COVID-19

La justicia se cuela en la cola

En varios municipios de Ciego de Ávila se aplican alternativas en la organización de las colas para la venta de productos de alta demanda y primera necesidad

La venta de productos de las cadenas de tiendas CIMEX y TRD ha empezado a organizarse, en algunos lugares por circunscripción y en otros con el orden que impone el número del núcleo que aparece en la libreta de abastecimiento. Los miles de consumidores que reclamaban lo equitativo y necesario de esa medida en tiempos excepcionales tienen ya su recompensa: dicen adiós a la incertidumbre y a las largas esperas.

La noticia ─más esperada que el pollo, el aceite, el jabón y el detergente─ ha disparado la tranquilidad y bajado las colas en su efecto más inmediato. Y ha dejado, sin efecto entonces, a los coleros que amanecían, hubiera lo que hubiera (y si había); a los repartidores de ticket; a los que marcaron para 10; a los que estaban rotando todo el tiempo y se colaban dos, tres y cuatro veces; a los que viven en la esquina de la tienda y siempre alcanzaban y siempre se enteraban; a los revendedores de portales…

Una fila de beneficiados los supera ahora en Chambas, Florencia, Majagua, Bolivia, Primero de Enero… municipios donde, si bien no anotan los productos en la libreta, tienen en ese instrumento de control la clave para determinar, incluso, el destino de las mercancías.

Desde Chambas, y vía telefónica, lo confirmaba Alejandro Torres Díaz, Coordinador de Programas y Objetivos de la Asamblea Municipal del Poder Popular. Gracias al control de la dirección de comercio y los consejos en las diferentes circunscripciones saben qué núcleos no han podido comprar un producto y qué destino deberá tener, entonces, ese mismo producto para garantizar que todos compren. “Ha sido importantísimo en las comunidades alejadas”, recalca Alejandro, quien reconoce que allí se lleva a las bodegas para facilitar el acceso.

La facilidad ha llegado, incluso, a personas vulnerables y el periodista de Radio Chambas, Yaimer Mujica, lo decía en voz de Ofelia Estévez Valdés, residente del edificio 2, del Consejo Popular de Chambas, a quien sus padecimientos de salud le impiden salir de casa y por el servicio de mensajería pudo adquirir un paquete de pollo. Otra chambera, Diana Castillo Álvarez, se sumaba a los aplausos.

Y en Florencia, como en otros lugares, han tenido la sensibilidad de incluir hasta quienes no poseen libreta de abastecimiento. Yenni Carvajal Jiménez, presidente del Consejo de Defensa Municipal (CDM) lo admitía mientras una llamada lo conectaba a Invasor. “Más que por libretas lo estamos haciendo por casas, pues no todos están inscritos en el registro del consumidor y ante esta situación tenemos que protegerlos”. Para eso, agregaba, es indispensable el consejo de la zona, que es quien está llevando el control.

Según el presidente ya todos sus núcleos y comunidades adquirieron el aceite y el aseo, aunque los cárnicos no han podido completarse por la disponibilidad del producto. Sin embargo, la medida se ha ido perfeccionando al punto de que aun, cuando el municipio respira más calmado, Yenny sostiene que no se permitirán tumultos en las tiendas.

“Al estar todas concentradas en un área céntrica de la cabecera, vamos a llevar las mercancías de esos productos de primera necesidad a las cuatro bodegas del Consejo Popular de Florencia; y lo hacemos para disgregar a las personas, pero también para facilitarte sus compras,” precisaba.

La reportera Ailén Castilla conversaba con Odalys Padrón y desde su hogar en Tamarindo le explicaba el sencillo proceder: “vas con la libreta te anotan en una lista el núcleo y lo que adquiriste y así cuando vuelves, revisan si ya tu núcleo está marcado con ese producto. Estamos comprando con relativa facilidad”, le decía.

De recorrido por Bolivia y Primero de Enero, el colega Alden Hernández conocía, asimismo, que hasta este martes 5 de mayo, más de 20 de los 29 asentamientos bolivianos habían sido beneficiados, según le comentaba Jorge Rojas Rojas, coordinador de programas y objetivos en la Asamblea Municipal del Poder Popular en Bolivia.

El beneplácito ha sido tal que mientras los electores compraban jabón y detergente, Pablo González Delgado, delegado de la circunscripción Dos, afirmaba desde el portal de la tienda La Casa Nueva, de CIMEX, que allí “ni falta hacía la policía para organizar la cola”. Así llevan más de un mes e Idalmis Sánchez Salazar es una de las tantas que puede corroborarlo.

En Primero de Enero, por su parte, ya 37 de las 40 circunscripciones compraban artículos de primera necesidad y según dijo a Invasor, Anabel Ramírez López, miembro del buró municipal del Partido, también han sido distribuidos en zonas rurales del municipio.

Otro de nuestros reporteros, Jose Alemán Mesa, informaba desde Majagua cómo han quedado atrás las colas inmensas en los puntos de venta de la Corporación CIMEX (El Nacional y El Reloj) y Tiendas Caribe y la libreta de abastecimiento era el punto de partida para organizar los consumidores; “o mejor dicho, a los pobladores, pues no todos aparecen en los registros, pero reciben el beneficio”, especificaba en un correo.

Mairely Alonso Luis, habitante del Consejo Popular de Campo Hatuey, le comentaba su agradecimiento con el “muy” de “muy buena decisión”, al tiempo que Nilda Rodríguez Castillo, presidenta del Consejo Popular de Orlando González, le acotaba cómo los delegados de circunscripción han sido esenciales en el casa a casa, para evitar que ninguno de sus 5 5 11 habitantes quede pendiente.

Las imágenes majaguenses llegaban hasta el poblado de La pollera.

Todas las opiniones “acopiadas” por Invasor desembocan, sin embargo, en una pregunta que se ha vuelto retórica: ¿por qué hemos demorado tanto en aplicar medidas tan sencillas?

En la cabecera provincial, por ejemplo, los ticket continúan beneficiando a los que madrugan o no duermen, los que viven al doblar, los que se enteran, los que revenden… Porque ordenar lo injusto no lo hace más justo y colas aparentemente ordenadas pueden estar torcidas, acentuando el descontento de quienes, para colmo, tienen la opción virtual muchas veces “congestionada”, o sin productos, o con demoras.

Justo el jueves 7 de mayo, cuando directivos en la Mesa Redonda explicaban que en mayo se había estabilizado el sistema de compras online, clientes que intentaban acceder a la plataforma Tuenvio denunciaban la imposibilidad de hacerlo. Amén de informar que el aumento del ancho de banda permitió incrementar 10 veces el tráfico, las reiteradas molestias de los usuarios continúan ilustrando una estrechez de opciones que supera las posibles operaciones erróneas o inventarios desactualizados.

Ni siquiera la aplicación Porter@, lanzada para “controlar una cola garantizando que una persona pase solo una vez, durante un tiempo determinado” tuvo suficientes seguidores y varias opiniones le hicieron notar sus contratiempos.

Para la mayoría de los avileños la opción más socorrida siguen siendo las colas físicas; esas que en algunos lugares tienen ahora la anuencia de la libreta de abastecimiento y nos demuestran, sin querer, que no debiéramos necesitar una lista de confirmados de la COVID-19 para repartir con justeza lo poco o lo mucho que tengamos.

(Tomado del periódico Invasor)

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