PRIMER PERIÓDICO CLANDESTINO DE CUBA. La Junta Cubana de Nueva York, pro anexionista, aportó los fondos para que en La Habana se editara La Voz del Pueblo de Cuba, primer periódico clandestino de la Isla, y así debilitar la campaña difamatoria de los agentes españoles a lo que no respondiera al orden colonial; fungió como director el periodista Juan Bellido de Luna. El primer número, 13 de junio de 1852, se hizo en una vivienda cercana al Palacio de los Capitanes Generales: fueron 2 000 ejemplares de una hoja de 30 por 20 centímetros, presentada a dos columnas; el editorial A nuestros lectores anunció que su objeto era representar la opinión libre y franca de los criollos cubanos y propagar el sentimiento de la libertad. Los españoles destararon arrestos y allanamientos de imprentas, casas de comercio y hogares; la prensa no habló sobre el periódico clandestino, pero la Junta lo dio a conocer en Estados Unidos y el periódico Courrier and Enquirer divulgó una nota. La Voz del Pueblo, como se llamó después, se editó en varios lugares y tuvo dos ediciones más, pues la cuarta quedó sin imprimir a causa de una delación.
PRIMER MÁRTIR DEL PERIODISMO CUBANO. Pieza clave en el periódico clandestino La Voz del Pueblo. Órgano de la Independencia, fue el tipógrafo y periodista reglano Eduardo Facciolo y Alba, primer mártir del periodismo cubano, tras ser arrestado el 23 de agosto de 1852 cuando editaba el cuarto número de la publicación política. Junto a otros encartados, lo juzgó la Comisión Militar Permanente y asumió toda responsabilidad al asegurar que suya era la imprenta; unos fueron al destierro, otros a prisión y tres condenados a muerte, pero solo Facciolo fue ejecutado a garrote vil a las siete de la mañana del 28 de septiembre de 1852. Tenía 23 años y dicen que marchó serenamente hasta la máquina situada en la Real Cárcel; de esa página de la historia, José Martí, en Hombres, escribió: “No cayó solo, ni entre pechos fríos, sino rodeado de cabezas descubiertas”. El reglano Eduardo Facciolo cumplió con la declaración del primer editorial: “Nada tememos; si somos descubiertos por alguna infame delación, moriremos; pero será después de haber prestado tan importante servicio a la santa causa de nuestra querida Cuba”.
Imagen de portada: La Voz del Pueblo de Cuba fue el primer periódico clandestino de la Isla y su tipógrafo y periodista, Eduardo Facciolo y Alba, el primer mártir del periodismo cubano. Diseño: Sophie Torres Quintana.