COVID-19

Orgullo en tiempo de Coronavirus

Nunca antes había sentido tanto orgullo de ser periodista y radialista cubana. Soy de las personas que presume de haber estudiado lo que quiso y treinta y pico de años después seguir desempeñando la carrera con la misma o mayor pasión que siempre.

He conocido a tantas personas extraordinarias! No por su cargo ni por rangos sociales sino por su grandeza humana, por el sentido del deber y la responsabilidad.

En estos tiempos de Coronavirus en que al más guapo le tiemblan las piernas con solo ver las cifras crecientes de infectados y de muertos, lo siento cerca al descubrir a una de mis compañeras de los años en Radio Ciudad Bandera, Lina La Rosa Orjales, positiva a la Covid-19.

Conociéndola y visto lo visto en las redes, sé del dolor que debe sentir Lina ante la duda de si contagió a alguna persona de su familia de sangre o de “la Constante en su Dial”.

El esposo, profesor universitario e inversionista en obras del turismo comenzó a sentirse mal, fiebre incluida, dolor de cabeza y algún malestar que creyeron pasajero.

Ella, asintomática, ocupándose de él; contactando con amigbhos para saber cómo marcha el trabajo, asistiendo con disciplina a la reunión de su núcleo, pidiendo a una colega colaboración con un medicamento y un poco de leche fresca “que es lo que apetece Carlos” y, en poco tiempo, el corre corre porque “todo indica que es Coronavirus”.

Revuelo en Cárdenas: “El marido de una periodista de RCB con Coronavirus, muy mal”, “la periodista con Coronavirus”, “Debe haber contaminado a medio mundo”, “me contaron que ella no lo sabía y contagió a todos en Radio Ciudad Bandera, qué escándalo”, “de buena tinta sé que tuvieron que cerrar la emisora”. Frases como esas son frecuentes y se multiplican en los labios de personas que dan por hecho estar bien informados, “tener la última”.

¿Lo cierto?

Un hombre que se debate entre la vida y la muerte por un virus que anda suelto y no se puede ver, ni oír, ni oler, ni palpar ni escuchar. Un hombre excelente padre, esposo, amigo.

Una mujer, periodista, directora del programa de opinión donde comparecen semana tras semana los principales especialistas de salud para alertar ante la Covid-19; la misma mujer con más de sesenta años, aunque no lo parece, que por dejar de ser precavida llega a ser desesperante en ocasiones y esta no lo vio venir.

Esa mujer asintomática que me dice, deprimida, la gratitud que siente por las atenciones, por la ocupación y preocupación de sus compañeros de labor, el miedo por su compañero de vida, el reclamo público e individual a los amigos para que oremos ante Dios o por lo más grande que tengamos para que “su Carlos se salve”.

¿Lo cierto?

Dieciséis trabajadores de la emisora más antigua de Cuba, Radio Ciudad Bandera, en un centro de aislamiento esperando los resultados del PCR para saber si son o no positivos a la Covid-19.

Desde allí, han continuado haciendo periodismo. Temprano en la mañana, artistas y reporteros, llenan las redes con el optimismo de que todo saldrá bien y de que el mundo debe conocer el esfuerzo extraordinario que hace el gobierno revolucionario para atender bien a todos y cada uno de los contactos o sospechosos, sin distinciones, sin discriminaciones.

No les basta con subir a Facebook comentarios y fotos, ni llamar a la emisora Radio Varadero. Ellos, desde el Centro de Aislamiento del antiguo Central Humberto Álvarez, sostienen su programación habitual y alientan a los otros colegas que, en este momento, se crecen y mantienen a Radio Ciudad Bandera activa, vital y como “la Constante en su Dial” de un público fiel que la prefiere para estar bien informado.

One thought on “Orgullo en tiempo de Coronavirus

  1. Son momentos muy duros a los que se enfrenta la humanidad, pero como siempre nuestro pueblo se crece y batalla en disímiles condiciones. En ese bregar diario vemos gente que se arriesga y asume retos en pos de la victoria, pero no puede faltar la alerta acompañada de una frase cariñosa “cuídese mucho” pues dentro de esta ficción convertida en realidad los más preparados, unidos y disciplinados tienen las de ganar. Un abrazo grande a todos aquellos que desde su puesto acompañan a nuestro Gobierno y Partido en favor de la salud y el bienestar del pueblo.

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