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Sonó definitivo en Colombia el himno de la alegría y la paz

El presidente de Colombia Juan Manuel Santos (I) y el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC EP), Rodrigo Londoño, conocido por el alias Timochenko se dan la mano después de firmar un acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC, en Cartagena, Colombia, el 26 de septiembre de 2016. ACN FOTO/Fernando Vergara/AP/Tomado de Cubadebate)
El presidente de Colombia Juan Manuel Santos (I) y el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC EP), Rodrigo Londoño, conocido por el alias Timochenko se dan la mano después de firmar un acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC, en Cartagena, Colombia, el 26 de septiembre de 2016. ACN FOTO/Fernando Vergara/AP/Tomado de Cubadebate)

El presidente colombiano Juan Manuel Santos, y el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Rodrigo Londoño, suscribieron este lunes en Cartagena de Indias el histórico acuerdo de paz que pone fin al cruento conflicto armado en esa nación.

En la ceremonia a la que asistió el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Santos y Londoño utilizaron, simbólicamente, una bala de ametralladora convertida en bolígrafo para rubricar el compromiso que termina con la más extensa y antigua de las conflagraciones en Latinoamérica.

En emotiva ceremonia donde primó el color blanco en el vestuario de los miles de invitados a presenciar el acontecimiento, Santos entregó un pequeño prendedor con forma de paloma al Comandante de las FARC-EP, gesto que acompaña el espíritu de paz de los colombianos.

El mandatario suramericano anunció con júbilo desde el Centro de Convenciones de Cartagena de Indias que hay una guerra menos en el mundo, “¡y es la de la Colombia!”.

Dijo que todo pacto de paz es imperfecto, pero el logrado entre el gobierno y las FARC-EP es el mejor posible.

Expresó que lo pactado permitirá llevar desarrollo a los campesinos de Colombia –los más afectados por el conflicto armado–, fortalecer la democracia en el país y la lucha contra el narcotráfico, pues los sembradíos de coca se convertirán en campos cuyos frutos sean para alimentar al pueblo.

Santos apuntó que con el fin del conflicto no se terminan los problemas de su nación, pues “quedan retos por vencer, pero lo haremos sin el obstáculo de una guerra que consumía cuantiosos recursos”.

En sus palabras ante más de dos mil 500 invitados nacionales y extranjeros, el Presidente convocó al pueblo colombiano a respaldar los acuerdos de paz en las urnas el próximo domingo dos de octubre, cuando se realice un plebiscito nacional sobre lo pactado.

Lo firmado hoy es más que un acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla, es una declaración del pueblo colombiano de que nos cansamos de la guerra, de que decimos fuerte y claro: ¡No más guerra!, exclamó el Presidente.

Especial reconocimiento hizo el dignatario a aquellos que fueron el adversario durante más de cinco décadas y que hoy firmaron el acuerdo de paz.

“Nadie como Santos los combatió y golpeó cuando la dinámica de la guerra lo estimó; pero reconozco que fueron dignos negociadores, trabajaron con seriedad y voluntad para alcanzar la paz”, aseguró.
Ponderó asimismo, el novedoso sistema de justicia transicional acordado, que no permitirá impunidad en un país lastrado por la muerte de más de 200 mil civiles y millones de desplazados durante el conflicto.

Al intervenir en la ceremonia, las primeras palabras de Rodrigo Londoño estuvieron dirigidas a ese pueblo, que no perdió la esperanza, así como también a los guerrilleros caídos en la búsqueda de la paz.

Ofrezco sinceramente perdón a todas las víctimas del conflicto, por todo el dolor que hayamos podido causar en esta guerra, dijo el Jefe del Estado Mayor Central de las FARC-EP, interrumpido por vítores de ¡Sí se pudo!

De acuerdo con Londoño, con la recién finalizada X Conferencia Nacional Guerrillera se refrendaron unánimemente los acuerdos de La Habana, y se mandató la conversión de esa organización guerrillera en partido político.

Que nadie dude que vamos hacia la política sin armas, preparémonos para desarmar las mentes y corazones, sostuvo.
El líder guerrillero expresó su convicción de que la clave en lo adelante será la implementación de lo acordado durante las pláticas en La Habana, y para eso, el pueblo colombiano deberá convertirse en el principal garante, así como también la verificación internacional.
on el ejemplo de Colombia, invitó a otros pueblos en conflicto a encontrar el camino de la reconciliación y a silenciar las bombas.
ondoño felicitó al Presidente Santos, en quien las FARC-EP encontró un “valeroso interlocutor, capaz de soportar con entereza las presiones y provocaciones de los sectores belicistas”.

Agradeció en ese contexto a los pueblos Cuba y Noruega por el apoyo como garantes de las pláticas de paz, y dirigió un reconocimiento especial a la figura del Comandante Hugo Chávez, “sin cuyos trabajos pacientes, pero discretos, este final feliz no hubiese llegado”.

También al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como continuador de esa voluntad de paz, y a Chile, que junto a la nación bolivariana sirvieron de acompañantes al proceso que se extendió por más de cuatro años.

Al intervenir en la ceremonia, Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), señaló que los acuerdos crean las condiciones para una paz duradera que permita el desarrollo, promueva la inclusión, garantice la participación de la mujer y que en el futuro todos participen en la política, sin violencia.

Aseguró que los grupos de Naciones Unidas encargados de verificar la dejación de las armas, ya están desplegados en Colombia y que la organización continuará apoyando la paz en la nación suramericana.

Aliento a las partes para que sigan fuertemente comprometidos con el acuerdo y que se concrete la paz en Colombia, aseguró antes de concluir en español: “¡Viva la paz!, ¡Viva Colombia!, ¡Viva Colombia en Paz!”.

Al acto protocolar, que culminó con el Himno de la Alegría, asistieron jefes de Estado, el Rey Emérito de España Juan Carlos, decenas de cancilleres, ex mandatarios, así como directores y presidentes de organismos internacionales.

Lisandra Romeo Matos y Jorge Legañoa Alonso / ACN

Homenaje de Raúl a Gabo, ante el pedestal donde reposan los restos del escritor, quien fuera gran amigo de Cuba
Homenaje de Raúl a Gabo, ante el pedestal donde reposan los restos del escritor, quien fuera gran amigo de Cuba.

PRESIDENTE CUBANO RINDE HOMENAJE A GABRIEL GARCIA MARQUEZ EN CARTAGENA DE INDIAS

El presidente de Cuba, Raúl Castro, rindió homenaje al Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, frente al pedestal donde reposan sus cenizas en el claustro de La Merced, de la Universidad de Cartagena.

El mandatario cubano narró en un breve encuentro con periodistas presentes que conocía por la prensa los preparativos que se hicieron en ese centro de estudios para traer desde México los restos del novelista, hasta depositarlos allí; y que no se quiso ir de Cartagena sin rendirle un sentido homenaje.

Dijo que antes de partir de la amurallada ciudad decidió hacer este homenaje al Gabo, pero nadie sabía del lugar, del que había visto una foto del patio donde se colocarían las cenizas del escritor; y este lunes fue que se precisó venir aquí, agregó el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba.

Quisimos hacer este homenaje por él (García Márquez, gran amigo de Cuba) y por todos los caídos de un lado y del otro. Y que viva la paz que es lo que necesita más este mundo, donde hay conflictos, como ustedes saben, por todas partes, comentó.

Mis respetos a todo el pueblo colombiano, al que le deseamos que tengan éxitos en los pasos que quedan por delante para afianzar la paz, manifestó el dirigente cubano.

Raúl Castro también visitó el claustro de La Merced, al pie de la muralla que rodea el centro de la capital del caribeño departamento de Bolívar, junto a una comitiva integrada por el canciller Bruno Rodríguez; el historiador de La Habana, Eusebio Leal, y el embajador de Cuba en Colombia, José Luis Ponce, entre otros.

Antes de visitar el antiguo convento colonial, el jefe del Estado y del Gobierno cubanos participó en la ceremonia protocolar de la firma de los acuerdos de paz, suscritos por el presidente Juan Manuel Santos y el líder de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, Timoleón Jiménez.

Por haber sido Cuba garante de los diálogos -junto a Noruega- y sede de las conversaciones de paz durante casi cuatro años, el dirigente cubano ocupó asiento en primera fila en la ceremonia protocolar entre el gobernante colombiano y el comandante guerrillero.

Prensa Latina

 

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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