El siete de junio celebramos en Cuba el Día del Bibliotecario, un día muy especial para los que son parte indisoluble de la formación de niños, niñas y jóvenes y de la consolidación y expansión del conocimiento de todos.
Las y los bibliotecarios educan, guían, instruyen y argumentan, porque son cultos, conocedores de la historia, del arte y de la ciencia para, de esa forma, hacer realidad uno de los mensajes más hermosos del Apóstol José Martí: Leer es crecer.
Momento oportuno para reconocer la muchas veces anónima faena diaria de nuestros bibliotecarios y bibliotecarias, de aquellos que siguen el camino de Antonio Bachiller y Morales; prolífico periodista, historiador, abogado y bibliógrafo, considerado el padre de la bibliografía cubana, de ahí que se tomara el día de su natalicio para homenajearlos.
Ustedes influyen de manera directa en la decisión de muchos infantes para definir sus futuras profesiones cuando cursan los primeros grados; los llevan de la mano por el mundo del libro y la información, en tiempos en que amén de los adelantos tecnológicos en la gestión de la información y el conocimiento, no debiéramos perder de vista aquello que dijera el célebre escritor argentino Jorge Luis Borges: “Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”.
Llegue hasta ustedes en los centros de información de nuestros medios, en el Centro de Información para la Prensa (CIPRE) y en todas las bibliotecas del país, la felicitación de la Unión de Periodistas de Cuba en gratitud por la noble tarea que ejercen y que siempre ha estado hermanada con el periodismo.
Presidencia de la Upec
