Actividades aniversario 60 UPEC
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La UPEC a sus 60: Congresos, desafíos, verdad…

La Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) nació el 15 de julio de 1963, en un encuentro nacional del gremio, en el Hotel Habana Libre, como respuesta al gran reclamo de los colegas tras la aún resonante victoria de Playa Girón y la participación de los reporteros revolucionarios en la nueva realidad del país.

Antiguos dueños, editores y reporteros incondicionales al imperialismo y a su modelo de prensa habían abandonado el país y comenzado a hacerle la guerra desde allá.

Las organizaciones periodísticas de la época se habían debilitado sobremanera; por ello, la idea con que en 1962 se formó el comité gestor nacional para el Primer Congreso —o Asamblea Nacional de Periodistas— era: «Unión para tener mayor fortaleza».

La Crisis de Octubre detuvo temporalmente la creación de la nueva organización unitaria. En 1963 se reiniciaron los trabajos del Congreso, con asambleas informativas en las seis provincias del país y en los colectivos periodísticos, donde eligieron los 283 delegados que irían al evento nacional. Enfrascados ellos mismos en las batallas del momento, los periodistas revolucionarios hacían un alto para organizarse mejor.

Así, anclada en el legado mambí, antimperialista y revolucionario de sus mejores exponentes, con José Martí a la cabeza —del Apóstol era la frase del lema: «¡Tiene tanto el periodista de soldado!»—, nuestra prensa se integraba en lo que Ernesto Vera dio en llamar «la primera organización periodística de nuevo tipo en el hemisferio occidental: la Unión de Periodistas de Cuba».

El primer presidente de la UPEC fue el destacado periodista del periódico Hoy y profesor de la carrera Honorio Muñoz.

Entre el 25 y el 26 de septiembre de 1966, bajo la idea de Fidel de que «Los intereses del periódico deben estar subordinados a los intereses de la Revolución», y también en el hotel Habana Libre, 281 colegas delegados y 29 invitados desarrollaron el II Congreso, muy crítico y propositivo acerca del trabajo del primer ejecutivo y de cuánto hacer en lo adelante.

En su sesión final, el Congreso eligió como nuevo presidente al gran revolucionario y colega Ernesto Vera.

El III Congreso, celebrado los días 27,28 y 29 de julio de 1974, cambió la sede de sus predecesores: se llevó a cabo en el Círculo Social Gerardo Abreu Fontán, de la capital, donde más de 500 personas, entre delegados, invitados y observadores debatieron bajo el lema «Por un periodismo militante y creador».

En las reuniones en la base y el informe central ya se hablaba de una conciencia de organización, adquirida en 11 años de funcionamiento de la UPEC. El nuevo ejecutivo de trabajo reeligió al frente a Ernesto Vera.

En la clausura, cuyo discurso fue pronunciado por Armando Hart, el Comandante en Jefe, Fidel Castro, entregó la (entonces) Orden Félix Elmusa a algunos colectivos de prensa.

Ante el clamor de los presentes, Fidel les dirigió la palabra. El líder de la Revolución afirmó que el Partido no subestimaba en lo más mínimo el trabajo de los periodistas; por el contrario, era consciente de «su extraordinaria importancia».

El Palacio de las Convenciones, en La Habana, acogió entre el 27 y el 29 de marzo de 1980 el IV Congreso, que sumó 409 delegados de todo el país. La idea central que lo presidía era «Por un periodismo analítico, militante y creador», que dio título además a las tesis aprobadas finalmente, con doce resoluciones.

Entre el anterior Congreso y este habían transcurrido en Cuba el Primer Congreso del Partido, la promulgación de la Constitución de la República, el XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes y la VI Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, de modo que los periodistas, que habían reportado mucho, tenían también mucho de que discutir.

Se expuso la amplia cobertura geográfica y radioeléctrica conquistada por el sistema de prensa revolucionaria y se discutió cuánto se hacía para eliminar las prácticas apologéticas. A partir de la propuesta de la UPEC al Consejo de Estado, la Orden Félix Elmusa se convirtió en Distinción y se estableció desde entonces como el mayor estímulo otorgado por la organización.

En la clausura, el ministro de las FAR, Raúl Castro, llamó a defender en la prensa, sin apologías, la superioridad del sistema socialista y a sostener la crítica como estilo permanente, con espíritu creativo y profundidad. Al cierre, sin micrófono, Raúl exclamó: «¡Periodistas, escriban críticas! ¡El Partido los apoyará!».

También en el Palacio de las Convenciones, el V Congreso se celebró los días 24, 25 y 26 de octubre de 1986, con 540 delegados e invitados, entre ellos delegaciones de países amigos. La sola presencia de Fidel, que era todo eso que se pedía, reforzaba el lema: «Por un periodismo crítico, militante y creador».

El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, clausurando el V Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, que durante tres días sesionó en el Palacio de las Convenciones.

Se discutió el documento «El periodismo en Cuba: situación actual y perspectivas», ya analizado en un Pleno, en el mes de mayo, y que recogía ideas de Fidel, del Partido, de la UPEC y los periodistas sobre el tema.

En el V Congreso se abogó por mayor profundidad y desarrollo del periodismo de opinión y la crítica, y se argumentó la importancia que la preparación cultural tiene en ello. De igual modo se debatió la pertinencia de disponer de un instrumento jurídico —Ley de prensa, se decía entonces— que guiara y protegiera el trabajo del sector.

En este Congreso fue electo como presidente el valioso periodista y académico Julio García Luis. En la clausura, Fidel definió a la prensa como uno de los baluartes de la Revolución y destacó el consenso en la necesidad de abrir las fuentes de información.

En medio del período especial se efectuó en el Palacio de las Convenciones, el 23 de diciembre de 1993, la sesión final del VI Congreso de la UPEC, con solo 82 delegados y un grupo de invitados del Partido y el Estado, en torno al lema de origen martiano: «La prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante, es proposición, estudio, examen y consejo».

Previamente, en las provincias y en los medios nacionales, se habían desarrollado otros 20 congresos a ese nivel. Ya no había URSS ni campo socialista y, con mayor bloqueo estadounidense, las dificultades que azotaban a Cuba afectaban sobremanera el desarrollo de su prensa.

Como parte del pueblo, el gremio pasó a hacer un periodismo de resistencia, de modo que el título del documento central discutido —«Hacer periodismo, hacer Revolución»— estaba en sintonía con la voluntad general que se repetía en las calles: resistir, luchar y vencer.

En una carta enviada por el revolucionario y excepcional intelectual Carlos Rafael Rodríguez —ya muy enfermo— al presidente de la UPEC, Julio García Luis, nos recordaba la doble tarea del gremio: «afianzar el presente y preparar el porvenir».

Carlos Rafael escribió esta lección magistral: «Recordar que no hace falta escribir mucho, sino que es mejor escribir bien. Y no olvidarnos nunca que, como se sabe, hay tres tipos de escritores: los que escriben sin pensar, los que piensan para escribir y los que escriben porque han pensado; y nuestra gente debe pertenecer al tercero de estos grupos».

José Ramón Balaguer, jefe del departamento ideológico del Comité Central del Partido, ofreció una información detallada sobre las severas afectaciones del período especial a la prensa.

Pese al contexto y al reducido foro final, el proceso del VI Congreso acogió más de 1200 opiniones desde la base y los delegados a la sesión final compartieron 15 horas con Fidel, quien pronunció las palabras de clausura y pronunció su conocida frase de que veía a los periodistas «como comisarios del pueblo».

En ese Congreso, el periodista y luchador revolucionario Tubal Páez fue elegido como nuevo presidente de la UPEC.

Cincuenta horas de debate, con la presencia de Fidel, marcan la historia del VII Congreso, efectuado entre el 13 y el 17 de marzo de 1999, en el Palacio de las Convenciones, tras un agudo proceso en las provincias y los medios nacionales.

Esa vez, le lema fue: «Mejor periodismo, más Revolución». Participaron 144 delegados e igual número de invitados y  la pasión del líder cubano extendió a cinco días intensos un encuentro previsto para dos.

Las sesiones del VII Congreso de la UPEC se efectuaron en el Palacio de las Convenciones entre los días 13 y 17 de marzo de 1999. Fueron 50 horas de debates con la presencia y activa participación del presidente Fidel.

Los temas centrales fueron los desafíos para los colegas cubanos de la globalización en la comunicación, así como la política informativa y la formación y superación de los colegas.

En los debates se criticó la apología y el triunfalismo, en contraste con buenos ejemplos y prácticas del propio gremio. Fidel intervino varias veces, confesó que le gustaba nuestro oficio y pidió: «Ténganme por uno de ustedes». El líder convocó a los periodistas cubanos a apoderarse de internet.

En una de las intervenciones especiales, José Ramón Balaguer explicó la reanimación, en tiradas, ediciones y espacios, de varias publicaciones que antes habían sufrido restricciones por la aguda crisis económica.

Tubal Páez fue reelecto como presidente nacional. Este Congreso tuvo un rasgo singular: cuando todos esperaban que terminara en la última sesión, Fidel señaló que habría que reunirse dentro de seis meses, en la misma composición, para chequear lo acordado.

Lo harían, en efecto, el 30 y 31 de octubre de ese año, en el II Pleno Ampliado del Comité Nacional, que constató los avances en múltiples frentes. Entre el 15 y el 17 de julio del 2000 se llevó a cabo el III Pleno Ampliado, guiado por una frase de Fidel: «No hubo jamás mejor escuela que la propia batalla». La cuarta reunión de ese tipo se desarrolló el 26 de mayo de 2001; la quinta, los días 9 y 10 de abril de 2002 y la sexta, el 24 de marzo de 2003. Fidel estuvo muy activo en los intercambios.

Entre el 15 y el 17 de julio del 2000 se llevó a cabo el III Pleno Ampliado, guiado por una frase de Fidel: «No hubo jamás mejor escuela que la propia batalla»

Los periodistas cubanos harían su VIII Congreso el 4 y 5 de julio de 2008, en el Palacio de las Convenciones, bajo el lema: «Conocer, reflexionar, informar…».

Los más de 200 asistentes —entre quienes hubo incluso 20 estudiantes de la carrera— recibieron, como regalo del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, una colección de diccionarios, los cuatro tomos de sus Reflexiones y un ejemplar de la segunda edición del libro Fidel, Bolivia y algo más…

«Para mis hermanos, los periodistas cubanos: Una Colección de Diccionarios. Municiones para conceptos claros y honestos», estampó Fidel en la dedicatoria. Raúl presidió la clausura.

El informe central abordó las nuevas tecnologías, la política informativa y la superación y formación profesional. Tubal Páez señaló que el Congreso precedente había abierto más los ojos sobre el papel de los medios de prensa y la utilidad de las nuevas tecnologías y comparó que mientras en el anterior solo 15 medios de prensa en el país poseían conexión, ya en ese sumaban 130.

Por esa etapa, se perfeccionaban los estudios de periodismo y se abrían facultades de la disciplina en varias provincias.

En el VIII Congreso se otorgó el Premio Nacional de Periodismo José Martí, por la Obra de la Vida, a los líderes cubano Fidel Castro, «un incansable y excelso soldado de las ideas» y venezolano, Hugo Chávez, por «sus dotes como comunicador y sus aportes al desarrollo del periodismo revolucionario y progresista».

Como presidente nacional fue reelecto Tubal Páez.

Bajo el lema «Con la pasión de la verdad», se realizó, del 14 al 15 de julio de 2013, el IX Congreso de la UPEC, con más de 200 participantes, entre delegados e invitados.

Se debatió en torno a la UPEC que había y la que se necesitaba pasados 50 años de su creación, a la superación y formación académica, la atención a periodistas en activo y jubilados, los círculos especializados, las casas de la prensa y la comunicación e imagen propia.

Un hito en el encuentro fue la presentación del libro Revolución, socialismo, periodismo. La prensa y los periodistas ante el siglo XXI, del reconocido colega y académico Julio García Luís.

Miguel Diaz-Canel, entonces primer vicepresidente de los consejos de Estado y de Ministros, clausuró el evento. Llamó a iniciar un trabajo sistemático para crear una estrategia de implementación para la transformación y perfeccionamiento de la prensa. Además, informó que la comisión del Buró Político que atendía la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social creó un grupo de trabajo temporal que elaboraba de una propuesta de política comunicacional del Gobierno y del Estado.

Díaz-Canel admitió que eran conocidos los problemas que afectaban la prensa, pero no se había encontrado las formas de solucionarlos. Resaltó la importancia de crear una cultura comunicacional y agregó que los organismos no pueden pretender tener éxito sin comunicarse, sin tener una expresión de comunicación hacia la sociedad y el país.

Al cierre del IX Congreso, el prestigioso periodista Antonio Moltó fue elegido presidente nacional de la UPEC.

«La verdad necesita de nosotros» fue el lema del X Congreso, celebrado los días 13 y 14 de julio de 2018, con 267 delegados. Las proyecciones de trabajo para el 2018-2023 quedaron fijadas en contribuir a la transformación y modernización del sistema de medios de comunicación, apoyar los procesos para el reconocimiento de la comunicación como un derecho y un bien público, propiciar la dignificación del sector profesional y perfeccionar el funcionamiento de la UPEC.

En la clausura, donde quedó electo como nuevo presidente el destacado articulista político Ricardo Ronquillo Bello, el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo haber comprendido mejor por qué en su momento Fidel había pedido lo consideraran un miembro más del gremio.

Díaz-Canel Destacó que, por más que lluevan intentos de devolvernos al pasado de sensacionalismo y prensa privada bajo máscaras nuevas, ni los medios públicos cubanos ni sus periodistas están en venta.

El presidente cubano celebró que llegáramos a esa décima edición con una Política de comunicación social, documento que define, por fin, como un derecho ciudadano y como bien público el acceso a la información, la comunicación y el conocimiento; otorga la mayor autoridad a los directivos de la prensa; transversaliza la sociedad y establece obligaciones en ese sentido para instituciones, organismos, autoridades; defiende los valores y símbolos de la nación y ordena el respeto a la diversidad que somos.

Celebró que, además, el texto declara a la comunicación como recurso estratégico de la dirección del Estado y el Gobierno, define el carácter público de los servicios de radiodifusión y comunicación y reconoce solo dos tipos de propiedad para los medios de comunicación masiva: la estatal y la social.

Como Fidel, Díaz-Canel pidió ser considerado integrante del gremio periodístico y dijo sentir «una elevada responsabilidad en la gran tarea que nos queda por delante a ustedes y a nosotros, el Partido, el Estado y el Gobierno para saldar nuestras numerosas deudas con la historia pasada y reciente, que es al mismo tiempo con el futuro».

ALGUNOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS

En su valioso libro Congresos de periodistas cubanos (Editorial Pablo de la Torriente, 2006), el ya desaparecido colega y dirigente gremial Juan Marrero no solo resumió los siete primeros de estos encuentros mayores de la UPEC, sino que ofreció elementos de la historia de organizaciones y eventos del sector en la etapa prerrevolucionaria.

Según investigó Marrero, el primer Congreso de los periodistas cubanos se celebró en La Habana, en 1941, cuando el periodismo radial estaba por desarrollarse y el televisivo aún no había nacido.

Mucho antes de eso, la clandestina Primera Junta General de Periodistas había sido, en 1812, el único intento de todo el siglo XIX de organizar el gremio reporteril y acordar sus luchas y su labor.

Ya a inicios de 1902, la iniciativa de crear la Asociación de la Prensa de Cuba se frustró tempranamente porque el español Nicolás Rivero, director del reaccionario Diario de la Marina, maniobró para ser electo presidente, lo cual provocó el abandono de relevantes periodistas de la época. La Asociación se reanimaría dos años más tarde y realizaría importantes labores en bien de sus miembros.

El 14 de abril de ese propio año fue creada la Asociación de Reporters de La Habana, para fomentar la unión de estos y proveerles asistencia médica en caso de enfermedad. Esa Asociación se convirtió luego en el Círculo Nacional de Periodistas y más adelante condujo los trabajos para celebrar el Primer Congreso Nacional de Periodistas ya mencionado, los días 3, 4, 5 y 6 de diciembre de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial.

Los tres grandes temas de ese Congreso, que contó como delegados a colegas de todo el país, fueron la ética, la técnica y la legislación periodística.

Luego se celebraron el II Congreso, en Santiago de Cuba (1943), y el III, en Pinar del Río (1947). Desde entonces, cambios en los Estatutos del Colegio Nacional de Periodistas —nacido, igual que escuelas de la carrera, por los reclamos de la primera edición— establecieron que lo que se realizarían serían Asambleas Nacionales.

Con la Revolución —que también triunfó en la prensa— y el nacimiento de la UPEC comenzarían a escribirse nuevas páginas del gremio y sus congresos. Estamos por llenar otra.

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Enrique Milanés León
Forma partede la redacción de Cubaperiodistas. Recibió el Premio Patria en reconocimiento a sus virtudes y prestigio profesional otorgado por la Sociedad Cultural José Martí. También ha obtenido el Premio Juan Gualberto Gómez, de la UPEC, por la obra del año.

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