COVID-19

Esta pandemia significa un peligro real para la vida

El prestigioso maestro cubano de la artes visuales, Ernesto García Peña (Matanzas, 1949), llamó a sus coterráneos “a tomar conciencia del peligro real para la vida de esta pandemia, y en tal sentido exhortó a las personas que sientan algún malestar relacionado con la Covid-19 que acudan de inmediato al médico, que no oculten informaciones sobre su estado de salud. De esa manera contribuiremos a evitar la pérdida de vidas humanas o a poner en riesgo a familiares, amigos y compañeros de trabajo o de estudio”.

El acreedor de números lauros, entre ellos el Diploma al Mérito Artístico, del Instituto Superior de Arte, las distinciones  Por la Cultura Nacional y la Majadahonda 1936, de la Uneac, afirmó que “según las oportunas y sistemáticas informaciones que recibe nuestro pueblo por parte del Ministerio de Salud Pública y de la máxima dirección del país, nos encontramos ya en la etapa de trasmisión autóctona limitada de la Covid-19, por lo que exhorto a todos los cubanos a cuidarse aún más, con disciplina y responsabilidad. Hay que quedarse en casa, estar atentos y con espíritu positivo, cooperar, para que podamos ver ese final victorioso al que seguramente arribaremos pronto.

“Estar en casa —agregó— no significa estar inactivos, hay mucho por hacer, se trata de organizar nuestro día para que tenga un rendimiento positivo físico y mental”.

Con evidente preocupación por algunas indisciplinas sociales que lastran la lucha denodada del Gobierno por enfrentar este flagelo, apunto: “Es necesario mantenernos en nuestros hogares. Todos sabemos —agregó— que en casa siempre hay tareas que dejamos de realizar por falta de tiempo, este sería un momento ideal para retomarlas. Un poco de ejercicio en las mañanas es muy saludable y nos ayuda a comenzar mejor el día. Estar atentos a las noticias, pero también ver una buena película, una serie televisiva, buscar un espacio para estudiar y leer”.

La obra de este prolífico artífice trasciende por la exquisitez del dibujo y la línea, así como por una fina y provocativa armonía sensual. Se trata de creaciones devenidas espectáculos

Visuales en los que sueños y quimeras  se funden con el deleite de la hermosura. Con la sencillez que caracteriza a este buen hombre Licenciado de Artes Plásticas (Grabado) del Instituto Superior de Arte (1987) y graduado de las escuelas Nacional de Arte (1970, en Pintura) y de Instructores de Arte (1965), dijo que este es el moeto de “estimular nuestros buenos sentimientos hacia la familia y los amigos y  atenderles; así como fijarse en los asuntos y problemas que aún podrían quedar sin resolver, pero siempre con mucha precaución”.

García Peña rememoró las alentadoras palabras del presiente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez quien, a diferencia de la realidad que sufren otras naciones, ha ratificado “la voluntad de nuestro Gobierno de seguir trabajando, de conjunto con todas nuestras instituciones, organizaciones de masas y, por supuesto, junto a nuestro pueblo, para continuar disminuyendo el riesgo de trasmisión masiva de esta enfermedad”.

“Esta es una situación —agregó— que nos ofrece la oportunidad de reflexionar y dedicarle tiempo a quienes amamos…”.

Con obras integradas a las colecciones de algunos de los museos más importantes del mundo, como el de Bellas Artes, de La Habana; el de Arte Memorial América Latina, en Brasilia, Brasil; el de Arte Moderno Miskolc, en Hungría; y el de Arte de Las Américas, en Managua,  Nicaragua, entre otros; así como con cerca de 70 exposiciones personales y más de 60 colectivas en prestigiosas galerías de diferentes países de todo el orbe.

Para este creador pintar es su máxima prioridad, su mayor felicidad y su penitente preocupación, tal ha dicho. Su arte es complejo, definitivamente incitante. Cada obra es el resultado del estudio y la meditación previa, en cuya realización igualmente intervienen la improvisación y el ensayo, siempre bajo cánones estéticos bien definidos.

García Peña goza de admiración popular. Sus creaciones “llegan” y conquistan la espiritualidad de distintas zonas de la población. De ahí que la apertura de sus exposiciones deviene verdadero festín: niños,  jóvenes, adultos, ancianos; estudiantes, obreros, intelectuales, artistas… todos convocados bajo la singular  y atrayente impronta del querido y respetado maestro.

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