El 17 de diciembre de 1957 quedó instalado a la entrada del naciente reparto Fontanar, en el municipio habanero de Boyeros, el que fue considerado aquel año el árbol de Navidad natural más alto del mundo.
La estancia de este ilustre huésped fue todo un suceso, pues se trataba de un pino Spruce conocido también como Canadian Red Wood y popularmente llamado “siete pisos” entre los cubanos. El ejemplar nació alrededor de 1740 en los bosques de la zona atlántica de la provincia canadiense de Nueva Escocia. Tenía una altura de 20,73 metros, pesaba cuatro toneladas y su tronco era de 30 pulgadas (0.76 m.) y sus ramas abarcaban más de diez metros de diámetro.
Los diarios de la época captaron la llegada del árbol al puerto de La Habana y su traslado por el Malecón y otras avenidas de la capital cubana. Una vez colocado en su pedestal fue adornado con cuatro mil esferas de luces de variados colores, conectadas mediante nueve mil metros de cable eléctrico, y coronado con una estrella lumínica de cinco puntas que aumentaba su altura a 22,56 metros.

La urbanización de Fontanar ya se hacía notar porque allí fabricaron sus residencias varias celebridades de la radio y la televisión, como la animadora Consuelito Vidal, su esposo el director Amaury Pérez y sus dos pequeños hijos, la actriz Margarita Balboa, el cantante de tangos Manolo Fernández, la popular bailarina Brenda y otros más, lo cual motivó que popularmente se le conociera como el “Reparto de los Artistas”.
Situada en la intersección de la doble vía de Rancho Boyeros y Avenida de Wajay, la barriada comenzó a construirse en 1956, cuando la Sociedad nominada “Empresa Periodística Clarmon” (Fundada por Santiago Claret y Martí, director del diario Información, y José Ignacio Montaner y Lizama, vicepresidente de dicho periódico y con intereses en la televisión nacional) adquirió en 1954 los terrenos de la Finca San José o Retiro de Vento, dedicada a la siembra de la caña de azúcar para el central Toledo.

Además de los artistas que adquirieron las primeras residencias también se mudaron allí algunos periodistas, gracias a la facilidad de comprar una casa nueva a plazos mensuales, como si fuera un alquiler. Se añadía la ventaja de contar con un centro comercial, un servicentro y un Club social con piscina olímpica.
La costumbre de instalar el arbolito “Siete Pisos” a la entrada de Fontanar, entre el 17 de diciembre y el Día de Reyes, se mantuvo durante tres años. El árbol traído de Canadá era el centro de la atención durante día y noche, con sus adornos y luminarias en las alturas. Cientos de personas venían al lugar para admirar el que fuera entonces el árbol de navidad más popular de Cuba.
Muy interesante, pero no explican de quien fue la idea de trasladar ese árbol desde Canadá hasta Cuba