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Pascual Serrano: “El mercado es incompatible con la veracidad”

Transcripción de la entrevista al periodista y ensayista español, Pascual Serrano, en el espacio Al debate de la Unión de Periodistas de Cuba, realizada el 21 de febrero de 2022, sobre la desinformación de los medios occidentales que cubren el conflicto entre Rusia y Ucrania. 

 

Patricia María Guerra: Buenos días, buenas tardes o buenas noches para quienes nos siguen desde cualquier lugar. Es un placer volver en esta segunda ocasión Al debate, un espacio de videoconferencias de la Unión de Periodistas de Cuba que propone examinar el estado de la comunicación en diferentes contextos.

Hoy tengo el gusto de presentarles a Pascual Serrano, periodista y ensayista español, a quien envío un abrazo agradecido por aceptar nuestra invitación. Hola, Pascual.

Pascual Serrano: Hola, ¿qué tal?

Patricia María Guerra: Antes de continuar les presento. Pascual es Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, fundó junto a un grupo de periodistas la publicación electrónica Rebelión, durante 2006 y 2007 fue asesor editorial del multimedio Telesur, miembro fundador de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad. Colabora habitualmente en una decena de publicaciones españolas y latinoamericanas sobre temas de comunicación y política internacional. En 2010, fue galardonado con la distinción Félix Elmuza, que otorga la Unión de Periodistas de Cuba y en la actualidad dirige la colección de libros A Fondo en la Editorial Akal. Es miembro del consejo de redacción de la revista satírica El Jueves, y autor de numerosos libros.

Ya lo anunciábamos en nuestros sitios de redes sociales,  estaremos hablando sobre la desinformación desplegada por los medios de prensa occidentales ante las tensiones entre Rusia y Ucrania. Si algo queda claro es que el periodismo está viviendo momentos convulsos de sobreinformación, a la que usted mismo hacía referencia en su libro Contra la neutralidad, cuando decía que “una cosa es que la información sea valiosa y verdadera, y otro debate es analizar a quién es útil esa información”. Le hago ese comentario porque la semana pasada María Zajárova, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia decía que todo lo que se publica en las redes sociales con respecto a estas tensiones que se viven en estos momentos es desinformación, entonces me gustaría saber ¿cuál es su perspectiva al respecto?

Pascual Serrano: Lo primero, gracias por vuestro interés compartido por el periodismo y por una información adecuada. Creo que estos momentos de crisis son los que dejan más en evidencia cómo funciona un sistema informativo; es decir, en este momento, en el que un conflicto geopolítico se recrudece, es donde los medios, digamos, actúan con más desvergüenza, donde ya todos los decorados de objetividad y neutralidad se caen, y es donde tenemos que poner especial atención en mostrar los mecanismos de desinformación y de manipulación porque es donde queda más evidente.

En conclusión, considero que estos momentos requieren observar muchos elementos para poder decidir si este periodismo que se está haciendo es, yo no diría veraz o no veraz, yo ya diría simplemente decente o indecente; comprobar si se da voz a todas las partes, comprobar si se dan por válidas las versiones de una parte y dudosas las versiones de la otra de un modo sistemático, si se ponen los suficientes elementos de antecedentes y de contextos para comprender un conflicto geopolítico como este.

Patricia María Guerra: Hemos visto, cómo algunos medios, Bloomberg, The New York Times, The Wall Street Journal, han hecho algo absurdo, le han puesto fecha, hora y lugar a la supuesta invasión de Rusia a Ucrania. ¿Entonces cuáles son las singularidades y los distingos, desde su perspectiva, que caracterizan a estas guerras que se construyen desde el periodismo?

Pascual Serrano: En este caso concreto, por ejemplo, vemos algunos patrones comunes, es decir, primero, darle la veracidad absoluta a una de las versiones, que es la de Estados Unidos. Estados Unidos dijo que había armas de destrucción masiva en Irak, se consideró como una verdad absoluta; Estados Unidos dijo en Afganistán, cuando estaban los soviéticos, que aquellos islamistas eran unos muyahidines que querían liberar Afganistán, se dio como verídico; Estados Unidos decía que había rebeldes en Siria que luchaban contra la dictadura de al-Ásad, se dio como verídico; al final no había armas de destrucción masivas, los muyahidines que querían liberar a Afganistán eran unos terroristas que al final hasta el propio Estados Unidos lo sufrió, y los rebeldes sirios acabaron siendo también terroristas islámicos.

Lo grave no es tanto que nos engañe un gobierno, porque bueno, digamos que el gobierno de Estados Unidos no voy a decir que es libre de engañar, pero estaba dentro de lo posible, es decir, nunca esperábamos del gobierno de Estados Unidos ningún rigor informativo, el problema está cuando los medios, los nuestros incluidos, los estadounidenses y los occidentales, dan como veraz la información de Estados Unidos sistemáticamente; y eso lo han vuelto otra vez a hacer.

Dieron como veraz al portavoz del Departamento de Estado contando que los servicios de inteligencia estadounidenses saben que los servicios de inteligencia rusos van a hacer un video que es mentira, es decir, los servicios de inteligencia estadounidenses dicen la verdad sobre la mentira que va a decir el servicio de inteligencia ruso. Los míos dicen la verdad, los otros dicen la mentira, lo cual evidentemente no tiene ningún fundamento periodístico para darle credibilidad, o sea, decir uno de los bandos en una guerra, yo digo la verdad y el otro la mentira, trasladar sistemáticamente eso quiere decir formar parte de un bando de la guerra, que es lo que hicieron en los medios.

Si ahora se va repitiendo como un papagayo por parte de los medios, “Va a ser la invasión tal día, va a ser la invasión tal día”, aunque aparentemente para una opinión pública crítica, la que nos podemos encontrar, sea un signo ridículo de los medios, sin embargo ellos sí que van marcando, un patrón mental de que se va acercando esa guerra.

En este momento, el escenario de que lo que hubiera sucedido es que no hubiera habido ninguna crisis, sino sencillamente que la OTAN, que los países europeos y Estados Unidos hubieran vendido y rearmado, como se ha hecho, al ejército ucraniano, y el ejército ucraniano se hubiera dedicado a bombardear las regiones del este, si eso hubiera sucedido pues evidentemente la opinión pública se escandalizaría, diría: “Hombre, ¿cómo demonios nos hemos dedicado a darles armas, ni siquiera a venderles, darle armas y armas a alguien para que bombardee una región disidente y un grupo disidente?, eso no está bien”, sin embargo eso es lo que se está haciendo, y ya  no una opinión pública que diga: “Eso no está bien”, ¿por qué?, porque previo se ha hecho un trabajo que es el de decir: “Hay un país que va a invadir, hay un Putin que va a agredir, hay unas tropas”, que por cierto, que están dentro de su país y están más alejadas de la frontera de Ucrania que las tropas españolas de Marruecos,  como se ha creado ese patrón mental de que va a invadir ahora ya digamos que se acepta como lícito, como natural y como viable, que enviemos esas armas y que se esté bombardeando Donbás, que se esté bombardeando, bombardeando el este, es decir, que unas cosas que parecían ridículas sí que tienen una labor.

Hay un paralelismo muy claro. Hace veinte años había un país que estaba bombardeando las regiones disidentes que se querían salir de sus fronteras, ese país era Yugoslavia. Cuando Yugoslavia atacó a los sectores disidentes de Bosnia, o de Croacia, o de Kosovo, que querían romper el país y querían irse por la vía de las armas, pero claro, ahí el gobierno yugoslavo era el malo, y entonces ahí la OTAN intervino precisamente para bombardear al gobierno central, que quería evitar que se desmembrara y se enfrentaba por la vía de las armas a un separatismo que se había iniciado por la vía de las armas.

En este caso es al contrario, en este caso quién quiere hacer eso, quién está bombardeando a las autonomías disidentes es amigo, en cuyo caso a ese lo que hacemos es que le damos armas, lo cual muestra; y en ambos casos sistemáticamente los medios de comunicación en aquel, hablaban de que Milosevic tenía una limpieza étnica y estaba bombardeando de un modo inmisericorde y criminal a las autonomías independentistas y en este caso estamos diciendo que Ucrania lucha por su nacionalismo, por su soberanía, frente a un inmisericorde criminal que no está haciendo absolutamente nada porque está al otro lado de la frontera y no ha cruzado ni una sola tropa a Ucrania, que es Rusia.

Patricia María Guerra: Exacto. En realidad es una puesta en escena a la que Estados Unidos y sus aliados, nos tienen acostumbrados. Tenemos un presidente de Estados Unidos, como Joseph Biden, con una pésima gestión gubernamental, y a un Boris Johnson cada vez más solo, entonces le pregunto, ¿cuáles intereses políticos están sobre la mesa ante estas tensiones?

Pascual Serrano: Bueno, los intereses aparentes son varios, es decir, primero, la intención de la OTAN de cercar totalmente a Rusia, tal y como Rusia está denunciando; violando todos los acuerdos a los que se llegó en el momento del desmembramiento de la Unión Soviética, que se llegaron con Gorbachov, de que la OTAN no iba a acercarse a las fronteras de Rusia, todo eso se está violando, y la idea es cercar totalmente a Rusia llevando la OTAN hasta Ucrania. Mientras tanto Europa se está suicidando con esto, porque la mayoría del gas europeo, no el español, pero sí el del norte de Europa depende de Rusia.

Patricia María Guerra: Exacto.

Pascual Serrano: Y para eso ya está diligentemente Estados Unidos diciendo: “No se preocupen que yo le proporciono el gas que gracias a mi intervención van a perder ustedes de Rusia”, un gas que, por cierto, es ecológicamente más insostenible, y más caro, y más difícil de transportar, que es el gas y los hidrocarburos de Estados Unidos, con lo cual ya vemos el negocio; y por otro lado, es decir, en la medida en que tú logras también cercar a Rusia pues sigues actuando contra China.

Todo eso pues va a ir mal, en la medida en que, primero, Rusia se va a acercar más a China, lo cual se va a perder la oportunidad de hacer una Unión Europea digamos que mucho más pacífica y mucho más ordenada en un mundo en paz. Entonces yo creo que el error es grave, creo que quien está haciendo la labor de más tonto útil sin ninguna duda es Europa, lo cual no es nada nuevo porque lo está haciendo siempre.

Sin ir más lejos, con las políticas de sanciones contra Rusia en el caso, por ejemplo, de España, lo que ha perdido es la capacidad de venta de productos agrícolas que se han perdido con, que se le vendían a Rusia y que ya no se le han vendido, es decir, hemos sancionado a un país que nos compraba unos productos agrícolas que necesitábamos vender y por eso es que hemos perdido el negocio, pero es que si viene una guerra con Ucrania, Ucrania proporciona los cereales necesarios para toda las granjas de, gran parte de las granjas de España, que es un productor importante de carne para Europa, y todo eso también lo perderemos, claro, no nos van a traer el trigo de Estados Unidos, igual que lo traen pero va a ser mucho más caro.

Es decir, creo que lo que está haciendo Europa es un suicidio, quiero pensar que por debajo de la mesa, sin decirlo, hay intentos dignos, por parte de Macron o por parte de Alemania de no hacer ese seguidismo a Estados Unidos. En el caso español, ni por debajo de la mesa ni por arriba, parece sumisión total.

Patricia María Guerra: Y no solo se trata de ese discurso de desautorización de la credibilidad de Rusia, sino también de la censura de los medios de prensa de este país, ¿entonces dónde queda la libertad de expresión de la que tanto se vanaglorian los medios de prensa occidentales?

Pascual Serrano: Pues mira, la censura afecta varias cosas, como por ejemplo, en Alemania se ha prohibido la emisión de Russia Today, como YouTube ha cerrado los dos canales de las repúblicas populares del este afines a Rusia, y la censura además suele ser con otros mecanismos mucho más sutiles, hay uno que ha sido, es muy curioso cómo ha sucedido al menos en España, y es cómo se ha manipulado la historia; si antes se ha contado cómo los islamistas eran terroristas, eran rebeldes, o cómo podían ser, los terroristas afganos eran muyahidines, pues ahora lo que están ocurriendo, al menos se está viendo mucho en España, es cómo se está blanqueando toda la ultraderecha de Ucrania.

El otro día un periódico español tuvo que replantearse una entrevista, porque hablaba de un perfil muy curioso, buscaba a unos emigrantes ucranianos y encuentran a la hija de un emigrante ucraniano que vino a España en los cincuenta huyendo de la Unión Soviética a la búsqueda de una vida mejor. Con un poquito de historia que uno sepa, y un poquito que reflexione, se puede dar cuenta, después de que se derroca al nazismo en Europa, y especialmente en la Unión Soviética, y que el único país fascista que había en Europa y prácticamente en el mundo fuese España, es decir, ¿cómo podría ser que ese cándido emigrante que venía a una España arrasada sin ningunas opciones económicas de viabilidad para ningún emigrante? El único emigrante que puede venir después de la caída del nazismo en Europa en los cincuenta a España a buscar fortuna solo puede ser un nazi, de hecho es lo único que vino.

Y aun así se presentaba con esa candidez, ese pobre emigrante que vino a hacer fortuna. Nadie venía a hacer fortuna en los cincuenta a España, que estaba arrasada, en absoluto, y todo el que estaba perseguido en los cincuenta por la Unión Soviética, o por Alemania, o por Estados Unidos, después de esa guerra el que estaba perseguido es un nazi, evidentemente, que son los perseguidos después de la Segunda Guerra Mundial, bueno, pues esos eran los que se buscaban aquí como referentes.

Pero es que Televisión Española sacó a unas cándidas ancianas con un titular, yo no sé si esa serie se conoce en Cuba, habla de Las chicas de oro, una serie estadounidenses sobre unas ancianas bondadosas. Las chicas de oro de la televisión española tejían unos mecanismos de camuflaje para los carros de combate ucranianos, pues en las imágenes se veía una bandera de un escudo que es el batallón, que es un batallón nazi creado en la Segunda Guerra Mundial, quiere decir que estas tipas eran, son las bases civiles, y no son militares porque tienen ochenta años, si no también, de un batallón nazi.

El representante de la Asociación Patriótica de Ucrania en España  que ha salido aquí hablando de la libertad de su país, de la soberanía en su país, es alguien que hace cinco años aquí se manifestaba con la Falange Española, con el fascismo de Franco y es el partido de la ultraderecha, que golpeaba al director de la televisión ucraniana cuando el golpe de estado de Euromaidán,  para que dimitiera.

Quiero decir que es impresionante en este alarde de manipulación informativa, cómo los malos, tanto los neonazis como las bases ultraderechistas, como los neofascistas actuales, se convierten en libertadores y en luchadores por la soberanía de un país, cuando no hace falta cavar mucho para darse cuentan de quiénes eran y quiénes son.

Patricia María Guerra: ¿Y en medio de todo esto dónde queda la ética periodística?

Pascual Serrano: Bueno, yo siempre he dicho que la ética y la deontología del periodismo en el capitalismo es la de que debes de escribir lo que haga falta para que mañana puedas seguir trabajando. Quiero decir, no existe ética y deontología porque un profesional en un sistema de mercado en el que mañana me pueden tirar del trabajo, yo solo escribo pensando en que mañana tenga trabajo, no hay otra ética. Es la misma que la del cajero del supermercado, es decir, ¿la cajera del supermercado que tiene un contrato de un mes qué ética tiene?, pues hombre, la ética de hacer las cosas para que le gusten a su jefe y no la despidan, esa es la única ética que hay en un sistema como el nuestro; entonces la ética de un periodista en un sistema de economía de mercado es hacer las cosas como hagan falta para que yo mañana pueda volver a trabajar y no me despidan, ya está, no hay ninguna otra ética, esa es la única, la única que se permite.

Patricia María Guerra: ¿Entonces cómo resolver, o si es posible resolver ese dilema de la propiedad de los medios?, porque evidentemente el que paga manda, ¿entonces qué pasa con la transparencia del periodismo y la objetividad de que tanto hablamos?

Pascual Serrano: Claro, no queda porque en el mercado no queda, es decir, ¿dónde está la ética de una fábrica privada de mesas?, ¿dónde está la ética de una fábrica privada de refrescos?, ¿no? Yo no digo que esté mal que haya una fábrica privada de refrescos o una fábrica privada de mesas, ahora bien, pretender que haya una ética, o sea, no hay ninguna ética, o sea, hay un sistema de producción, y de rentabilidad empresarial, y de crear riqueza que se deberá encauzar en unos términos legales, de relaciones laborales, y de un producto decente conforme a una ley establecida. No hay más ética que la que le impongan las leyes. La ética de una fábrica de mesas pues sería esclavizar a niños, a mujeres embarazadas, y tenerlos fabricando veinte hora al día mesas, esa es su ética. Y además, sería el mecanismo más rentable y sería la mejor fábrica de mesas porque sería la más rentable de todas y la que acabaría con toda la competencia, la que consiguiera trabajar, hacer trabajar más horas a los trabajadores y pagar menos sería la perfecta fábrica de mesas en el capitalismo. conseguimos que eso no sea en base a leyes públicas, a marcos legales que dicen: “Oiga, pues mire usted, no puede tener a la gente trabajando más de cuarenta horas, pues mire usted, deberá darles unas vacaciones al mes, pues mire usted, deberá darles una baja laboral cuando se ponga enferme”, ¿no?, si tú hablas de ética en el mercado, pues la tendencia en el mercado es la esclavitud de las plantaciones algodoneras, que eran los momentos de mayor producto interior bruto de Estados Unidos.

Patricia María Guerra: Pascual, Antonio Gramsci decía que odiaba a los indiferentes porque la indiferencia, y leo, “y la abulia son parasitismo, son bellaquería, y no vida”, entonces le pregunto, ¿cómo construir una ciudadanía activa desde esta parte, reconociendo que no tenemos la posibilidad de controlar lo que publican los grandes medios con respecto a todas estas tensiones que se están viviendo?

Pascual Serrano: En el marco de los medios de comunicación yo siempre he dicho que existen varias fases. Seguimos todavía en la primera, que es la intentar denunciar y dejar en evidencia el modelo, el modelo de falta de veracidad, el modelo de desigualdad informativa, de falta de pluralidad, de intereses perversos, que como he comenzado diciendo en estos conflictos es donde más quedan en evidencia, y a partir de ahí yo creo que podemos empezar a sembrar, digamos, un espíritu crítico en la ciudadanía para que ya no se vaya creyendo todo lo que le vayan diciendo esos grandes medios, para que haga algo mínimamente saludable, que es saber quién paga esto, es decir, de quién es este periódico, de quién es esta televisión. Eso va siendo fundamental, entonces yo creo que esa es una primera fase que aún no hemos logrado superar.

Evidentemente se puede ir simultaneando con otra segunda fase, que es la de crear estructuras organizadas, colectivas, de periodistas que en una cooperativa se organizan, que gracias a Internet yo creo que también se puede decir que el mundo se ha hecho pequeño y podemos escuchar desde otros puntos de vista, de otros sectores, de otros intereses, es decir, yo no voy a decir que los medios rusos son absolutamente imparciales, objetivos y veraces, pero en cualquier caso evidentemente yo creo que lo que le permite pluralidad a un ciudadano occidental es escuchar además de los nuestros, que no nos podemos escapar de atenderlos, es escuchando un medio ruso, o un medio cubano, o un medio de otro país, todo con las debidas precauciones, de saber de que ninguno de ellos está libre de dependencias y de servidumbres,   somos nosotros los que, primero, con un conocimiento previo de la historia, del contexto, de los antecedentes, con un acceso suficientemente plural y diverso a las fuentes de información podemos, y luego, evidentemente crear, digamos, fuentes informativas que nos merezcan credibilidad, eso también es muy importante.

Se trata de buscar referentes periodísticos, o intelectuales y académicos, que sepamos que es gente libre, ya que no tenemos el medio libre al menos sí que podemos encontrar algún intelectual libre del que nos podamos fiar; entonces en ese marco de varios medios e intereses contrapuestos, de intelectuales libres y honestos, y de un conocimiento previo, de cultura previa que se tenga, pues yo creo que el individuo puede hacerse una composición bastante aproximada de los elementos que necesita saber para un conflicto.

Patricia María Guerra: Y con respecto a lo que decía, ¿alguna vez lograremos superar esa primera fase del modelo que nos comentaba?, ¿Qué se necesita?

Pascual Serrano: Pues se necesita lo mismo, lo que siempre se necesita en el capitalismo, superar el modelo económico. Mientras no vayamos incorporando elementos socialistas a nuestros mecanismos de vida,  de producción de comunicación y de producción de mesas, mientras no incorporemos más socialismo, es decir, el mercado es absolutamente incompatible con la libertad de expresión, con el derecho a la información, con la pluralidad y con la veracidad, es absolutamente incompatible, como es incompatible con los derechos humanos, y todos los elementos que tenemos de derechos laborales, de derechos humanos, de derechos ciudadanos y de derechos a la información, es por eso que el Estado interviene para corregir las perversiones del mercado del capitalismo.

Solo por la vía socialista, por una vía del mercado, de intervención del Estado, podemos conseguir cambiar ese modelo comunicacional, en eso hay que decir pues una televisión más pública, más democrática, más participativa, más plural, una radio más pública, más participativa, más plural, unos medios escritos también que lo sean, una lucha contra los oligopolios informativos para que no sean tres empresas las que lo controlen todo, un intervencionismo del Estado para que diga: “Oiga, usted no puede mentir y no puede engañar, eso que ha dicho es mentira, no le vamos a dejar, le vamos a poner una multa o lo vamos a meter en la cárcel”, igual que no dejamos al médico que opere de la pierna derecha al que tenía enferma la pierna izquierda, y no dejamos al arquitecto que haga un puente que se derrumbe a las dos semanas, pues tampoco vamos a dejar al periodista ni al periódico que diga mentiras y que engañe. Todo eso se hace simplemente con un Estado que intervenga, un Estado evidentemente democrático y participativo.

Patricia María Guerra: Pascual, quisiera terminar con una referencia a su último libro, Paren las rotativas. ¿Cómo se relacionan esas reflexiones de dónde está y hacia dónde va el periodismo con lo que se muestra ahora mismo en la cobertura de los medios ante las tensiones de Rusia y Ucrania?

Pascual Serrano: En esta crisis, los medios han demostrado lo que, han demostrado lo de siempre, es decir, se puede, una pelea, esto es como un patio de un colegio y el medio se pone siempre, se pone en un bando y en un lado, ¿no?, y ese bando y ese lado según donde te pille pues está él. Evidentemente los que nos han pillado en un país de la OTAN nos ha pillado con un gobierno al lado de la OTAN y con unos medios al lado de la OTAN; que mi gobierno esté al lado de la OTAN era algo previsible, no voy a decir perdonable, pero digamos, era previsible, es decir, mi gobierno tiene una servidumbre con la OTAN porque ya se ha metido ahí, pero el problema es que los medios, ellos decían que no tienen servidumbre con la OTAN, ellos te van a decir que son libres y son imparciales, esa es la gran farsa y el engaño.

En este momento para mí es mucho más miserable que mi gobierno, más que mi gobierno metido en una guerra, son mis medios metidos en una guerra, porque mi gobierno ya yo sabía que era un gobierno sumiso a Estados Unidos dentro de la OTAN, y dedicado a dedicar presupuesto y armas para bombardear a inocentes, ¿no?, ese era un problema de democracia, pero no de un gobierno criminal, sino lo que es criminal es el modelo que permite que esos señores sean los que gobiernen.

En el caso de los medios, es decir, esos evidentemente siguen vendiendo la idea de que son neutrales, de que son imparciales, de que son objetivos, de que son plurales y en cambio adoptan una postura igual de belicista, o más, que el que empuña un fusil o dispara desde un caza en una guerra y eso es lo que yo veo que tenemos que denunciar.

Patricia María Guerra: Muchísimas gracias por dedicarnos estos minutos. Le cuento que la conversación se transcribirá y se publicará en nuestra página web. Así que un abrazo desde la Unión de Periodistas de Cuba.

Pascual Serrano: Igual, mis saludos a todos los profesionales de Cuba.

Patricia María Guerra: Saludos.

 

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