IDIOMA ESPAÑOL

La lexicalización

Lo de “cuento chino” nada tiene que ver con la lengua asiática

La  lexicalización es un fenómeno que se ha vuelto de conocimiento para el público general desde que comenzó a hablarse de las siglas lexicalizadas o acrónimos. Se entiende por lexicalización “la incorporación de una palabra al léxico o vocabulario”, concepto que no es, de hecho, una definición precisa. Existen varios tipos de lexicalización:

  • Algunos grupos de palabras adquieren un significado especial que no se corresponde con el que tienen sus formantes. Son las llamadas locuciones, como por ejemplo, tomar o coger las de Villadiego, frase que tiene su origen en la villa castellana de Villadiego, a 38 km de la ciudad de Burgos y fundada por Diego Rodríguez Porcelos —de ahí el nombre—, en la cual los judíos podían evadir la persecución de que eran víctimas en los siglos xvii y Su significado, recogido tanto en el Drae (hasta el 2001) como en el Diccionario de la lengua española (DEL, 2014), nada tiene que ver ni con dicha villa ni con los judíos y quiere decir “ausentarse impensadamente para huir de un riesgo o compromiso”. Otro tanto ocurre con la expresión cuento chino, que nada tiene que ver con esa nación asiática y alude, simplemente, a una mentira.
  • También se lexicalizan algunos nombres propios, fenómeno que tiene que ver tanto con la metonimia1 como con la antonomasia.2 En este caso están algunos nombres propios de marcas comerciales, como pitusa, pantalones de mezclilla que se confeccionaban por los cincuenta del pasado siglo en un taller radicado en Jaruco; zepelín, término por el que se conocen los dirigibles por la marca alemana Zeppelin; diésel, combustible así conocido por el nombre del ingeniero que inventó el motor homónimo y, más modernamente pósit, “nota adhesiva”, de la marca Post It. Este fenómeno se da también con algunos nombres propios de personas, un ejemplo es bayardo, término castellanizado a partir del nombre de Pedro Du Terrail (1476-1524), señor de Bayard, capitán francés tan célebre por su valor como por su caballerosidad y gentileza, alrededor de cuya figura se tejen episodios de leyenda. Se le conocía como “caballero sin miedo y sin tacha” y esta frase fue retomada por la poetisa cubana Mirta Aguirre en su “Canción antigua al Che Guevara”, donde, además, emplea el término —¿Dónde estás, caballero bayardo…—, porque este calificativo ha pasado a caracterizar a aquellos que se destacan por esas cualidades. Por eso, también se aplica al patriota insigne de Camagüey, Ignacio Agramonte y Loynaz, el Mayor, el bayardo camagüeyano, paradigma de coraje y delicadeza.

De modo que se habla de lexicalización cuando incorporamos al lenguaje común algo que tiene una procedencia no común y sí mucho más específica. En cuanto a siglas y acrónimos, quedan para otra ocasión…

Notas

1 Figura que consiste en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o viceversa; p. ej., las canas por la vejez; el laurel por la gloria, etc.

2 Recurso retórico que consiste en poner el nombre común por el propio. Para ampliar, véase en esta página “Antonomasia y ortografía” y “Más sobre la antonomasia…”.

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María Luisa García Moreno
Profesora de Español e Historia, Licenciada en Lengua y Literatura hispánicas. Periodista, editora y escritora.

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