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Tótem, Los delincuentes y Una mujer salvaje premiados en La Habana

México, Argentina y Cuba se repartieron, a través de las películas mencionadas en titular, y de algunas otras que informamos más adelante, los principales premios del Festival de La Habana. Importantes lauros conquistaron también los brasileños, pero sobre todo en cuanto a la animación, o divididos entre tres o cuatro películas de ficción.

Para comenzar por los premios de ópera prima, y por casa, La mujer salvaje, de Alan González, barrió con los colaterales según supimos a mediodía del viernes 15: Premio Mégano de la Federación Nacional de Cine Clubes, Premio Cine Plaza, el del Círculo de Cultura de la Unión de Periodistas de Cuba, el premio Súmate por una vida sin violencia, el cibervoto del sitio de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano.

En la tarde, en la entrega de los premios oficiales, tuvimos la alegría de saberla triunfadora del Premio Especial del Jurado en la competencia de óperas primas, “por su aproximación a una realidad hostial desde la feminidad, y la maternidad; por el excelente trabajo de su actriz protagónica Lola Amores”. Además, ganó el premio Signis, y así se convirtió en una de las películas cubanas que ha obtenido mayor cantidad de menciones en la lista de los premiados.

La mujer salvaje tuvo su estreno mundial en la sección Discovery del Festival de Toronto, luego participó en el espacio Filmar en América Latina, y más tarde inauguró el Festival de cine latinoamericano de Ceará, Brasil, y allí ganó el premio a la mejor película y a la mejor actriz (Lola Amores).

El jurado de ópera primas decidió que el Premio Coral honraría a Levante (Brasil) de Lillah Halla, “por el tratamiento del conflicto de la libertad individual y las opciones que todos debemos tener sobre nuestro futuro”. Levante fue ganadora del premio máximo del Festival de Biarritz, el Abrazo a la mejor película, también fue seleccionada, y premiada, en la semana de la crítica del Festival de Cannes.

Dentro de las óperas primas, hubo un tercer premio, a la mejor contribución artística, para Sin corazón (Brasil) escrita y dirigida por Nara Normande y Tiao, y que el jurado premió, según se explica en Acta, “por la recreación del universo adolescente, por la frescura y empatía con que el filme se acerca a los conflictos de nuestros niños y jóvenes con desigualdades sociales”.

Sin corazón se presentó en la sección Orizzonti del Festival de Venecia. La cinta está producida por Kleber Mendonca Filho, y se inspira en el cortometraje homónimo premiado en la Quincena de Realizadores en Cannes 2014.

A pesar de que Los colonos (Chile) de Felipe Galvez, ganó el premio FIPRESCI en la sección Una cierta Mirada, de Cannes; el premio al mejor guion en Lima, el del Sindicato Francés de la Crítica de Cine, y es la candidata chilena al Oscar, en La Habana se fue en blanco, menos el Premio Glauber Rocha, que otorga Prensa Latina. Esta institución reconoció también con una mención el filme cubano Una noche con los Rolling Stones, de Patricia Ramos.

Respecto a los premios que siguen siendo los principales, los de largometrajes de ficción, Tótem (México) segundo largometraje de Lila Avilés, se alzó no solo con el Premio Coral al mejor filme, sino que triunfó también en las especialidades de dirección de arte y guion. Tres galardones principales justifican el titular de este texto.

La mayor parte de los otros premios principales partieron al sur, hasta Argentina: Premio Especial del jurado para El auge de lo humano 3, escrita, producida, editada y dirigida por Eduardo Teddy Williams, y que ya fue premiada con el Boccalino de Oro en el Festival de Locarno, participó en la sección Wavelength del Festival de Toronto; ganó el premio a la mejor película latinoamericana en Mar del Plata, y fue elegida la mejor película en la sección Zabaltegi-Tabakalera.

El premio a la mejor dirección, fotografía y edición fue para Los delincuentes (Argentina) escrita y dirigida por Rodrigo Moreno, que meses antes fue seleccionada para competir por el Oscar, después de ganar el premio a mejor película en el Festival de Gent, el Hugo de Plata en Chicago, y de competir en Un Certain Regard, de Cannes.

De Argentina procede también El viento que arrasa (Argentina) seleccionada por la prensa especializada que se acreditó en La Habana. Antes de ser reconocida en La Habana, la película de Paula Hernández formó parte del Centrepiece de Toronto y luego la eligieron para inaugurar el Horizontes Latinos de San Sebastian.

El extraño (Brasil) de Flora Dias y Juruna Mallon, ganó el Coral por el mejor sonido, y el filme colombiano El otro hijo (Colombia) escrito y dirigido por Juan Sebastián Quebrada copó los premios de actuación, femenina y masculina, con los lauros para Miguel González e Ilona Almansa.

El otro hijo se eligió para competir en la sección Nuevos directores del Festival Internacional de San Sebastián, y alcanzó premio como mejor película latinoamericana en Mar del Plata. Ganó dos de los principales galardones en Roma, mejor filme independiente y actuación masculina (Miguel González) y representa a Colombia en los premios Goya.

Y si no es por el premio de la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica, Eureka (Argentina) de Lisandro Alonso se va en blanco, sin un solo premio. Conste que el filme llegó a La Habana con un currículo impresionante: formó parte de selección oficial de los festivales de Cannes y de Lima, donde fue laureada con el Premio Especial del Jurado, y la mención honrosa de la Crítica internacional. En su condición de coproducción con varios países de Europa, fue nominada también como una de las mejores películas del Viejo Continente en el Festival de Sevilla, y compitió en Gijón, donde ganó el premio a la distribución.

Respecto a otras categoría y premios, el de postproducción, uno de los más importantes del Festival, correspondió al proyecto peruano La casa de las galletas, de Rodolfo Zavala, mientras que la animación brasileña impuso su calidad en la respectiva competencia y marcharon hacia ese país los premios al mejor largo animado (Placa madre) y el Premio Especial del Jurado: Teca e Tuti, una noche en la biblioteca.

El gigante suramericano se apoderó también de los galardones la competencia de cortos o mediometrajes de ficción: Paraíso Europa y Déjalo ganaron respectivamente el máximo Coral y el Premio Especial del Jurado, mientras que en los cortos o mediometrajes documentales se impuso nuevamente Cuba con Al final del camino, de Ariagna Fajardo, reconocida también con colaterales como el premio del público mediante el cibervoto de la Fundación, y el lauro de Cubavisión Internacional al mejor documental.

La cinematografía argentina fue también merecedora del máximo premio al largometraje documental con El juicio, de Ulises de la Orden, mientras que el Premio Especial del Jurado fue para El eco, de la cineasta salvadoreña Tatiana Huezo (La tempestad) que llegó a La Habana luego de ser elegido el mejor documental y mejor dirección en el Festival de Berlín; además de ganar los premios del público en los festivales de Morealia y Biarritz.

Solo el premio Cibervoto de la Fundación alcanzó La memoria infinita (Chile) de Maité Alberdi, que está nominada al premio Goya como mejor documental, y también en España ganó el premio Forqué al mejor largometraje latinoamericano. En Estados Unidos, le fue conferido el Gran Premio del Jurado en Sundance, el premio Knight al mejor documental en Miami, y fue elegido el mejor en su categoría por parte del Critics Choice Documentary. Además, triunfó en los Festivales de Lima, Tel Aviv, Estocolmo, y Atenas.

Volviendo a La Habana, el Premio Coral al Mejor Cartel eligió al correspondiente del filme El mundo de Nelsito, del diseñador Vladimir Pérez, “por integrar una imagen polisémica compleja, de fuerte impacto visual y juego gráfico reversible entre ilustración, color y tipografía”.

Premio Coral al Mejor Guion Inédito a Un viejo sin documentos, escrito por Edgar de Luque Jácome (Colombia) “por su eficacia en el uso de la comedia para asumir una realidad kafkiana y reicidente que nos desgasta a todos por igual. Por la creación de un personaje que, al no rendirse, nos entrega un relato esperanzador”.

Y así fueron todos, o casi todos, los premios entregados hoy mismo en La Habana, a lo mejor del cine latinoamericano del año 2023.

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