COVID-19

La COVID-19 puede agravar el riego de hambruna en cuatro países, advierte Naciones Unidas

El impacto de la pandemia de la COVID-19 puede agravar el riesgo de hambruna e inseguridad alimentaria generalizada en cuatro países afectados por conflictos: República Democrática del Congo, Yemen, el noreste de Nigeria y Sudán del Sur, según advirtió el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, en una nota a los miembros del Consejo de Seguridad, obtenida por Associated Press (AP).
“Es necesario actuar ahora (…) Habiendo soportado años de conflicto armado y violencia” los habitantes de esos países se enfrentan nuevamente “al espectro de una mayor inseguridad alimentaria y una posible hambruna”, indicó el funcionario.
El jefe de la ONU precisó que esas cuatro naciones son escenario de “las mayores crisis alimentarias del mundo”, de acuerdo con el Informe mundial sobre las crisis alimentarias y análisis recientes.
Asimismo, agregó que los indicadores clave se están deteriorando de manera similar en otras naciones también afectadas por conflictos, como Somalia, Burkina Faso y Afganistán.
En este sentido, expresó que, a pesar de las distinciones entre los países, en todos los casos los civiles continúan siendo asesinados, heridos y desplazados, “se destruyen sus medios de vida y la disponibilidad y el acceso a los alimentos se ven interrumpidos en medio de una creciente fragilidad”.
Según la nota del secretario general, la escalada de violencia en la parte oriental de la República Democrática del Congo trae consigo “niveles desastrosos de inseguridad alimentaria y hambre”. De hecho, el último análisis indica que más de 21 millones de personas se encuentran en crisis o en los peores niveles de inseguridad alimentaria aguda.
En Yemen, el “riesgo está regresando nuevamente”, la escalada del conflicto y el declive económico condujeron a que la nación más pobre del mundo árabe se situara al “borde de la hambruna hace dos años” y hoy-enfatizó Guterres-están surgiendo condiciones similares.
Por su parte, el jefe de ayuda de Naciones Unidas, Mark Lowcock, recalcó, en una entrevista con AP, que las consecuencias económicas de la pandemia, incluidos los bloqueos, el cierre de fronteras y las restricciones de movimiento han tenido un gran efecto en la productividad agrícola.
Lowcock añadió que varios países se han esforzado para cumplir acciones positivas como la de proporcionar equipos de protección personal, desarrollar campañas de información pública sobre el virus y campañas de saneamiento.
Sin embargo, señaló, si esos esfuerzos se hacen a “expensas de las necesidades humanitarias básicas en los lugares gravemente afectados”, ello no conduce a una reducción de pérdida de vidas, sino “a un aumento en la pérdida de vidas”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *