El reportero de El Economista Antonio Lorenzo, uno de los consultados en el estudio “¿Quién acciona la máquina? La IA, el periodismo y (el agotamiento de) los datos en la era de la ‘enshittification’ de internet”, no tiene ninguna duda de que “La IA generativa va a ser una amenaza colosal para los periodistas” y se atreve a establecer la fecha simbólica de tres años para que realmente esos modelos de escritura automática ocupen un asiento en las redacciones. Los periodistas que escriben como máquinas —considera— serán los primeros en ser sustituidos.
“Ante el periodismo de declaraciones que tan en boga está, las máquinas son imbatibles”, señala antes de agregar que es el momento de resignificar la profesión, más allá del arquetipo de periodista-tertuliano para ser realmente el especialista que persigue la noticia, ofrece un análisis certero, aporta algo diferente y es capaz de absorber el contexto para enmarcarlo de una forma que resulte entendible y apetecible para el público. Lorenzo lo llama “contar esa crónica que no sea capaz de contar la máquina”.
Para muchos analistas, no queda tanto para que ni siquiera las noticias en exclusiva o las primicias importen mucho. Lo que sí va a permanecer es el tono personal, las firmas que dan credibilidad y confianza. “El criterio, el olfato, su astucia y picardía profesional, el diálogo con la fuente, son los aportes que hacen irremplazable al periodista”, apunta por su parte Flor Coelho, otra colega.
Una nota del sitio www.periodistasdearagon.org sobre el informe de la Unió de Periodistes Valencians acerca del impacto de la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías de realidad virtual en el ámbito de la comunicación y el periodismo, confeccionado tras la investigación de la periodista Sara Calvo Tarancón, ganadora de la IX Beca de investigación periodística Emili Gisbert, recoge elementos de la incidencia, cada vez mayor, de la Inteligencia Artificial en los procesos informativos.
“Sabíamos que quedaría desactualizado en poco tiempo debido a la velocidad con que evoluciona, pero pretende sentar una base para entender la actualidad y poseer una visión de sus inicios en el futuro”, señaló la Comisión Ejecutiva de esta asociación.
Ante la pregunta de si puede la Inteligencia Artificial suponer un riesgo para los periodistas, desde la Unió de Periodistes Valencians han remarcado que “sin duda”; en primer lugar, porque muchas empresas buscarán la optimización de noticias en base a esta tecnología y, en segundo, porque para el ejercicio que se realiza hoy día, donde “se premia el copia y pega y el clickbait (estrategia de contenido en internet que busca captar la atención de los usuarios mediante títulos sensacionalistas que rozan lo engañoso), poca especialización es requerida”.
No obstante, la pesquisa reconoce que la IA puede contribuir a mejorar las prestaciones de una redacción pequeña, a encontrar datos y patrones que supongan noticiabilidad y que el ojo humano tardaría días o incluso meses en descubrir y a acceder, con un uso generalizado, a informaciones que de otro modo permanecerían ocultas.
En la introducción, el informe apunta que la definición del periodismo también engloba entre sus características el saber hacer las preguntas correctas a las personas adecuadas o, en este caso, a las máquinas adecuadas.
“Si estamos apostando por un periodismo de soluciones, hagámoslo también con la Inteligencia Artificial. Formémonos. Veamos en qué puede ayudarnos. Y aprovechemos una era donde, si somos capaces de dominar la tecnología antes de que ella nos domine a nosotros, es posible que consigamos dar un salto hacia adelante en una profesión que necesita recuperar la credibilidad. Sobre todo, porque pronto será difícil discernir lo que es verdad de lo que no lo es. Y ahí, siempre, debe haber un periodista vigilante”, concluye la investigación.
Imagen de portada: Tomada de blogotomia.com.