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Ignacio Ramonet: Globalizar la solidaridad

Por Fabiola López/ TeleSUR.

– Cómo catalogaría este momento histórico especial que está viviendo la humanidad?

– Hablamos de una pandemia, de un contagio que se extiende al planeta entero, eso que estamos viviendo, no había ocurrido jamás. La gente dice: “La peste negra de 1340”. Sí, claro, pero eso en Europa; eso no se vivía al mismo tiempo en Asia, no se vivía al mismo tiempo en África, no se vivía al mismo tiempo en América. Evidentemente no se conocía desde Europa una epidemia que en menos de 100 días recorriera el mundo y contagiara prácticamente a todos los países del mundo; eso no había ocurrido jamás en la historia.

– Dice en su ensayo: “Ante los desconocidos, lo catalogaría algo desconocido”.

– Porque estamos ante lo desconocido y eso es muy brutal para el mundo nuestro, el mundo desarrollado, en particular el mundo de la técnica, el mundo de la ciencia. Había, digamos hace apenas unas semanas, hace apenas unos meses, como la conciencia de que nada resistía al saber, a la tecnología del ser humano, y que teníamos la capacidad de sobreponernos a cualquier enigma científico que se planteara, si nos estamos planteando ir a colonizar Marte, si conocemos ya y hemos estado en la Luna, si hace poco China envió una nave espacial que pudo aterrizar o alunizar en la parte invisible de la Luna; entonces, tenemos capacidades excepcionales, pero de repente surge un ser microscópico invisible que nos reduce a nuestra situación de dependencia, como no la habíamos conocido hace siglos.

– ¿Suscribe que la verdadera causa del virus son los comportamientos ecodepredadores?

– Lo que estamos viviendo lo produce esencialmente un modelo ecodepredador, el modelo del capitalismo, que no tiene reparo en destruir la naturaleza para sacar provecho de la naturaleza, para mercantilizar la naturaleza, y entonces en esa especie de invasión constante de la naturaleza, encuentra animales que hasta ahora llevaban millones de años viviendo aislados, fuera de contacto humano, y ese contacto es el que produce el salto de nuevos virus.

– Algunos expertos afirman que después de superada la pandemia, podría venir el fin de la globalización neoliberal y otros opinan que, por el contrario, pudiera haber un recrudecimiento del neoliberalismo. ¿Cuál es el mundo pospandémico que se imagina?

– No lo sabemos, las dos tesis tienen argumentos y tienen defensores. Mi opinión es que hay que ser muy prudente, evidentemente en esta situación todos sabemos que una parte de la culpa de los desastres sanitarios que se han producido, sobre todo en Italia, España, Reino Unido, Estados Unidos en este momento, tienen su origen en políticas neoliberales que han mercantilizado la salud pública, que han mantenido políticas de austeridad de recortes en particular en la salud pública, que han reducido el número de camas, el número de las UCI (unidad de cuidados intensivos). Eso se ha pagado muy caro en términos de vidas humanas.

Esto quiere decir que cuando pase la pandemia, el neoliberalismo estará definitivamente condenado, bueno eso espero, como lo espera muchísima gente que hasta ahora no tenía una posición política o ideológica antineoliberal, pero que ha visto en la práctica en lo que eso se ha traducido.

Por otra parte, también es el final de la globalización, bueno, podemos desearlo porque la globalización ha sido muy impulsada por el neoliberalismo. Una de las mayores potencias de nuestro mundo que es China es muy partidaria de la globalización, evidentemente porque China, la nueva China, se ha construido por la globalización. Entonces, China no es hostil a la globalización y el presidente Xin Jinping ha dicho muchas veces que lo contrario de la globalización es el proteccionismo, y el proteccionismo es peor, en su opinión, que la globalización, porque encierra a los países entre ellos, alientan las tensiones entre naciones y puede producir más guerras. De allí, que lo contrario a la globalización no es forzosamente la solución.

Los defensores de la tesis antiglobalizadora, el principal de ellos Trump, evidentemente, y los neopopulistas de derecha, que se han desarrollado en el mundo, también están en contra de la globalización, merece reflexión este punto. No es tan fácil estar a favor o en contra de la globalización. Los ciudadanos han visto en esta crisis que ha sido el Estado quien les ha ayudado y no el mercado; el mercado ha creado el problema, el Estado es quien ha venido a defender a los ciudadanos, hasta en los países más ultraliberales.

– Hay dos escenarios: por un lado, nacionalismo y rivalidad entre potencias, y por otro, cooperación global, algunos hablan del ascenso de China y otros del declive de Estados Unidos.

Vivimos en un mundo en el que hay carencia de solidaridad. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, decía que “se globalizó el mercado, pero no se globalizó la solidaridad”, y tiene absoluta razón en lo que expresa, porque lo que debió haberse globalizado es la solidaridad. Ni siquiera durante esta pandemia ha habido solidaridad, los países han trabajado de manera muy egoísta, hasta hemos visto naciones aliadas disputarse por las mascarillas destinadas a unas u a otras. Entonces es verdad que China sale un poco crecida, porque ha sido la primera en vencer la pandemia y ha sido también unos de los países que más solidaridad ha demostrado.

Cuba ha sido un país que ha demostrado un internacionalismo sanitario, enviando brigada de médicos y también medicamentos como el interferón a más de una veintena de países.

Igualmente, Rusia ha prestado ayuda sanitaria, hemos visto desembarcar aviones militares en la propia Unión Europea, en Italia, para prestar apoyo a médicos y brindar medicamentos para ayudar a los europeos. En esta crisis, la solidaridad ha estado muy ausente, pero los países que la han practicado se ven de otra manera y probablemente la humanidad comience a mirarlos de otra forma.

– Decía usted que servicios de inteligencia y expertos de salud habían advertido que podía aparecer una enfermedad respiratoria que se podía convertir en una pandemia global y el mundo no estaba preparado.

– Era algo que los gobernantes tenían que haber previsto, no se hizo por varias razones. Una por un motivo estructural que tiene que ver con el tiempo político. En la mayoría de las democracias liberales, la gestión de los gobernantes dura de cuatro años a ocho años como máximo, por ello no ven más allá de esos ocho años, no hay quién planifique y diga vamos a tratar de tomar decisiones para los próximos 20, 30 o 40 años, eso no se hace en general.

Por otra parte, también las políticas neoliberales, que son las de defender el menor Estado, cuanto menos Estado mejor Estado, esa es la fórmula neoliberal clásica. De allí, que no han tenido la tendencia a darle los recursos al Estado para poder ejercer esta función, y pensaron que el sistema privado de salud sería suficiente, pero hemos visto en países desarrollados que no lo ha sido y eso se ha traducido en miles y miles de muertos.

– ¿La aparición de una vacuna significaría a su juicio el final de la enfermedad?

– El problema de la vacuna es que cuando se cree, será una vacuna que se va a vender. Entonces, solo estará disponible para los que la puedan pagar. ¿Qué ocurrirá con los países pocos desarrollados del Sur del mundo que no tendrán acceso a la vacuna por el precio que esta pueda tener?

Una de las exigencias en este momento de toda la humanidad y de los principales representantes de esta, tanto en el ámbito político como intelectual, es que si la vacuna se encuentra, tiene que ser gratuita y universal, esto es, que esté disponible para el mundo entero.

– La mala gestión de la crisis por parte del presidente Trump ha sido un golpe muy duro al liderazgo mundial; sin embargo, hay ciudadanos estadounidenses que afirman lo contrario.

– El populismo de derecha se conforta con el grupo social que lo apoya y cuanto más atacan al líder, más este grupo se consolida en la defensa de este. A veces, una de las estrategias de los líderes populistas, precisamente, es la de provocar el ataque de los adversarios para confortar y consolidar el apoyo de su grupo social. Ahora bien, todos los especialistas más observadores, más neutros, estiman que la política que ha llevado a cabo el presidente Trump para la gestión de esta crisis ha sido una catástrofe, con una política errática basada en las mentiras.

¿Eso le ha dado un golpe al liderazgo de Estados Unidos? Indiscutiblemente, es la primera vez desde principios del siglo XX que hay una crisis mundial y que Estados Unidos no es que solo no está a la cabeza de la búsqueda de una solución, sino que no brinda ayuda como decíamos antes. Ayuda China, Rusia y Cuba. ¿Dónde está la ayuda de Estados Unidos? A nadie. Por consiguiente, es la primera falla estrepitosa del liderazgo de Estados Unidos.

– El Pentágono desclasificó tres videos de altos secretos filtrados de la Marina de los Estados Unidos, en los que se revelan que eran fenómenos aéreos inexplicables, algunos afirmaban que eran ovnis y otros, que era una maniobra de distracción. En este contexto, Trump aprueba una ley para comenzar la explotación económica de la Luna.

– Estados Unidos está haciendo muchas operaciones de diversión, porque lo que quiere es distraer la atención del público, no lo han conseguido hasta ahora por la mala gestión del presidente. Sin embargo, este insiste, y así envió una flota a las costas de Venezuela, con la intención de intimidar a la Revolución Bolivariana, al presidente Maduro y también de desviar la atención pública hacia este hecho.

Pero nada en este momento aleja la atención de los ciudadanos, sencillamente, porque hay más de un millón de personas infectadas, hay casi 70 mil personas fallecidas, todos los medios de Estados Unidos están saturados de información sobre el covid-19 y, por consiguiente, hay una preocupación legítima del pueblo estadounidense. Las maniobras de la administración Trump para alejar la atención del público y sobre todo de los electores de la mala gestión de su gobierno creo que están fracasando.

– Hay una especie de infodemia, dicen los comunicólogos; a su juicio, ¿cuál es el relato que más ha predominado en esta crisis?

– El relato que está predominado en esta crisis es el de que hay un país que lo está haciendo un poco mejor que Estados Unidos, y ese país es China. Ese relato se impone un poco en todas partes. Todo el mundo sabe que China tuvo dificultades al principio, los propios chinos lo han reconocido, pero gracias a las medidas tomadas, que todo el mundo acabó por imitar, se consiguió circunscribir la epidemia a la ciudad de Wuhan y la provincia de Hubei. Por lo que hoy día China ha superado esta pandemia y está por una parte volviendo a producir, volviendo a poner en marcha su maquinaria económica y también la operación de ayuda, de generosidad y de solidaridad que ha desplegado por todo el mundo.

Ese relato se le queda atascado en la garganta al Presidente Trump, por eso últimamente, ha vuelto a querer atacar a China, sobre el asunto del origen del virus, cuando todos los científicos saben y han demostrado que el virus tiene un origen natural.

– Dicen que los países que mejor han gestionado la crisis son los que han estado dirigidos por mujeres, como los casos de Noruega y Finlandia. Hay excepciones, está Bolivia que puso las medidas tarde, excluye a los indígenas…

– El país que se considera que ha gestionado mejor la crisis es Nueva Zelanda, que está dirigido efectivamente por una mujer socialdemócrata. Indiscutiblemente, tomaron medidas en lo inmediato, cerraron las fronteras, aplicaron el aislamiento social muy pronto, tuvieron una serie de iniciativas, no solo pasivas sino activas, para rastrear el virus y lo han conseguido. También hay que tomar en consideración que es un pequeño país, es una isla, un archipiélago y lo han aislado.

El otro país que se considera un modelo es Islandia, también un país pequeño. La primera ministra, con su equipo de gobierno, han logrado circunscribir el virus de igual manera con estas medidas de las que estamos hablando. Hoy día se considera que esos dos países han salido adelante.

Pero también hay otras naciones que lo han hecho muy bien, Corea del Sur, Singapur. En América Latina, Venezuela lo ha hecho muy bien, el presidente Maduro ha sido de los primeros en tomar una iniciativa mucho antes que cualquier otro presidente en la región y medidas muy radicales e interrumpir los vuelos internacionales, cerrar las fronteras, rastrear el virus casa por casa, etcétera. En Cuba han tomado medidas y por el momento tanto en Cuba como en Venezuela, la infección está controlada, el contagio está controlado con muy pocos casos de infectados.

– Algo que para muchos les parecía impensable, el país más rico del mundo con más de un millón de infectados y una pequeña islita del Caribe pobre, bloqueada, ya ha enviado brigadas médicas a 25 países y además 51 países del mundo están pidiendo la ayuda de Cuba. ¿Cómo se explica esto?

– Se explica por esta frase que yo citaba del presidente Díaz-Canel que decía que “hay que globalizar la solidaridad y no el mercado”, esto es un principio que estableció Fidel [Castro], como yo diría es el ADN de la Revolución Cubana, que es una revolución para el mundo. “Patria es humanidad”, citaba mucho Fidel la frase de José Martí y, por consiguiente, si Cuba tiene soluciones para su población, esas soluciones son también para toda la humanidad, y Fidel siempre pensó en el internacionalismo, la solidaridad internacional, sin distinguir ideologías. Una de las primeras intervenciones que hizo una brigada médica cubana fue en Pakistán, cuando hubo el terremoto, y con Pakistán no había ningún tipo de relación especial desde el punto de vista político; sin embargo, acudieron porque la solidaridad es con la gente.

Entonces, este país ha dado una prueba de una inmensa generosidad, y si todos los países hubieran hecho lo mismo, tuvieran la misma política médica. Cuba tiene nueve médicos por mil habitantes. Estados Unidos tiene tres médicos por mil habitantes, es una gran potencia, pero no es potencia médica. En cambio, Cuba ocupa que es un pequeño país y víctima de una serie de medidas unilaterales y coercitivas es capaz de ayudar no solo a su población sino al mundo, mucho más que grandes potencias.

(Tomado de Cuba en Resumen)

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