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Patria: dos coloquios y muchas voces

Como prueba suprema del valor de los símbolos, las afirmaciones del presidente de la UPEC, Ricardo Ronquillo, y de la activista política Grabiela Rivadeneira en torno al Segundo Coloquio Internacional Patria coincidieron desde la raíz: mientras el cubano sostenía que este evento puede ser la semilla de la cadena comunicacional de la libertad en el siglo XXI, la amiga ecuatoriana celebraba que tantos nos hubiéramos conectado, en Casa de las Américas, alrededor del periódico de José Martí.

El “tantos” de Gabriela tiene nombres concretos: 58 invitados de 14 países y 120 anfitriones que entablaron con ellos un diálogo presidido, entre otros, por los altos dirigentes políticos cubanos Roberto Morales Ojeda y Rogelio Polanco Fuentes; el ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau; el presidente de Casa…, Abel Prieto Jiménez; y Rosa Miriam Eizalde, vicepresidenta primera de la UPEC y líder del comité organizador del encuentro.

En un lunes pródigo en ideas profundas, porque sobraba el talento e hincaba la necesidad de luchar, Rosa Miriam aclaró que este no es un evento académico dirigido a hacer diagnósticos, sino uno de comunicación política encaminado a articularnos en un mundo difícil de entender. No obstante esa última admisión, la vicepresidenta primera de la UPEC celebró que estemos construyendo un exitoso mapa de comunicación en América Latina y puso como ejemplo de ello el hecho de que, detrás de los avances políticos regionales, hay equipos de comunicación que enfrentan la guerra cognitiva.

En la apertura misma del coloquio, Abel Prieto refirió la demanda que se hace a la izquierda de que se ocupe más de la guerra cultural y la batalla comunicacional y articule mejor las fuerzas de resistencia anticolonial y antimperialista, en tanto “hemos estado dispersos”. Tras citar varios eventos, el presidente de Casa de las Américas señaló que con Patria hemos colocado estos temas en el lugar que merecen.

Abel Prieto. Foto: Ismael Francisco

Por un mundo mejor, estos comunicadores se entienden desde el lado del corazón. El periodista e historiador indio Vijay Prashad, director del Instituto Tricontinental para la Investigación Social, evaluaba el sentido de la comunicación desde el amor: No es -decía- la mano invisible la que domina el mundo, sino el corazón invisible, porque la capacidad de amar es esencial para un proyecto socialista.

Vijay Prashad. Foto: Ismael Francisco

También parte del equipo de Tricontinetal, Tings Chak comentó que las ideas del socialismo todavía resultan una amenaza para el imperio, y por ello el reto de nuestra parte es entender qué es el socialismo y cómo comunicar sus ideas de manera eficaz.

En tanto, la argentina María Fernanda Ruiz, del Instituto Patria -¡seguían las coincidencias!-, llamó a dar, en comunicación, el salto cualitativo que demanda la historia, lo que implica trabajar en conjunto, de manera permanente, habitar el territorio digital y el físico, formar no solo con docentes a mano sino con militancias activas.

María Fernanda Ruiz. Foto: Ismael Francisco

Mil veces se habló de retos porque sobran desafíos. El brasileño Breno Altman, director del portal independiente Mundi, afirmó que tras el proceso de contrarrevolución que siguió a 1991 nos ha quedado la tarea de reinventar el proceso civilizatorio a partir de las experiencias de los pueblos. “Tenemos el reto de crear una base material para enfrentar la ofensiva mediática de la derecha y el reto de fundar un proyecto civilizatorio con otro lenguaje”, dijo.

Breno Altman. Foto: Ismael Francisco.

Esas ideas, de pleno consenso, han chocado sin embargo con un obstáculo singular, apuntado por Yaniska Lugo, del Centro Memorial Martin Luther King Junior: “Ha habido muchas experiencias de articulación en América Latina, pero ha resultado difícil sostenerlas”.

Lo anterior converge con la paradoja apuntada por la argentina Ana Fernández, de la Asociación Civil Caput por la Cultura, la Comunicación y los Derechos Humanos, quien comentó el dilema de la desventaja de la izquierda en la correlación de fuerzas cuando representa justamente los intereses de las mayorías.

El comunicador cubano Iroel Sánchez marcó tres graves carencias de la zurda mundial en esta batalla comunicacional: la articulación, la producción de contenidos de calidad y la formación masiva de un sujeto crítico en nuestros pueblos.

Partiendo de los ejemplos de Chávez y Fidel -sólidos no solo en lo moral revolucionario, sino también en los resultados de cara a la masa- Iroel comentó que si la guerra es por la mente de las personas, tenemos que conseguir que estas puedan defenderse, lo que implica que no se trata del brillo de gurúes aislados sino del aprendizaje de la gente. “¡Lucha comunicacional, pero calle!”, dijo antes de recordar que la escala con que Fidel medía todo era el pueblo.

Jerónimo Zarco. Foto: Ismael Francisco.

Jovencísimo y lúcido, el mexicano Jerónimo Zarco puso a debate un ejemplo sencillo: no es lo mismo decir “Castro” que decir “Fidel”. Para él, la pugna se tiene que entender en términos de comunicación y lenguaje, con la conciencia de defender proyectos del pasado, pero también con la certeza de crear otros nuevos. Sobre la lucha por Cuba fue igual de gráfico: “Debemos crear una narrativa que bloquee al bloqueo”.

Con toda la buena fe del coloquio, el destacado cantautor cubano Israel Rojas contó cómo ha vivido en carne propia el linchamiento mediático, por no vender sus principios, y cómo ha visto que muchos proyectos de la región dirigidos a crear una contrahegemonía cultural se perdieron -algunos traicionaron lo que antes dijeron- para no ser aplastados por una “máquina de devorar creadores que está activada las 24 horas”.

Israel Rojas. Foto: Ismael Francisco

Según el líder de la banda Buena Fe, ”ya no hay que matar a Víctor Jara, basta con impedir que la gente conozca al creador. El daño peor no es desmovilizar a la gente con empatía progresista, sino disuadir a los más jóvenes de emprender el camino del no éxito”.

Larga, como la mano del imperialismo que ataca, debe ser la mano izquierda de los pueblos. La periodista estadounidense Zoe Alexandre considera que la lucha debe apuntar no solo a nuestro continente sino a la construcción del socialismo mundial.

Arrojo y convicción no están reñidos con la alegría en el luchar. El periodista y activista cubano Francisco Rodríguez Cruz considera que a veces en la izquierda “somos muy aburridos”, crítica que hace no solo desde una sólida militancia por los pueblos, sino también desde una práctica comunicacional desenfadada que se apropia incluso de la simbología de la derecha, para parodiarla, y que no teme plasmar lo personal en función de lo político. “Hay que divertirse haciendo política”, recomienda el colega.

Daniel Tovar. Foto: Ismael Francisco

Con un amplio aval al respecto, el mexicano Daniel Tovar invitó a estudiar los dispositivos que las fuerzas conservadoras emplean contra nuestros líderes y pueblos, para establecer, en respuesta, ofensivas conjuntas. Tovar sugirió que cada año se hagan cursos sobre estos temas en el prestigioso Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en Cuba.

Al respecto, Ariel Terrero, director de ese instituto y vicepresidente de la UPEC, comunicó la disposición a asumir tales acciones, en alianza con los presentes, y agregó que la brújula que guía a sus profesores es la transversalización del conocimiento.

Ariel Terrero. Foto: Ismael Francisco

Junto a “reto”, es probable que la palabra más empleada en el debate fuera “articulación”. De otra cosa no habló, aunque fuese en bella imagen, el brasileño Renato Rovai, editor de la revista Foro, quien recordó cómo Eduardo Galeano cuestionó alguna vez que al neoliberalismo -que era visto por el gran uruguayo como un rinoceronte- no podíamos intentar derrotarlo con otro rinoceronte: para vencerlo, decía, tenemos que ser abejas, millones de ellas.

“Muchas veces -acotó Rovai- ganamos hasta el gobierno, pero aun desde allí no hacemos nada para disputar ese espacio en la comunicación”.

Habría que declarar entonces lo que el gran amigo de Cuba Manolo de los Santos denomina -inspirado en las luchas de Vietnam y Cuba- “guerra (comunicacional) de todo el pueblo”, desde múltiples espacios, porque hemos cedido algunos: “En ciertos  momentos no electorales no ha interesado la lucha de los negros, de los indígenas, de las mujeres. En realidad, América Latina nos queda chiquita: buscamos un proyecto internacionalista, afianzado en nuestra única arma, que es la unión”, agregó.

El destacado político boliviano Sacha Llorenti refirió los retos que, en materia de preparación, agrega el auge de la inteligencia artificial y convocó a crear una escuela de formación sobre comunicación digital, que debería sortear con mayor éxito esa inconstancia en los proyectos mencionada por varios oradores.

Sacha Llorenti. Foto: Ismael Francisco

Otro punto interesante fue el comentado por la socióloga brasileña Sabrina Fernandes, quien denunció que a menudo los influencers de un partido se hacen más poderosos en redes que su propia formación política, desvirtuando con ello la naturaleza de todo un programa de acción.

En tanto, el periodista argentino Marco Teruggi relató que estando en Cuba se entiende mejor el contenido de la palabra “bloqueo”, constatada por él en estos días en que organizar Patria ha requerido vencer disímiles obstáculos que en otro país no lo serían.

El destacado comunicador español Pascual Serrano señaló tres elementos que muestran el avance de la derecha: que los hechos pierden terreno frente a la emoción, que muchos políticos aprecian que el discurso más agresivo les granjea mejor acogida y que las redes sociales premian la exposición de la ira. No obstante, esa apreciación no mengua su voluntad de lucha ni su convicción de que, frente al mundo de la posverdad, hay que apostar por la verdad y el rigor.

Pascual Serrano. Foto: Ismael Francisco

Esa apuesta pasa por el derecho de la sociedad de controlar sus propios datos, como defendió el académico brasileño Sergio Amadeu de Silveira, quien abogó por la creación de infraestructuras solidarias de almacenamiento y procesamiento de datos.

El periódico cubano Granma, fundado por Fidel, debe sentirse como un espacio natural para esta concertación, según invitó su directora Yailín Orta, quien refirió que las luchas internacionales siempre han sido parte del desvelo editorial del órgano del Partido.

En defensa de los referentes, la joven congresista colombiana María Fernanda Carrascal señaló que no podemos basar nuestras luchas en teorías anglosajonas ajenas a nuestros pueblos. Por otro lado, afirmó que “la política debe ser anfibia: estar en lo digital y lo analógico”.

Es lo que la mexicana Citlalli Hernández graficó en una frase de lucha popular: “Las calles, las redes y las paredes”, escenarios en los que, dijo, hay que estar simultáneamente, “porque no se puede negar que (también) la derecha está creciendo”.

Esa Cuba defendida tiene por qué serlo. El periodista uruguayo Fabián Cardozo apuntó que 100 000 compatriotas suyos recuperaron la visión gracias a la Misión Milagro llevada a cabo por médicos de la Isla, y que otros 10 500 aprendieron a leer y a escribir de la mano del Yo sí puedo, “sin embargo, los grandes medios no dijeron nada de eso”.

Es la Cuba bloqueada que defendió la amiga argentina Graciela Ramírez, de Resumen Latinoamericano, quien resaltó el obsequio, a los participantes, de un facsímil de la portada del Periódico Patria, fundado por el Héroe Nacional cubano José Martí el 14 de marzo de 1892. “Ya en ese tiempo -dijo Graciela- Martí entendió la necesidad de un partido, de un periódico para la comunicación y de la unidad para la lucha”.

Graciela Ramírez. Foto: Ismael Francisco

Otra intervención de calidad, entre muchas que apenas cabe relatar, fue la del sociólogo y periodista argentino Daniel Rosso. Él considera que, mientras “la derecha ha hecho del odio un dispositivo de gestión”, la izquierda atesora ejemplos como el de las Madres de Plaza de Mayo, que trasladaron el amor del hijo desaparecido como amor al espacio político.

“Es la idea de Cristina Fernández de Kirchner de que ‘la patria es el otro’ y en ello residió la potencia de los  líderes regionales, en mezclar sabiamente afectividad con racionalidad”, dijo Rosso.

El Segundo Coloquio Internacional Patria tendrá este martes su segunda y última sesión, en Casa de las Américas, y será clausurado oficialmente en horas de la noche, en acto multitudinario en la escalinata de la Universidad de La Habana.

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Enrique Milanés León
Forma partede la redacción de Cubaperiodistas. Recibió el Premio Patria en reconocimiento a sus virtudes y prestigio profesional otorgado por la Sociedad Cultural José Martí. También ha obtenido el Premio Juan Gualberto Gómez, de la UPEC, por la obra del año.

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