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El silencio del Topo, historia de un periodista, premio del Festival de La Habana

El silencio del Topo de la joven realizadora y productora guatemalteca Anäis Taracena, debe ser objeto de atención para los públicos de América Latina, en especial de Cuba, no sólo por haber ganado el Premio Coral Especial del Jurado de Largometraje Documental, en el 43 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.

Un tanto a su favor es que este audiovisual sustentado en la metodología de la investigación historia de vida, rinde homenaje al periodista Elías Barahona Barahona, vicepresidente desde 2008 y hasta su fallecimiento en 2014, de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap) para el área de Centroamérica.

Anäis Taracena no pudo acudir a la cita de La Habana, pero en las redes sociales escribió:

“Ayer El silencio del Topo obtuvo dos premios muy especiales en dos países muy importantes. El Premio a Mejor largometraje centroamericano en el Festival Ícaro, en Guatemala, y El Premio Coral Especial del Jurado de Largometraje Documental, en el Festival de Cine de La Habana, en Cuba.

“Sin duda alguna Elías Barahona protagonista junto a otras personas, estaría muy feliz de estos dos reconocimientos. La película es también la historia de muchas personas, historias que no han sido contadas, que han querido ocultar. Pero es también un homenaje a las personas que arriesgaron sus vidas para documentar y registrar lo que ocurría en sus territorios.

“¡Larga vida al cine hecho en Centroamérica y larga vida al cine documental! “¡Felicidades al equipo y todas las personas que son parte ”.

Pero, cuándo, dónde y cómo una joven realizadora guatemalteca encontró las motivaciones para asumir este reto. Según ha confesado Anäis Taracena supo de la historia de Elías, gracias al hermano David Barahona, a quien conoció en 2011 cuando realizaba su primer cortometraje De tripas corazón.

Y se sintió comprometida, tanto, que tres años después decidió filmar a Elías cuando, en una silla de ruedas debido a la enfermedad que ya lo aquejaba,  declaró como testigo de excepción en el juicio celebrado a finales de 2014 para esclarecer las causas y los responsables del incendio provocado en 1980 en la embajada de España en Guatemala, donde fueron quemadas vivas 37 personas, entre ellas empleados españoles de la legación y, mayoritariamente, activistas de los movimientos indigenistas y estudiantiles que se habían refugiado en el lugar para denunciar la represión del entonces gobierno guatemalteco.

“Elías murió pocas semanas después de prestar aquel testimonio. Aquello me motivó aún más. Entonces decidí realizar una investigación más profunda, una investigación que cristalizó siete años después con el estreno del largometraje documental”, confesó la realizadora.

Tal pesquisa, le permitió conocer que, en 1980, estando asilado en Panamá, Elías Barahona reveló que como militante del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) había trabajado encubierto durante cuatro años como vocero de Donaldo Álvarez Ruiz, ministro de Gobernación del régimen militar de Fernando Romeo Lucas García.

Entonces, el “periodista/guerrillero” -como lo calificara el inolvidable colega Juan Marrero- dio cuenta de las masacres, asesinatos y desapariciones ordenados por Álvarez Ruiz con el objetivo de eliminar lo mejor de la intelectualidad guatemalteca, en un programa orientado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el gobierno de Estados Unidos.

También denunció que el general Romeo Lucas había mandado a quemar la embajada de España. Reveló documentos coleccionados por él cuando trabajaba en el Ministerio de Gobernación, que ponen al descubierto los estrechos y permanentes contactos de la embajada norteamericana con las más relevantes figuras del régimen y cómo la CIA operaba una amplia red de agentes en la nación centroamericana.

Elías Barahona Barahona abandonó Guatemala cuando estuvo a punto de ser descubierta su verdadera identidad y corrían peligro su vida y la de dos de sus hijas, entonces unas niñas. Comenzarían un largo exilio por Panamá, Nicaragua y Cuba.

En el artículo “Elías Barahona, guerrillero y periodista”, Marrero exalta la vida de Barahona, hombre de origen muy humilde, que logró en la década de los años 70 formar parte del diario El Imparcial (1922-1985), entonces el más importante de su país. Por sus relevantes servicios recibió en La Habana, en marzo de 2014, la distinción Félix Elmuza que concede el Consejo de Estado a propuesta de la Unión de Periodistas de Cuba.

Sin lugar a dudas, el premio otorgado a El silencio del Topo es, además, un merecido homenaje a la memoria del periodista guatemalteco Elías Barahona Barahona.

Materiales consultados –

– Juan Marrero (2014) Elías Barahona, guerrillero y periodista (https://publicogt.com/2014/11/23/elias-barahona-guerrillero-y-periodista/)

– La cineasta Anaïs Taracena: “Guatemala sigue muy polarizada por su Historia” (https://www.infobae.com/america/agencias/2022/03/13/la-cineasta-anais-taracena-guatemala-sigue-muy-polarizada-por-su-historia-2/)

– “El silencio del topo”, de Anaïs Taracena, mejor documental en Málaga

(https://www.cope.es/actualidad/cultura/noticias/silencio-del-topo-anais-taracena-mejor-documental-malaga-20220326_1993089)

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