias muestras a los visitantes en el propio salón. También se detuvo en los hitos del programa de actividades por los 40 años de la Pablo, que se cumplirán el 12 de diciembre.

Ese colectivo mantiene su perfil tradicional de publicaciones de periodismo y comunicación que respaldan la formación académica, pero desde hace años se ha ampliado a la historieta, el audiolibro y el epub. Los jóvenes apreciaron spots publicitarios de algunos títulos recientes en esos formatos.

La Pablo no se concentra en autores-periodistas de la capital, sino que ha propiciado que colegas de otras provincias, conocedores como nadie del patrimonio de sus territorios, publiquen libros sobre ese tema en una colección con la empresa Artex altamente valorada.

Al respecto, Esther les mencionó el “libro estrella” de la editorial, por su cantidad de reediciones y traducción a otros idiomas: “100 preguntas y respuestas sobre Cuba”, de la experimentada colega Carmen Alfonso.

La Pablo también dio respuesta, en su momento, a la indicación de Fidel Castro de publicar libros sobre las misiones médicas internacionalistas cubanas en otros países, cubiertas por múltiples periodistas.

Agradó sobremanera a los jóvenes la técnica de la realidad aumentada a través de una herramienta digital de la Editorial Pablo de la Torriente aplicada a la exposición Yo solo sé de amor, del pintor Jorge Rafael Soca Tamayo, quien acompañó con ellas el libro homónimo del periodista Luis Hernández Serrano.

Esa aplicación es otro de los aportes de especialistas de Sumat SRL, Empresa de Soluciones para la Transformación Digital, a los proyectos de modernización editorial de la Pablo de la Torriente.

Finalmente, los estudiantes del colegio universitario de periodismo dialogaron con el reconocido periodista Jorge Legañoa Alonso, vicepresidente del Instituto de Información y Comunicación Social (IICS), quien a partir de una encuesta informal sobre sus perfiles vocacionales de cara al periodismo tejió para ellos un lienzo del panorama comunicacional en Cuba.

El diálogo con Jorge Legañoa fue fluido y sustancioso.

Legañoa identificó en ellos la necesidad de comunicarse y les dijo que ahora se trata de que modulen a cuál público desean hablar, en tanto ya no funciona la comunicación generalista de los medios tradicionales sino la que se dirige a públicos segmentados.

El vicepresidente del IICS explicó que el gran objetivo de la Ley de Comunicación Social, aprobada en Cuba hace dos años como un instrumento inédito en la historia del país, es la asunción de un sistema de comunicación en sus ámbitos mediático, organizacional y comunitario, lo cual amplía considerablemente el alcance y profundidad de cualquier Ley de Prensa.

Justamente, el IICS fue creado para gestionar ese sistema nuevo, para el cual Legañoa cuenta con el aporte de jóvenes como ellos. “Ustedes —les dijo— serán agentes de cambio” en este asunto.

Legañoa refirió el aporte de organizaciones como la UPEC y la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales (ACSS) y los referentes de herramientas internacionales de avanzada para la creación de nuestra Ley de Comunicación Social, que contempla incluso la apertura a prácticas comerciales sin contaminar la ética editorial de los procesos. En ese sentido, señaló la coherencia de la Ley con el actual proceso de experimento en los modelos de gestión de la prensa cubana.

Finalmente, Legañoa comentó a los estudiantes que el periodismo y la comunicación necesitan nuevos lenguajes y narrativas, en lo cual ellos mismos pudieran hacer aportes. “Hace falta —precisó— profesionales integrales que asuman el estudio como herramienta básica del periodismo”.

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Enrique Milanés León
Forma parte de la redacción de Cubaperiodistas. Recibió el Premio Patria en reconocimiento a sus virtudes y prestigio profesional otorgado por la Sociedad Cultural José Martí. También ha obtenido el Premio Juan Gualberto Gómez, de la UPEC, por la obra del año.

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