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Ese periodismo deportivo de Fidel…

Fidel y Ana Fidelia Quirot, gloria del deporte cubano

Fidel se reúne en la Ciudad Deportiva, el 29 de enero de 1959, con representantes de instituciones y personalidades muy relacionadas con las lides del músculo. Expresa: “Es preciso que en lugar de un centenar de atletas haya decenas de miles y para ello crearemos las academias… Construiremos miles y miles de campos en toda la República… El resultado obtenido por Cuba en eventos internacionales es vergonzoso… No me luce correcto que los héroes del deporte, nuestros campeones, queden después en la miseria.  Venimos decididos a impulsar el deporte a toda costa, llevarlo tan lejos como sea posible, pero para ello es necesario la ayuda de todos: de atletas, de dirigentes de organismos, de comentaristas deportivos…El deporte es fuente de voluntad, constancia, vigor físico y agilidad mental”. (El subrayado es mío)

Deportista destacado, sabe cuánta potencia corporal y espiritual ofrece la actividad que defiende. Precisamente,  para  edificar una sociedad más justa urgen personas llenas de voluntad, constancia, vigor físico y agilidad mental. Será también el Comandante en Jefe del desarrollo de nuestra cultura física. Se desbroza el camino con los nuevos aires  de la Dirección General de Deportes (Dgd), el capitán Felipe Guerra Matos al frente,  en. la I Etapa: Inicial o Básica (1959- 23, 2,1961) según mis estudios:,:: .

Comienza el gran salto en la II: El impulso decisivo (23, 2, 1961- 1970). Esencial el nacimiento del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) y sus organismos afines y de apoyo:, científicos, de salud,  las academias, la Industria Deportiva, los Consejos Voluntarios. Total derrumbe del muro que separaba a las masas.. Empiezan a entrar los pobres, los de origen obrero y campesino, las mujeres. Negros y negras, mestizas y mestizos traen esa resistencia y esa moral especiales, armas contra la discriminación y la  esquilmación sufridas.  ¡Cuánta gloria darán a la patria!

Instituye un régimen de participación para todo el país desde la base a la cima. Eliminado el negocio, el boxeo profesional, las carreras de perro y la de caballos. Se parte de una clara concepción fidelista: la primordial misión de la cultura física es la forja de un ser humano superior en cuerpo y alma, y que la aplicación de la ciencia y la técnica a la masividad crecida dará  grandes logros en el alto rendimiento. Las medallas y récords actúan sobre lo incorporación y aumentan la autoestima, la fortaleza de la ciudadanía, pero, a pesar de su hermosura, son el subproducto de la actividad. El lema Deporte, derecho del pueblo cristaliza a trancos.

Como ha dicho el recién fallecido Enrique Montesinos en su último artículo, demostrativo del adelanto alcanzado por nuestra cultura física: (Defender la obra del deporte, Granma, 14-6-2017): “…tenemos el compromiso con el Comandante en Jefe, quien convirtió el deporte en derecho de las masas, que lo practicó tanto como pudo en medio de sus deberes al frente de Cuba, que vibró como uno más con los éxitos y dedicó sustanciales análisis a los reveses…Fidel consagró horas a intercambiar impresiones con los atletas, a enriquecerse y enriquecerlos de conocimientos y convicciones. Disfrutaba al pie de la escalerilla del avión al estrechar la diestra uno por uno de los campeones que regresaban a la Patria, los medallistas y todos los integrantes de la delegación”.

La batalla contó con la incorporación  que pidió a los periodistas deportivos aquel 29 de enero. Veteranos y nuevos valores, como Monte, pusieron imágenes y criterios a favor de la brega, que siempre  tuvo en contra a los yanquis: el béisbol lo sintió hasta antes de la implantación del bloqueo y todavía es herido por ese cerco. Muchos de sus conceptos acerca del frente y los análisis críticos de los reveses los planteó como periodista, jamás atado a lo noticioso. A continuación, varias muestras

Combate Valodia Matos. Atenas 2004 Pelea preliminar. Va 3 a 2 Lesión.  Acude al médico, cuestión permitida. El árbitro levanta el brazo del adversario. Agigantada la indignación en la víctima quien había sufrido intentos de soborno- su entrenador también- para que cediera. Patea al corrupto juez. Él y su instructor son expulsados del olimpismo para siempre. Ambos se sienten esquivados en sus propias filas allá.

Fidel, sin estar de acuerdo con la reacción de Valodia, en una de sus Reflexiones se dirige a las raíces, comprende, no abandona a los castigados: más que defenderlos, no se amarra a los motivos, ataca la causa real: la maldad tan alimentada en el planeta; ni el  olimpismo se salva.  Quien tenga más de dos dedos de frente y un corazón sensible de verdad, se pregunta al calor de sus opiniones: ¿ por qué no se investiga y sanciona a quienes trataron de comprar al campeón olímpico  de  Sydney 2000; por qué no se efectúa una ofensiva contra la mafia antideportiva?

A las 4 y 26 de las tarde del 16 de junio de 2008, Fidel lanza sobre el papel su sentir y pensar acerca de la actitud acre de no pocos con respecto a labor  de la selección nacional de pelota. Cito: “Tronó la indignación de los fanáticos por el duro revés del domingo. Eso lo dice todo: ¡fa-ná-ti-cos  Pero se olvida que ahora están  en Corea del Sur, país donde ni siquiera tenemos una embajada, y en el que continúan preparándose nuestros atletas.

“No son ellos, en todo caso, los que merecen las mayores críticas si algo no salió bien. Van a unos Juegos Olímpicos que tendrán  lugar al otro lado del mundo, donde las horas del sueño y el ritmo de vida se cambian. Tienen un programa de preparación física intenso, todo con vista a la última participación de ese deporte en las Olimpiadas, porque así lo determinan los ricos y poderosos amos del olimpismo. Ellos no han sido vencidos. No los desalentemos. Enviémosles un mensaje de aliento”

Antes de continuar con lo expresado por el líder en aquella ocasión, traigo su pensar a los momentos actuales. ¿Son nuestros peloteros los culpables de su declive? Mucho antes se entrelazaron los orígenes de ese dolor: efectos del  bloqueo y  errores de  los  directivos de la disciplina y más allá. Y nuestros muchachos del jonrón y los ponches no han sido tratados siempre correctamente desde hace mucho tiempo y, ahora, no han recibido el aliento necesario.

Vuelvo al escrito fidelista: “?Por qué no esperamos el final de las Olimpiadas para discutir a fondo y de forma verdaderamente democrática la responsabilidad de todos los que tienen que ver con el deporte cubano?

Cuando tantos callaban y otros denostaban sin fundamento y echaban las culpas a quienes no las tenían, fue el primero en expresar en la prensa claras opiniones ante el bajón en la magna cita  de Beijing: 2-11-11, 29 lugar, superados en América por EE.UU., Jamaica, Brasil y Canadá: “…nos hemos dormido sobre los laureles. Seamos honestos y reconozcámoslo todos. Revisemos cada disciplina, cada recurso humano y material que dedicamos al deporte. Debemos ser profundos en el análisis, aplicar nuevas ideas, conceptos y conocimientos”

Cierto que Yipsi Moreno ascendió al descubrirse el dopaje de la martillista aparentemente ganadora y, con ese tercer galardón dorado, escalamos al 18 puesto. No obstante, lo  planteado por Fidel sigue válido y cabe a lo ocurrido en  los Panamericanos siete años después.   No se revisó cada disciplina, cada recurso humano y material, no se analizaron democráticamente estos asuntos, de la base a la altura y no solo en lo deportivo, publiqué entonces. Añadí: ocultar las  debilidades y tratar de encandilar con las más descollantes actuaciones nuestras es erróneo: “: “ “ Tenemos que levantar, no poetizar las caídas” José Martí.

Sí, hay que analizar,  y censurar lo que creamos incorrecto en cualquier sector, a partir de la objetividad; decir nuestra verdad, sin dejar de oír la de otros  especialmente de los que no son indignos, y trabajar en busca de rutas apropiadas e ir hacia adelante. La crítica demoledora y, peor, la injusta fusta sobre los que no son culpables, son  impropias, aún más en la sociedad que edificamos. No debemos ahorrar el aliento, el impulso, a quien lo merezca a pesar de haber caído, con el fin de que no se amilane, continúe en la lucha y, sobre todo, para no abandonarlo.

Por Víctor Joaquín Ortega / Cubaperiodistas

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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