DE TODO EL PAÍS

Midiéndole el pulso al periodismo pinero

¿Cambiaron los tiempos, cambiamos los periodistas?, ¿contamos con la capacidad y preparación profesional para asumir los cambios y ser en verdad un periodista multimedial?, ¿tenemos la percepción de los riesgos?, fueron algunas de las interrogantes que dilucidaron los profesionales de la prensa en Isla de la Juventud durante los talleres sobre gestión de contenidos.

En las tres delegaciones: Periódico Victoria, Radio Caribe y telecentro Islavisión se le midió el pulso al periodismo pinero, el cual aunque ha venido atemperándose a las nuevas tecnologías y maneras de hacer,  aunque todavía prima la urgencia de perfeccionar la gestión de los contenidos en cada una de las plataformas.

Se habló de objetividad e inmediatez, de ese derecho constitucional que es la información tanto por los medios convencionales como por los canales de comunicación más dinámicos, mediante los cuales los públicos puedan recibir la noticia en tiempo real.

Y en tal sentido en los tres escenarios se puso el ejemplo del caso más reciente, materializado por la joven periodista y conocida en las redes como Yuliet PC, quien dice ser periodista “hasta con el agua al cuello” y desde la embarcación Iris reportó la avería en el Paso de la Manteca y el trasbordo, cumpliendo todos los protocolos hasta llegar al puerto de Batabanó.

Pero también hicieron alusión a quienes todavía obstaculizan las labores reporteriles, no ven a los medios como un bien público e ignoran los peligros de la desinformación; tanto así que la prensa y los pobladores demoraron en conocer en qué situación se encuentra el Iris, a pesar de los intentos por acceder a la fuente.

Roberto Díaz, corresponsal de Juventud Rebelde, enfatizó la necesidad de trabajar en pos de una gestión editorial adecuada, esa que se planifique con el concurso de todos y propicie la coherencia de los contenidos y desempolvar temas ausentes en los medios; al tiempo que exhortó a la creación de grupos creativos a partir de las potencialidades de cada cual.

No pocos hicieron alusión a la falta de profesionalidad cuando no se concibe un periodista carente de inquietudes y competencias como tampoco ajeno a la superación; de ahí la urgencia de transformar la preparación de quienes habitan hoy las redacciones pineras y estrechar vínculos con la Universidad y los estudiantes en aras de asegurar el relevo.

La maestría en Comunicación o en temas afines, estuvo de nuevo entre los temas abordados en los talleres, donde se firmó el Código de Ética. De igual manera se analizó cómo los periodistas en la radio ganan cada vez más espacios en la programación, se atempera el noticiero televisivo a la casi media hora de duración, explotan los recursos multimediales en las ediciones digitales y logran contenidos impresos con mayor alcance y diseños atractivos; de hecho el Victoria presentó varias propuestas para cuando llegue la cuatricromía.

De que fueron jornadas provechosas, sí, y en ello coincidimos quienes por estos días estuvimos dándole taller al periodismo, midiéndole el pulso para que en tiempos renovados multiplique las maneras de informar, explicar, movilizar, encantar.

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