En la dinámica constante de desarrollo, evaluación de impactos y pronóstico en torno a la aplicación de la inteligencia artificial (IA) abundan los pronunciamientos. Ahora ha sido John Micklethwait, el director de Bloomberg, quien ha aventurado qué nuevo traerá esa tecnología a la comunicación, y en particular al periodismo, en el año que comienza.
Una nota del sitio www.periodismo.com recoge las predicciones de Micklethwait sobre el futuro del periodismo y la inteligencia artificial, presentadas en una conferencia que dictara en la City University de Londres.
El director de Bloomberg anticipó cómo, a su juicio, la referida tecnología transformará la industria de los medios en los próximos años.
Lo primero que sostiene es que la IA cambiará el trabajo de los periodistas más de lo que lo sustituirá, lo cual sustenta con lo vivido en su propia agencia. En Bloomberg, donde un tercio de las 5000 notas diarias utiliza algún tipo de automatización, la cantidad de periodistas se mantiene estable, pero aumentó tanto el número de empresas cubiertas como la profundidad de la cobertura.
Micklethwait también aventura que las noticias de última hora seguirán siendo enormemente valiosas, pero por periodos de tiempo cada vez menores. El ejecutivo afirma que el tiempo entre la publicación de una noticia inesperada y el movimiento de precios en el mercado se redujo de diez a cinco segundos, y que la IA acelerará aún más este proceso, lo que hace que la velocidad sea cada vez más crucial para los medios de comunicación.
Por otro lado, considera que el reporterismo conservará su enorme valor, en tanto, por ejemplo, «la máquina no puede convencer a un ministro para que te cuente que el canciller acaba de renunciar. No puede almorzar con un director ejecutivo», afirmó. En concreto, son irreemplazables el contacto humano y la cercanía a fuentes confiables.
Otro pronóstico suyo es que el cambio provocado por la IA será mayor para los editores, considerando que dicha tecnología podrá verificar ortografía, estilo y datos básicos antes de que los humanos realicen una edición en profundidad. La IA también permitirá reformatear notas y combinar artículos para crear borradores iniciales que luego los periodistas mejorarán, cambiando así la forma de trabajo en las redacciones.
Micklethwait predice que el mundo de la búsqueda dará paso a las preguntas y respuestas, lo cual se traduce en que el cambio requerirá que los medios mantengan un control estricto de su contenido para evitar que sea utilizado sin compensación por las empresas de IA, como sucedió en el pasado con los buscadores. Las empresas periodísticas deberán evitar la repetición de errores anteriores, cuando cedieron su contenido de forma gratuita.
Durante su disertación en la londinense City University, Micklethwait señaló que los errores o “alucinaciones” de la IA serán más fáciles de resolver en texto que en vídeo o audio. Ello implicará que su implementación será más rápida en el periodismo escrito que en el audiovisual, donde los riesgos de desinformación son mayores.
Por otro lado, el directivo cree que la personalización será cada vez más una realidad porque la IA permitiría adaptar las noticias a los intereses específicos de cada lector, ante lo cual advierte sobre los riesgos de crear burbujas informativas similares a las que generaron las redes sociales. El desafío será entonces equilibrar la personalización con la necesidad de una agenda común.
Por último, el director de Bloomberg afirma que “está al caer” la regulación; esto es, que al igual que sucedió con las tabacaleras, que argumentaban que no eran responsables por las decisiones de los fumadores, las empresas tecnológicas enfrentarán mayores controles sobre el impacto de sus productos en la sociedad. Por ello, dice, la regulación específica para el uso de IA en el periodismo es inminente.
Imagen de portada: Tomada de www.periodismo.com.