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Rodolfo Walsh, ejemplo de evolución política y humana

Uno de los fundadores de la Agencia Prensa Latina, fue el periodista, escritor y militante revolucionario argentino, Rodolfo Walsh, quien enfrentó a la dictadura en Buenos Aires, y murió en combate contra los militares que intentaban secuestrarlo. Su cuerpo nunca fue encontrado.

El 25 de marzo de 1977, dos meses después de sus 50 años, cayó en combate en una calle con la misma determinación con que vivió. Como legado dejó lo que el también fundador de Prensa Latina, Gabriel García Márquez, llamó La Universal, carta abierta de un escritor a la Junta Militar. En esta denunciaba los métodos y objetivos de la dictadura militar, el horror de las desapariciones y campos de tortura y exterminio, y la entrega del país que hacían el Gobierno y la oligarquía argentina a los poderes financieros internacionales.

Durante la funesta etapa dictatorial en Argentina, Walsh se integró a las organizaciones guerrilleras peronistas, Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y Montoneros, y fue pionero de novelas testimoniales como Operación Masacre, considerada la primera novela de no ficción, y  ¿Quién mató a Rosendo?

Nació el 9 de enero de 1927 en Pueblo Nuevo, Colonia de Choele-Choel, hijo de Miguel Esteban Walsh y Dora Gill, ambos de ascendencia irlandesa. A los 17 años comenzó a trabajar en la Editorial Hachette como traductor y corrector de pruebas, y a los 20, comenzó a publicar sus primeros textos periodísticos. En 1950, conoció a Elina Tejerina en la Facultad de Filosofía y Letras quien fue la madre de sus dos hijas. La Plata fue el lugar que eligieron para vivir y criar a María Victoria y Patricia. En 1953 publicó su primer libro: Variaciones en rojo.

Su vida es un claro ejemplo de evolución política y humana. Ese cambio comenzó a producirse en su interior en el momento en que escribía Operación Masacre. En 1958, siguiendo esa línea de trabajo, publicó las 32 notas que dieron vida a Caso Satanowsky, donde revela el funcionamiento de los servicios de informaciones y su conexión con la gran prensa argentina.

A mediados de 1959, acompañado de Pompeé Blanchard, su compañera entonces, emigró a Cuba, donde permaneció dos años. Aquí participó de la fundación de la agencia de noticias Prensa Latina, junto a su coterráneo Jorge Ricardo Masetti, en la creación de «la primera agencia latinoamericana que consigue inquietar a los monopolios yanquis».

En PL, como se le conoce por sus iniciales, fue su primer jefe de Servicios Especiales en la oficina central de La Habana. Allí, poco a poco, fue descubriendo la realidad latinoamericana y conociendo cada vez mejor al imperialismo actuante en ella, y a sus agentes internos y externos.

Fue Walsh desde PL quien descifró los mensajes secretos que revelaban los planes de Estados Unidos de invadir Cuba por Playa Girón, en abril de 1961, con exiliados cubanos entrenados en Guatemala. Por su forma de andar y calma característicos, fue también, disfrazado de pastor vendedor de biblias, quien descubrió uno de los campamentos creados por Estados Unidos en esa nación centroamericana, confirmando así los preparativos de invasión.

Luego de derrotada en Cuba la agresión mercenaria, ese mismo año regresa a Argentina, donde siempre fue un fiel defensor de la experiencia revolucionaria cubana y con la cual seguiría colaborando a través de Prensa Latina.

Por esos años, Walsh ya tiene un perfil más definido y, entre todos los oficios, decide que el de escritor es el que más le satisface. De ese periodo son sus obras de teatro La Batalla, y La Granada. Publica Los oficios terrestres (1966), donde incluye el cuento Esa mujer, uno de los más importantes de la literatura argentina, y publica Un kilo de oro. Ya es un cuentista consagrado y algunos críticos lo consideran superior a Jorge Luis Borges.

En 1967, se produce un quiebre en su vida de escritor que él mismo resume con las siguientes palabras: «es imposible en la Argentina hacer literatura desvinculada de la política», y su evolución política lo va adentrando cada vez más profundamente en el campo nacional.

En 1970, militó en el Peronismo de Base, hasta que en 1973 decide unirse a la organización político-militar peronista Montoneros. En estos años, enseñó periodismo en villas miseria y editó el Semanario Villero. En los Montoneros ingresa con el grado de oficial segundo y el alias de Esteban. Integra el equipo que funda el rotativo Diario de Noticias, órgano de prensa que presentaba los puntos de vista de su organización y del cual se convierte en redactor.

Tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 organiza la Agencia Clandestina de Noticias (Ancla), y poco más tarde Cadena Informativa, con las cuales se propuso mantener abiertos canales informativos alternativos que permitieran una más efectiva resistencia popular frente a la dictadura. Escribe entonces Historia de la guerra sucia en la Argentina, desgarradora síntesis de lo que sucedía en el país. El 29 de septiembre de 1976, muere en un enfrentamiento su hija mayor Vicky, también militante peronista montonera, de 26 años y madre de una niña.

La vida de Rodolfo va llegando a su fin, se precipita por los mismos errores que él denuncia de su organización, penetrada por dobles agentes de los servicios de inteligencia argentinos y la embajada estadounidense, pero no es escuchado y muere fiel a sus ideas. Hoy Universal es un testimonio de la brillantez, del nivel de compromiso político y la calidad periodística de quien fuera un gran escritor, pero más aún un gran revolucionario.

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