Mario Vargas Llosa
COLUMNISTAS

Un perdedor de sus propias apuestas

Apostó por Rodolfo Hernández para que  fuera elegido nuevo presidente de Colombia, y perdió. Entonces, cuando supo de la victoria de Gustavo Petro, dijo: “los colombianos han votado mal” y espero “que Gustavo Petro sea un accidente enmendable y corregible”. Fue la última apuesta perdida por Mario Vargas Llosa, devenido, sin que alguien se lo pida, tribunal inquisidor de todos los triunfos de la izquierda en América Latina.

Entre sus más recientes intromisiones políticas, puede citarse el  apoyo a Ricardo Anaya, representante del partido Acción Nacional (PAN), de México, en los comicios donde resultó electo el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En Argentina, también Vargas Llosa “apostó mal”, cuando aupó la propuesta de Mauricio Macri en las presidenciales de 2019, y este fue derrotado por el actual mandatario Alberto Fernández.

Cuando en Bolivia el pueblo acudió a las urnas luego del golpe de estado auspiciado por la Organización de Estados Americanos contra Evo Morales, y la imposición de un gobierno de facto, Vargas Llosa estaba “seguro” de que el vencedor sería Carlos Mesa; pero, el pueblo votó por Luis Arce Catacora, quien hoy conduce, no sin dificultades, los destinos de la nación sudamericana.

En la cita electoral en Chile, en 2021, el escritor se pronunció por la victoria de José Antonio Kast; sin embargo, los chilenos le tiraron una trompetilla a quien desde Europa se inmiscuyó en los asuntos de la nación latinoamericana, y eligió a quien hoy es el presidente, Gabriel Boric.

En su antiguo país —Perú—, Vargas Llosa, quien una vez aspiró a la presidencia y fue vencido por Alberto Fujimori, ahora apoyó a Keiko, la hija de su adversario de entonces, y nuevamente se “cogió la nariz con la puerta”, pues  los peruanos favorecieron al vigente mandatario, Pedro Castillo.

Ante tantos desaciertos, rebobiné en mi disco duro de la memoria y recordé cuando, en marzo de 1990, estaba de paso por Lima con destino a Santiago de Chile donde reportaría, como periodista, el paso de la dictadura de Pinochet a la ¿democracia? de Patricio Aylwin —al menos de manera oficial—.

En la capital peruana una caravana de autos, camiones, buses, con pancartas y mucha bulla, formaban parte de la campaña presidencial de quien en ese momento, como escritor latinoamericano, creyó que había  llegado el momento de “lanzarse al mundo político” y de ser gobernante. Pero Vargas Llosa fracasó. Y su adversario, Fujimori, se alzó con la victoria y gobernó —o mal gobernó— el país desde el 28 de julio de 1990 hasta el 21 de noviembre de 2000.

Quizás, con el ánimo caído en cuanto a sus pretensiones políticas en Perú, enrumbó hacia Europa y desde entonces ha venido tomando partido a favor de todo lo que sea “derecha y ultraderecha” en América Latina, y, paralelamente, se ha visto involucrado en no pocos escándalos financieros.

Según las averiguaciones del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, el escritor podría haber empleado la sociedad offshore Melek Investing, en el lapso 2015-2017, con un monto estimado en 1,1 millones de dólares, cuya cuenta estaba manejada por un banco de inversión estadounidense, según lo revelado en la conocida investigación Papeles de Pandora.

Antes, en 2010, Vargas Llosa apareció involucrado en una lista de lo que se conoció como Panamá Papers, sobre el sistema para la evasión de impuestos.

¡Qué pena! el escritor devenido “apostador” y siempre perdedor, en cuanto a temas políticos y electorales latinoamericanos se refiere.

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Elson Concepción Pérez
Periodista cubano y analista de temas internacionales. Forma parte de la redacción del diario Granma.

One thought on “Un perdedor de sus propias apuestas

  1. Que bueno que alguien se ocupa de comentar algo sobre este escritor, muy ranqueado por cierto, pero que se ha convertido en el mejor amigo de las malas causas en América Latina. A este tipo de gente hay desenmascararla constantemente, pues la prensa pro imperialista lo ensalza demasiado. Gracias.

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