La demanda por difamación del presidente estadounidense Donald Trump contra el periódico The New York Times no tiene fundamento, según considera media docena de abogados y expertos en la Primera Enmienda de la Constitución de ese país que hablaron con el multimedio CNN.
Un amplio reporte de CNN en su sitio www.cnnespanol.cnn.com refiere que, según le dijeron algunos de los expertos, las posibilidades de Trump en la corte son casi irrelevantes porque el presidente parece buscar una victoria más política que legal o financiera.
Rebecca Tushnet, profesora Frank Stanton de la Primera Enmienda en la Facultad de Derecho de Harvard, dijo que la demanda de 85 páginas “es una declaración de desprecio por la verdad, el público estadounidense, el proceso judicial y todo lo que merece nuestro respeto en la tradición estadounidense”.
Sin embargo, Tushnet dijo que “analizar sus defectos legales, como las quejas sobre declaraciones acerca de Fred Trump —un hombre fallecido que no puede ser difamado— es ignorar su propósito: amenazar cualquier crítica a Trump”.
Varios grupos de defensa del periodismo llegaron a la misma conclusión después de que Trump presentara la demanda en un tribunal federal en Tampa, Florida.
Tim Richardson, del grupo de libre expresión PEN America, dijo que la demanda era parte del “peligroso patrón de Trump de buscar castigar a cualquier editor que cuestione su narrativa con la esperanza de agotar recursos financieros, infundir miedo y disuadir las coberturas que no le gustan”.
Tanto The Times como una editorial también mencionada en la demanda (Penguin Random House) dijeron que la demanda carecía de fundamento y prometieron no dejarse influenciar por la presión presidencial.
Lo que PEN America llamó “litigio como arma” ha sido una característica del segundo mandato de Trump, con ciclo tras ciclo de noticias sobre sus batallas legales con empresas de medios.
De hecho, la última demanda de Trump presume de su otra queja pendiente contra The Wall Street Journal, y se jacta de los pagos de acuerdos que Trump obtuvo de Disney, la empresa matriz de ABC News, y Paramount, la empresa matriz de CBS News.
Disney y Paramount fueron ampliamente criticados, incluso por sus propios empleados, por llegar a acuerdos en lugar de defenderse de las acusaciones de Trump en la Corte.
Ahora, el mandatario alega que el Times y Penguin lo difamaron; sin embargo, expertos legales afirman que la denuncia es frívola.
“No es tan sorprendente que el presidente Trump haya presentado otra demanda frívola sobre una cobertura periodística que no le gusta después de sentirse envalentonado por los acuerdos con Paramount y Disney”, dijo a CNN Clayton Weimers, director ejecutivo de la oficina estadounidense de Reporteros Sin Fronteras.
Al parecer, esta vez le será más difícil ganar el litigio porque, a diferencia de Disney y Paramount, The Times no tiene intereses comerciales en competencia en forma de parques temáticos o estudios de cine. Por el contrario, el periódico tiene su propio historial de prevalecer en demandas anteriores de Trump y su campaña de reelección.
La nueva demanda contiene una larga lista de agravios, y “la gran mayoría de estos temas probablemente no sean susceptibles de acción legal” en los tribunales, dijo a CNN la experta en la Primera Enmienda RonNell Andersen Jones.
“Mi suposición es que los objetivos principales aquí son tener una presentación legal que actúe como un manifiesto contra la prensa, presentar una acción increíblemente costosa de defender y esperar que la demanda una vez más proporcione influencia contra una poderosa fuente de periodismo de investigación crítico”, comentó la especialista.
Hacia el final del martes, día de la denuncia, Trump publicó en su red en la web Truth Social: una de sus típicas notas en tono triunfalista: “Estoy recibiendo comentarios increíbles sobre mi demanda contra The New York Times. El sentimiento y la opinión predominantes son: ‘¡YA ERA HORA!’”.
The New York Times tiene otra visión al respecto. En su sitio www.nytimes.com/es , en idioma español, el poderoso medio recoge, entre muchos elementos, la consideración de A. G. Sulzberger, el director general, quien dijo al personal, el propio martes, que la demanda era “frívola”, y remarcó que “todos, independientemente de sus ideas políticas, deberían estar preocupados por la creciente campaña contra la prensa dirigida por el presidente Trump y su Gobierno”.
Un vocero del Times también se pronunció sobre el tema: “Esta demanda carece de fundamento. Carece de cualquier pretensión legal legítima y, en cambio, es un intento de oprimir y desalentar la investigación periodística independiente. The New York Times no se dejará disuadir por tácticas intimidatorias. Seguiremos buscando los hechos sin miedo ni favoritismos y defenderemos el derecho de los periodistas, recogido en la Primera Enmienda, a hacer preguntas en nombre del pueblo estadounidense”.
La porfía será recia porque también una portavoz de Penguin Random House afirmó que: “Se trata de una demanda sin fundamento” y sostuvo que la entidad “… apoya el libro y a sus autores y seguirá defendiendo los valores de la Primera Enmienda que son fundamentales para nuestro papel como sello editorial de libros”.
Imagen de portada: Tomada de nyt.com.

