Fotorreporteros

Abel Rojas: El fotoperiodismo es la adrenalina que me impulsa

  • «Creo que el contenido emocional es el elemento más importante de una imagen, independientemente de la técnica fotográfica.» – Anne Geddes

Tener una cámara fotográfica y deseos de hacer, no es suficiente para llegar a fotorreportero. Eso lo supo Abel Rojas desde muy temprano, por eso, matriculó en disímiles cursos de superación profesional y gracias a ello creció técnica y culturalmente.

Porque desde muy joven sabía lo que quería y para lograrlo fue ascendiendo peldaño a peldaño. Primero, maestro emergente; después  redactor asistente; más tarde redactor-reportero y colaborador de página web, hasta llegar a ser lo que es hoy, fotorreportero y jefe del departamento de fotografía del periódico Juventud Rebelde.

Tengo la suerte, gracias al fotoperiodismo, de haber sido testigo de disímiles acontecimientos de importancia tanto para Cuba como para el mundo.

Sus instantáneas sugieren, comunican, documentan. Algunas no necesitan palabras, otras dicen lo que las palabras no pueden.

En su labor, Abel Rojas va dejando una huella en el periodismo cubano y aportando una y otra imagen al patrimonio visual del país.

 ¿Cuál de tus fotografías ha dejado una huella más profunda en ti? ¿Por qué?

Tengo la suerte, gracias al fotoperiodismo, de haber sido testigo de disímiles acontecimientos de importancia tanto para Cuba como para el mundo. Aunque cada una de las coberturas supone un reto, hay algunas que destacan más que otras por su naturaleza y repercusión noticiosa al tiempo que demandan más responsabilidad y destreza al fotorreportero, quien tiene la misión de legar imágenes de momentos de gran trascendencia y simbolismo.

Siempre he dicho que el mayor reto que me nutrió el alma y me impulsó a superarme profesionalmente, fue documentar la desaparición física del Comandante en Jefe Fidel Castro, desde la despedida del pueblo cubano en la Plaza de la Revolución en La Habana, hasta el recorrido de la caravana que acompañó el cortejo fúnebre hasta Santiago de Cuba.

Fue un trabajo que junto a otros colegas afronté con el pecho apretado por el dolor de la pérdida, pero a la vez, asumí con respeto, admiración y entereza. Me asignaron la tarea de fotografiar la caravana desde el aire. Nunca antes había volado en helicóptero, y mucho menos tomado fotografías desde tanta altura, y aunque son confiables, esas aeronaves tienen sus peculiaridades a causa del ruido constante del motor, las vibraciones y las maniobras que tienen que hacer los pilotos.

De todas las fotografías que tomé, la que dejó una huella más profunda en mí, fue una a la entrada del municipio santiaguero de Contramaestre, donde una anciana espera en la carretera el paso de la caravana, y cuando tiene delante de sus ojos los restos del Comandante, estalla en llanto. En ese momento su rostro, cubierto por sus manos, me transmitió el dolor de todos los cubanos. Fue un instante pletórico de simbolismo y sentir revolucionario.

Te lloro. Foto: Abel Rojas

Con tantos géneros de fotografía que existen ¿por qué optaste por el fotoperiodismo?

El mundo del periodismo es vasto e impresionante. Es una profesión tan fascinante como compleja, en la cual, desde el punto de vista visual, todo sucede ante ti a la velocidad de la luz y se vuelve un reto captar el instante preciso. De ahí mi preferencia por la fotografía periodística, porque en este espacio enfrento constantemente nuevos desafíos que me obligan a superarme cada vez más y estar siempre en acción. El fotoperiodismo es la adrenalina que me impulsa.

Bruno Barbey, fotoperiodista marroquí de la agencia Magnum afirmó que “la fotografía es el único lenguaje que puede ser entendido y comprendido en todo el mundo”. ¿Cuánto hay de cierto en esta afirmación?  En realidad ¿puede una imagen decir más que mil palabras?

Esa afirmación del fotógrafo Bruno Barbey, no puede ser más certera. El cerebro humano es probadamente visual desde tiempos inmemoriales. Los ejemplos se remontan a las pinturas rupestres. Gracias a las imágenes, la mente humana percibe el mundo que le rodea con mayor rapidez y precisión.

Por ello pienso que la fotografía cumple un rol muy importante dentro del trabajo de un periodista, ya sea en los medios impresos como en los digitales. Una imagen puede captar la atención colectiva y convertirse en un producto comunicativo, incluso a nivel global.

¿Qué si puede una imagen decir más que mil palabras? Lo creo, y en ocasiones ni título necesita una buena fotografía. No es tan fácil. Para lograr ese resultado no solamente es necesario conocer y aplicar la técnica, hay que plasmar la mayor cantidad de información en un solo encuadre para que el mensaje llegue, a la vez, con naturalidad y sencillez.

Desastre del Hotel Saratoga: todo el mundo cuenta. Foto: Abel Rojas

Para ello el fotorreportero tiene que estudiar, documentarse, estar lo más actualizado posible de lo que acontece en su país y el resto del mundo, para ser más preciso a la hora de transmitir el mensaje. Y si el propósito visual es un retrato, debe atender cada detalle, no solamente el nombre y apellidos de la persona, sino, además, sensibilizarse con la personalidad, el carisma y tener en cuenta el contexto histórico. Y algo que para mí es crucial: la agudeza y la perspicacia del fotógrafo.

¿Cuánta emoción sientes en el instante en que tomas una fotografía cuando tienes la certeza de haber “dado en el blanco” y cuánta la que sientes en el momento en que vez esa misma fotografía publicada en la prensa a la vista del mundo?

Es una pregunta muy interesante. Cuando me inicié en la fotografía periodística, me emocionaba -como todo principiante- cuando creía que había dado en el blanco. Irónicamente, la inexperiencia puede dar esa impresión, a veces errónea. Pero eso lo aprendes con el tiempo, los tropiezos y la superación.

En la actualidad, con un poco más de experiencia, prefiero imaginar que “di en el blanco”, pero no es hasta el momento de la descarga y la edición en la computadora que logro ver el resultado real; no obstante, mantengo en bajo perfil la posible emoción; ya que el termómetro real que me confirma si di o no en el centro de la diana, es el público, los espectadores, sea cual sea la plataforma o medio de comunicación en que se publica la imagen. Si las reacciones son positivas y el mensaje a transmitir llega sin ninguna interferencia ni distorsión, entonces puedo decir que “di en el blanco”. Pero no soy de los que se conforman fácilmente con el resultado, siempre hay maneras de hacer fotografías, y de seguir perfeccionándose y aprendiendo de los amigos y colegas que te rodean.

Siempre en Home. Foto: Abel Rojas

Respondiendo la segunda parte de la pregunta: Si, es muy gratificante ver que tu obra es publicada en los medios, ya sea en una plataforma digital o en una edición impresa, que es la que más disfruto. Porque es emocionante palpar físicamente el resultado del trabajo. Ver la evolución de una imagen en tres etapas: primero, desde que fue concebida en mi mente; segunda, cuando fue captada en la cámara fotográfica, y por último, impresa en papel como parte de un diseño integral.

Eres un fotógrafo joven con un camino andado y otro promisorio por delante. ¿Qué te propones en los años venideros? ¿Ves tu futuro en Cuba?

Para empezar, jamás dejar de sentir la fotografía, vivirla; no permitir que se apague la pasión por experimentar y buscar esa imagen que alimenta mi necesidad de comunicar y expresarme. Seguir estudiando, superándome e ir tras nuevos retos; crecer profesionalmente, para encontrar siempre formas diferentes de transmitir ideas y sentimientos a través de las imágenes.

Como fotorreportero, desde hace ya más de diez años en los medios de prensa nacionales, he trabajado en todas las esferas y las disfruto igual, pero te confieso que mi mayor atracción está en el periodismo deportivo.

También quisiera retomar la fotografía artística, tal vez en dualidad con la fotografía documental, que también constituye una vía de expresión desde lo más íntimo del ser humano y la sociedad.  ¿Qué si veo mi futuro en Cuba? Claro que sí, jamás me ha pasado por la mente, y menos por mi corazón, asentarme en otro lugar que no sea Cuba.

Galería de imágenes de Abel Rojas

Foto de portada: Abel Rojas, sus imágenes sugieren, comunican, documentan. Foto: Roberto Chile

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Roberto Chile
Roberto Chile. Premio Nacional de Periodismo José Martí, 2019. Documentalista y fotógrafo. Durante más de 25 años acompañó a Fidel Castro en sus recorridos por Cuba y el mundo, documentando el constante ejercer de su obra. Al decir del historiador Eusebio Leal, “Roberto Chile ha sabido forjar una imagen singular, siempre digna y luminosa de Cuba. Sus imágenes conforman un universo de fe y espiritualidad, perceptibles para aquellos que, como él, son capaces de amar”.

One thought on “Abel Rojas: El fotoperiodismo es la adrenalina que me impulsa

  1. El gran Abelo, mi hermano, un fotorreportero estrella. Ha desarrollado una ardua labor desde su trinchera. Persona sencilla y noble. Lo admiro.

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