ENTREVISTA

Ares, un humorista gráfico muy serio

En este año 2021 que recién comienza continúan los reconocimientos a la impronta creativa del artista de la plástica y humorista gráfico Arístides Hernández Guerrero (Ares). La publicación especializada noruega Cartoon Home Network Internacional lo seleccionó para el puesto número 4 de su top ten de los mejores dibujantes del mundo en 2020.

Mientras, en diciembre último, recibió el Premio Nacional de Humor que entrega desde el año 2000 el Centro Nacional del Humor, en representación del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, lauro compartido en esta ocasión con la reconocida artista cubana Juana Bacallao, y que en el ámbito del humorismo gráfico también ostentan Juan Padrón Blanco (2004), Manuel Hernández Valdés (2006), René de la Nuez Robayna (2008) y Pedro Méndez Suárez (2018).

Para Ares, médico psiquiatra de formación, el verdadero humor es un ejercicio de inteligencia: “Es una elaboración desde el punto de vista de la realidad, aunque puede ser también una reacción ante la realidad; pero el buen humor, y ya lo llevo al caso específico del humor gráfico, es un ejercicio que está estructurado sobre el pensamiento”, dijo en 2017 en una entrevista para El Caimán Barbudo.

Esa máxima ha permanecido invariable en sus más de cuatro décadas de carrera entre pinceles y trazos. Referente a la relación entre sus piezas y los espectadores, ahonda, esta vez en Cubaperiodistas:

“Trato de crear obras en las que falta como una última pieza, la que coloca el espectador desde su perspectiva y visiones  del mundo; por lo tanto, esa relación entre lo que hago y cómo él lo percibe es como el cierre del dibujo.

“Eso hace que una misma idea concebida por mí pueda tener interpretaciones diferentes porque depende del background del receptor, que puede entenderla o darle una interpretación completamente diferente a lo que concebí. No me molesta, me parece que hace que la obra sea una obra viva”.

Referente a la producción periodística -en el ámbito del humor gráfico- generada durante la contingencia sanitaria ocasionada por la COVID-19, Ares considera que sus colegas han logrado establecer un diálogo casi diario y muy ágil acerca de temas sensibles, sobre todo en el escenario de las redes sociales. “Incluso algunos creadores que no se dedican al humor gráfico descubrieron la posibilidad comunicativa que este tiene, algo que yo conozco desde hace rato pero que se ha hecho más evidente en la pandemia”.

-Desde la perspectiva de Ares, ¿cuál es la salud actual del humor gráfico cubano?¿Está legitimado?

“Goza de buena salud, sin embargo no creo que es la salud máxima que puede alcanzar. Hubo momentos en los cuales tuvo un nivel muchísimo más alto, pero también otros en que casi desaparece del escenario del periodismo y las artes visuales cubanos.

“Ha habido una recuperación, aunque no me gusta mucho esa palabra. Desde hace casi una década muchísimos jóvenes están haciendo humor gráfico. Han sido reconocidos. Pienso que el trabajo lo están haciendo bien. En mi opinión, el humor gráfico cubano actual está insertado en una tradición de muchísimos años.

“Respecto a si está legitimado o no, creo que es una batalla de gremio pero es también una batalla que parte desde lo individual. He tratado lo que hago dentro del humor gráfico con mucha seriedad. Pienso que no importa la manifestación en la que está tu creación si la asumes con seriedad; si trabajas con seriedad desde la creación y desde la manera en que expones los trabajos. Eso genera un sentimiento de respeto de los demás hacia lo que haces.

“Desde el punto de vista personal me siento legitimado con el humor que hago, tanto en el periodismo como en las artes visuales; y respetado por colegas que hacen expresiones diferentes a las que realizo, pero reconocen en mi trabajo la seriedad dedicada al humorismo gráfico durante casi cuarenta años”.

¿Cuáles son los temas más recurrentes en la impronta de Ares?

“No me amarro a temas específicos, aunque cuando empiezas a analizar mi trabajo puedes definir algunos ya marcados que tienen que ver con la guerra y la paz, el consumismo, las actitudes imperiales, la doble moral, los dirigentes, la política y la ecología…

“Otras veces hay temas que aparecen porque me solicitan algún trabajo para ilustrar artículos o libros, y entonces toco asuntos que, quizás, no iba a tratar por  voluntad propia. Trato de moverme hacia diferentes zonas del mundo actual, de ver hacia todos lados. Siempre llega algo que me interesa comunicar”.

Si Ares tuviera que realizar una obra de humorismo gráfico para sintetizar su vida profesional hasta la fecha, ¿qué elementos no faltarían?

“Es difícil, pero hay elementos que no pueden faltar si voy a hacer una caricatura que vaya a hablar de eso: no puede faltar el ser humano y no puede faltar el trabajo. He sido durante cuarenta años un hombre trabajador, solo así se logran las cosas”.

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