DIÁLOGOS EN REVERSO OTRAS NOTICIAS

La importancia de filmar la historia “con los ojos de ahora”

La periodista y crítica de cine, Marisol Aguila hablaba esta tarde desde Chile con una pasmosa naturalidad.

Un diálogo en reverso para exponer la riqueza del cine hecho por mujeres y el cine latinoamericano fue el pretexto para el encuentro virtual. Desde la Unión de Periodistas de Cuba, el entrevistador, Octavio Fraga Guerra comenzaba la presentación de la invitada, obligado a sintetizar por la prolijidad de su currículum.

Además de periodista, Marisol es diplomada en Teoría y Crítica de Cine, Magíster en Ciencia Política, en Gobierno y en Gerencia Pública, jurado en importantes festivales de cine nacionales y latinoamericanos. Esta tarde también pasó de preguntadora a preguntada.

El cine le ha permitido abordar temáticas relacionadas “con las desigualdades y discriminaciones”, tanto raciales como de género. El estímulo visual que propone el cine latinoamericano y documental la ha llevado a mirar, analizar y sufrir los problemas que afectan a las mujeres. Para ella cada película es una manera masiva de plantear conversaciones que no se producen tradicionalmente.

Conversaciones que durante la pandemia de COVID-19 nacieron orgánicamente para desfigurar fronteras físicas entre los países y construir una pantalla simbólica en la que se comparten filmes y documentales de todas las naciones.

“El territorio en el que uno habita no puede ser un impedimento”, dice Marisol Aguila, y menciona la significación de que el Festival de Cine de Valdivia, uno de los más relevantes en el campo cultural latinoamericano, democratizara el cine poniendo a disposición todos sus filmes de forma gratuita.

Durante los últimos meses de 2020, “El agente. Crítica de cine”, medio chileno para el que Marisol Aguila también escribe, realizó un Taller de cine y crítica que convocó a mujeres latinoamericanas interesadas en la apreciación y escritura sobre cine.

Ese espacio de diálogo construyó una lista de 26 filmes, “una especie de ranking sin criterio jerárquico”. Los únicos requisitos exigían que se tratara de un cine hecho por mujeres y que las películas seleccionadas “hubieran desatado emociones en el interior”, en un periodo en el que el cine ha sido refugio.

Cada una de las participantes eligió “en términos más emocionales que racionales” y para Marisol Aguila fue particularmente impresionante “La metamorfosis de los pájaros”, de la realizadora portuguesa, Catarina Vasconcelos, “un documental colmado de metáforas e imágenes poéticas que habla de la nostalgia por la figura materna”.

El cine hecho por mujeres -precisa la especialista- tiene rasgos distintivos que logran el cruce de elementos personales de las propias realizadoras, así como rasgos históricos y del contexto político actual.

“Historia de mi nombre”, opera prima de la chilena Karin Cuyul es un ejemplo de esa inquietud contemporánea de reinterpretar el pasado familiar a través de una narrativa que acumula pequeños sucesos para abrir su biografía a los sucesos políticos chilenos de la dictadura en el país sudamericano.

El feminismo “como guía fundamental para leer la realidad” logra -según la periodista- un sello particular en las realizaciones actuales.

Cuando Marisol Aguila entrevistó a la joven cineasta colombiana Mercedes Gaviria se dio cuenta de “esa lógica” feminista de filmar un documental. En “Como el cielo después de llover”, Gaviria se apropia de las imágenes familiares tomadas por su padre, Víctor Gaviria, y las dota de sentido propio, lo que le permite filmar al padre en su cotidianidad y posicionarse respecto a esa mirada masculina de la que es testigo durante el rodaje de “La mujer…”.

Para la periodista y crítica de cine, “en Latinoamérica quedan heridas abiertas de situaciones brutales que hemos vivido como sociedad”.

En Chile, ese dolor ya tiene 47 años, de ahí la importancia -dice- de que el cine mire hacia la historia con los ojos de ahora.

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